Mujeres y coaching, ellas dominan

El coaching es una profesión dominada por las mujeres en todo el mundo. Igualmente, en España, el coaching es una profesión mayoritariamente femenina: 52,4% de mujeres, frente al 47,6 % de hombres.

Hoy, aproximadamente, cinco mujeres por cada hombre cursan estudios de coaching. Esta relación se mantiene en otros tipos de formación, tanto de desarrollo personal como profesional, y en materias relacionadas con el coaching.

La revista Registradores, órgano de expresión del Colegio de Registradores de España, que dirige la periodista Leonor Recio, publica en su último número un artículo firmado por mí, bajo el título El coaching una profesión dominada por las mujeres.

Mujeres y Habilidades

Las habilidades que son propias de un coach como la empatía, la confianza, ausencia de juicios, escucha, gestión emocional, se aprenden y se entrenan en los cursos y másteres de coaching. Ellas vienen con algunas de serie, forman parte de su ADN femenino: la empatía, el altruismo, la generosidad y la capacidad de generación de confianza. Estas actitudes estarían ligadas al instinto maternal, que viene a ser equiparable a protección, ayuda y apoyo a los demás.

“El coaching es cambio, es un proceso de acompañamiento, de ayuda, de apoyo a los demás. Por eso hay más mujeres coaches que hombres. No es que los hombres no tengan estas características, pero no les son innatas, tienen que aprenderlas”, considera Magda Gálvez, fundadora y CEO del Portal del Coaching, y Mentora Especialista en Comunicación y Marketing Digital para Coaches.

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Tras esta afirmación, hay una razón cerebral: la integración de las partes del cerebro masculino es ligeramente menor que en el femenino. Es decir, pueden separar aspectos de emocionales de otros.

Las mujeres tiene una propensión química a la conducta prosocial.– Paul J. Zak, economista y neurólogo

La psicóloga chilena Pilar Sordo considera que las mujeres buscan ser necesitadas mientras que los hombres persiguen ser admirados.

Los hombres son más visibles, porque tienen más contactos, pero aunque venden coaching, es más consultoría que otra cosa. –Flor Pedrola, fundadora de Brainterpise

La coach Raquel Calonge, considera que «las mujeres dan más vueltas a las emociones y a los sentimientos; ellos cuentan lo que ha pasado y como se han sentido. En la empresa la mujeres siguen siendo mujeres y personas; ellos ejercen de jefes. Fuera del trabajo los hombres recuperan su personalidad; ellas son las mismas».

Puedes leer integramente el artículo. en el formato Issu de la revista.

 

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Los placeres ocultos de la vida, el poder del diálogo

Los placeres ocultos de la vida es un hermoso texto, en el que Theodore Zeldin propone recordar el pasado para imaginar el futuro. Y así,  evitar los errores cometidos.

Es una invitación a reflexionar. La forma propuesta por Zeldin es  a través de conversaciones con veintiocho autorretratos de personajes de diferentes épocas que tuvieron que enfrentarse a cuestiones trascendentales. Personajes de todas las épocas, algunos conocidos y otros no tanto.

LOS PLACERES OCULTOS DE LA VIDA. Una nueva forma de recordar el pasado e imaginar el futuro, Theodore Zeldin. Plataforma Editorial. 2015. 432 páginas.

 

Este libro no es, dice su autor, «una trepidante novela de misterio». Pero es un libro plagado de historias, a cuál más emocionante.

Cada capítulo comienza, en primer lugar, con la voz de una persona de una época y una civilización determinadas. Theodore Zeldin establece con ellos, posteriormente, una conversación. En ella se pregunta qué otras respuestas son viables hoy, qué nuevas posibilidades se han abierto. Los personajes no son superhéroes. Son personajes que han dejado, a entender del autor, testimonios especialmente sinceros.

En lugar de perder el tiempo argumentando si las cosas mejoran o empeoran, dedicaré mi tiempo a encontrar un regalo que exprese mi gratitud al mundo por tolerar mi presencia en él. Por supuesto, tiene que ser algo que el mundo no posea todavía. Esta será mi búsqueda del tesoro. Y cada uno de los capítulos del libro ofrece una pista. – Theodore Zeldin

La gran aventura de nuestro tiempo

 

Zeldin considera que los ideales vigentes están obsoletos o que se han corrompido. Ya no son capaces por eso de protegernos de las decepciones la vida. A través de la voz de determinadas personas de épocas y culturas muy diferentes, este influyente pensador busca unos nuevos ideales.

Los placeres ocultos de la vida es un libro para ser bebido a pequeños sorbos, en el que se propone que, a través de las conversaciones, los demás nos entiendan mejor. Eso permite también que nosotros nos conocemos mejor a nosotros mismos. Ir más allá de nuestra propia introspección. En consecuencia, convertir la tarea de pensar en una actividad social.

Este pensador continúa con este libro incidiendo en la línea que ha marcado su pensamiento a lo largo de toda su obra: la búsqueda compartida del conocimiento. Su anterior libro se titulaba, precisamente, Conversación (Plataforma Editorial. 2014). Zeldin defendía en aquel texto el poder transformador del diálogo. En Los placeres ocultos de la vida ha llevado, en conclusión, a la práctica lo que en Conversación era una mera enunciación teórica.

«La interacción entre dos personas que desarrollan vínculos emocionales, intelectuales o culturales está creando un nuevo motor de cambio». Theodore Zeldin

 

Theodore Zeldin en la entrega de los Premios Know Square. Enero de 2016. El libro Los placeres ocultos de la vida figuraba entre los diez mejores libros de 2015.

