Verdad organizada es una guía práctica, un manual de instrucciones conciso, claro y estructurado, para navegar en una sociedad cada vez más (intencionadamente) polarizada. Verdad organizada se dirige, en palabras de su autor, Enrique Sueiro: «a toda persona que busque la verdad esté donde esté y diga quien la diga».
VERDAD ORGANIZADA: Apología de la razón para combatir la ola fake, Enrique Sueiro. Prólogo de José Aguilar. Kolima Libros, 2025. 151 páginas.
Intencionadamente, Sueiro, asesor en comunicación directiva, ha elegido el lenguaje bélico ya desde el subtítulo del libro, combatir la ola fake, porque «la mentira está organizada y planificada. La verdad no tiene capacidad autodefensiva».

Verdad organizada: amenazas, razón y emociones
Ante esta incapacidad de la verdad para defenderse, Enrique Sueiro ofrece , en la línea habital de anteriores libros, treinta propuestas. Estas no son otra cosa que «acciones transformadoras». Propuestas —a modo de brújula—, de aplicación diaria, tanto por las personas individualmente, como por las organizaciones y sus directivos. Estas acciones son la respuesta a una serie de amenazas que asedían a la verdad.
Sueiro enumera algunas de estas amenzas: ignorancia, irreflexión, desproporción en la información, desplazamiento («Estos son mis principios y si no le gustan, tengo otros», que diría Groucho Marx), saturación y consiguientemente atolondramiento y distracción; olvido interesado y dogmatismo. Estas amenazas (aunque obvias pasan desapercibidas) están ligadas a nuesta capacidad crítica, es decir, a la razón.
Hay otras amenazas que son — digamos— mentales: percepciones, sesgos de los que no somos, en ocasiones, conscientes de padecerlos, y las emociones. Las emociones constituyen, sin duda, el elemento calibrador de todas las demás amenazas descritas. Son determinantes.
Sin emociones nos actuaríamos, no pensaríamos ni buscaríamos nada. Son necesarias, pues, para toda actividad cognitiva y pensamiento racional. En el extremo contrario, el exceso de emociones, si se compara con la razón, nos conduce al sentimentalismo, entendido como el mantenimiento en el tiempo de una emoción.
Si el sentimentalismo se mantiene en la esfera de lo privado no es dañino. Es normal que un cuadro o un libro nos produzcan, por ejemplo, el llanto o la risa. Otra cosa diferente es el sentimentalismo público. Las redes sociales son el caldo de cultivo y la correa de transmisión de ese sentimentalismo. Muchas de esas emociones sobrevaloradas son falsas y sensibleras, intencionadamente provocadas. Es un sentimentalismo tóxico.
La emociones sin la razón son inflamabes y la razón sin las emociones resulta estéril. —ENRIQUE SUEIRO
Verdad organizada: hechos y opiniones
No es nueva la lucha por la verdad. En la Historia de la Humanidad ha habido muchos momentos en los que «a la verdad no se le suele hacer justicia». Referencia por eso Enrique Sueiro diferentes situaciones históricas que van desde La Edad Media al hundimiento del Maine, del caso Galileo a la epidemia de COVID de 2020, de la Revolución fracesa a la guerra del Vietnam.
Hace Sueiro especial hincapié en el nacimiento y desarrollo de la Leyenda Negra española, una mentira que nació hace más de cuatrocientos años y que aún persiste. Verdad organizada es una consecuencia lógica del libro inmediatamente anterior de Enrique Sueiro, Mentiras creibles, verdades exageradas, en el que buscaba arrojar luz sobre la Leyenda Negra española, basándose en hechos.
«Los hechos son sagrados y las opiniones libres. Hoy parece que es al contrario. Y no todas las opinones son igualmente respetables». —ENRIQUE SUEIRO

Excepto en la epidemia de Covid de 2020, hay un hecho común a todos esos momentos históricos comentados: la inexistencia de las Redes Sociales. La aparición de las redes ha supuesto un autentico revulsivo en el consumo de información. Esta se transmite a una velocidad vertiginosa.
«No mata la bala, mata la velocidad.». Esta frase de incierta procedencia, bien puede ilustrar lo que está pasando en este primer cuarto del siglo XXI: « la velocidad con la que consumimos información, impide cuestionar lo que escuchamos». Continuando con el lenguaje bélico: vivimos en un permanente bombardeo informativo, que ha hecho saltar por lo aires nuestro espíritu critico, imprescindible para acercarnos a la verdad.
¿Y si fuera verdad?
No menos importantes que las propuestas que ofrece Verdad oganizada, son las preguntas que la lectura del texto va dejando en el aire. Pueden resumirse en una sola, la prueba del nueve de nuestra época: ¿Reconoceríamos una verdad expresada por quien nos cae mal o por alguien que esté en las antípodas de nuestra ideología?