Leer es vivir. Qué leer y cómo leer es cosa tuya

Leer es vivir. Leer  nos diferencia del resto de seres. Nos hace libres y humanos. Leer es volar sin temor a que nuestra alas se derritan. Qué leer y el formato (el libro tradicional o el digital) es ya una cuestión que depende de ti.

¿El fin del libro como lo conocemos?

 

La primera reseña bibliográfica que redacté, fue la biografía de Steve Jobs, escrita por Walter Isaacson. Utilicé la versión digital del texto. Trabajar con este formato me permitió pasar páginas con el dedo dedo, acceder a páginas previamente marcadas, encontrar textos subrayados, resaltadas por colores, o encontrar palabras claves utilizando la herramienta «buscar». Excepto esta última función, lo demás podía haberlo hecho en el formato tradicional,  con quinientos años de vida.

Después de realizar muchas reseñas más, reconozco que utilizar las versiones versiones digitales me facilita muchísimo el trabajo. ¿Supone esta afirmación que estoy defendiendo los formatos digitales frente al libro tradicional? Simplemente, no.

Aún a riesgo de parecer un sofista, defender la continuidad del libro tradicional frente a los nuevos formatos digitales, me parece más la expresión de mi ardoroso deseo romántico que una cuestión práctica. Si defiendo el libro tradicional frente a los digitales, tendría que defender igualmente el correo postal, la máquina de escribir, y los teléfonos de bakelita frente a los nuevos teléfonos inteligentes. No.

Un teléfono de bakelita. Así era el primer teléfono que tengo en mi memoria. Estaba en el despacho de mi abuelo. El número era de tres dígitos. Recuerdo que pesaba mucho y que tenía un tacto muy suave. Los más jóvenes solo han visto este teléfono en las películas… Películas en blanco y negro, claro.

 

Elegir un formato de lectura u otro hoy, me remite a aquella pregunta que solían hacernos nuestras abuelas: ¿a quién quieres más, a mamá o a papá? Estimo que, como lector, plantear la discusión libro tradicional o libro electrónico es tan estéril — en este momento— como tener que elegir entre papá y mamá. ¿Por qué elegir cómo leer? ¿Por qué elegir entre un formato u otro?

¿Estanterías virtuales o estanterías físicas?

 

Los libros que conocemos hoy son los que se vienen editando desde la invención de la imprenta. Pero  también libros en formato digital. A la velocidad a la que se producen los cambios tecnológicos y las modificaciones de nuestros hábitos, hasta este libro electrónico, puede quedarse anticuado en pocos años. Es un hecho que, por ejemplo, el audio libro gana cada día más adeptos.

¿Quién pensaba hace diez años en que estaríamos literalmente pegados a un teléfono inteligente? En el último estudio de IAB Spain, publicado el 30 de septiembre de 2014, se afirma que:

El teléfono móvil es ya el principal dispositivo de acceso a internet (85% a diario) en detrimento del PC (67%) o la tablet (45%)

 

Una de mis aficiones es recorrer librerías de lance, sintiendo el olor acre y el tacto de los libros añejos. Me gusta perderme entre abarrotados anaqueles, mientras mi corazón se acelera ante la posibilidad de encontrar un tesoro, largamente buscado.

No puedo sustraerme tampoco a ciertos libros publicados por pequeñas editoriales. Publican verdaderas exquisiteces, con un tacto en sus portadas casi sensual,  bellísimos cuerpos de letra e ilustraciones evocadoras.

En mi biblioteca particular conservo, entre otras herencias paternas, una hermosa edición de El criterio de Jaime Balmes que tiene más de cien años. La química del papel y de las tintas, amarillean sus páginas, amenazando la vida de este ejemplar que reposa en una estantería de madera. En mi estantería virtual, tengo otra joya: la primera edición de la Constitución de 1812, perfectamente digitalizada.

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Leer, ¿en qué formato?

 

Soy socio de las Bibliotecas Públicas de Madrid. Me prestan libros que toco con mis manos. Dispongo desde noviembre de 2014, además, de la aplicación eBiblio de la Comunidad de Madrid, que me permite leer libros en mi tableta. Ahora estoy leyendo en esta aplicación, Atrapados, cómo las máquinas se apoderan de nuestras vidas, de Nicolas Carr.

Aunque, en mi opinión, le sobran páginas, me permito recomendar la lectura de este libro. Y el anterior de este autor, Superficiales, qué está haciendo Internet con nuestras mentes. También le sobran páginas. Carr defiende ideas que le han valido el calificativo de “tecno-escéptico”,  y generado no pocas polémicas.

Dos opiniones como botón de nuestra.  La de Enrique Dans, aparece en una entrada de su blog, titulada No, Nick, no hemos llegado aún. Y la del premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, ,expuesta en el  artículo  Más información, menos conocimiento, publicado en el  diario El País.

En síntesis, Enrique Dans dice de Carr que «impide la evolución», mientras que Vargas Llosa afirma que, «cuanto más inteligente sea nuestro ordenador, más tontos seremos nosotros.» Una en las antípodas de la otra. Dos maneras de entender una misma cosa.

Elegir es renunciar. ¿Por qué no disfrutar de las ventajas y emociones que ofrece un formato y otro? Por eso tomo el camino de en medio: leo en ambos formatos. Al menos, mientras pueda hacerlo.  Porque leer es, para mí, lo único importante. Porque  leer es vivir.

 

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