Hablar en público, esencial para tu Marca Personal

Hablar en público es uno de nuestros mayores miedos. Hay estudios que afirman que este miedo es incluso superior al que se siente por las arañas. Hablar en público para Dummies te facilita el trabajo.

«No dominar la comunicación en público puede acarrear desde la pérdida de oportunidades laborales hasta la incapacidad para ser eficaz a la hora de vender un producto.» —José Mª Palomares

Tanto si hemos de hacer una presentación como si tenemos que defender una idea de negocio. O situarnos frente a un cliente. O en una entrevista de trabajo. Hablar en público es esencial en la construcción de la Marca Personal.

HABLAR EN PÚBLICO PARA DUMMIES. José María Palomares. Planeta, 2013

Un directivo de una multinacional española de telefonía, residente en Australia, contaba en un congreso de Madrid Excelente, que sus hijas —dos gemelas de dos años de edad— asistían a una guardería en Sidney.  Cada mañana, la profesora pedía a cada uno los niños que contaran al resto de sus compañeros qué habían desayunado esa mañana. El directivo mostró el convencimiento de que sus hijas cuando crezcan nunca tendrían miedo a hablar en público, además de saber cómo estructurar una historia. Lo habían aprendido desde muy pequeñas.

Los españoles competimos en peores condiciones que las personas de otros países, muy especialmente con respecto al mundo anglosajón. Afortunadamente, el sistema educativo español está subsanado esta carencia. Incluso en los colegios bilingües, nuestros jóvenes presentan ya en un segundo idioma ante sus compañeros. Ya es solo un mal sueño aquellos tiempos en los que cuando te sacaban a la pizarra, era solo para que mostraras a todos lo que no sabías.

Tanto el miedo a hablar en público como qué contar y cómo contarlo, se pueden entrenar. Porque, si una vez vez vencido el miedo, tenemos una idea genial, pero no sabemos cómo comunicarla, no vale para nada. Hablar en público para Dummies es una herramienta pensada para que el proceso de comunicación en público sea más eficaz.

Hablar en público para Dummies: comunicar con claridad y eficacia

No te dejes llevar por la palabra Dummies que aparece en el título. El concepto Dummies está asociado a guías sencillas o que contienen contenidos muy básicos. Sin embargo, es muy frecuente la tendencia a olvidar ( o a no practicar) cosas que, por obvias o por sencillas, damos por sabidas.

Este libro nos recuerda que en comunicación todo tiene su importancia.

Es este un libro sencillo, sí. Contiene consejos básicos, sí. Pero está escrito con hondura.  Los conceptos están, además, muy claramente explicados y José Mª Palomares se centra en lograr que seamos efectivos.

Hablar en público para Dummies, está organizado en cuatro partes. Su autor recomienda la lectura lineal del texto.

    1. Los fundamentos de la comunicación. Lenguaje verbal y no verbal, la voz y el entorno en el que tiene lugar la comunicación.
    2. Cómo estructurar una charla, gestionar un coloquio o cómo preparar el turno de preguntas.
    3. Formatos singulares para comunicarse en público y cómo sacar partido al mundo digital.
    4. Fuentes de inspiración para ayudarte a modelar, a aprender de los demás.

Hablar en público para Dummies contiene la doble experiencia de su autor, José María Palomares, como profesor de Comunicación Corporativa y Relaciones Públicas en el Instituto de Empresas e ICADE, y formador de directivos. Y como conferenciante y formador de presentaciones en público.

Si entiendes que la comunicación en público (en su más amplio sentido) es parte de tu trabajo, este libro es para ti. Va a ayudarte a canalizar lo que, como profesional, llevas dentro. Y a favorecer la consolidación de tu Marca Personal.

 

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La inteligencia ejecutiva, el gran director de orquesta

La inteligencia ejecutiva es, según José Antonio Marina, como un gran director de orquesta. Toma decisiones, organiza todo el talento humano,  y une también  inteligencia que conoce con la inteligencia que busca lograr una meta. La inteligencia ejecutiva es la que organiza todas las demás.

atril director de orquesta, la inteligencia ejecutiva
«El conocimiento está al servicio de la acción, la emociones están al servicio de la acción. Y la inteligencia ejecutiva es la encargada de dirigirlos». —José Antonio Marina

LA INTELIGENCIA EJECUTIVA. Lo que los padres y docentes deben saber. José Antonio Marina. Ariel,  2012.

 

Elegir una meta, movilizar los conocimientos, las emociones y la energía para intentar alcanzarla la meta fijada. O sea, ser inteligente, porque esto es, en palabras de José Antonio Marina, la inteligencia de cualquier ser humano: «La capacidad de dirigir bien el comportamiento, eligiendo las metas, aprovechando la información y regulando las emociones».

El director de orquesta

La inteligencia ejecutiva es como un gran director de orquesta.  Toma decisiones, organiza todo el talento humano,  une la inteligencia que conoce con la inteligencia que busca lograr una meta. Esto es poner en marcha una de las funciones cerebrales más importantes, la función ejecutiva:

Toda aquella operación mental que permite elegir objetivos, elaborar proyectos, y organizar la acción para realizarlos. Son las destrezas que unen la idea con la realización.

— JOSÉ ANTONIO MARINA

Será el tiempo y los resultados quienes, en consecuencia, muestren si se ha usado de «manera inteligente» la inteligencia. Es decir, si se ha definido bien la meta.

Estructura del libro La inteligencia ejecutiva

Los ocho capítulos de este volumen están divididos en tres partes y un Apéndice.

    1. Exposición teórica
    2. Asistencia al ficticio Congreso (El Apéndice contiene el discurso de clausura del Congreso)
    3. Participación en Talleres sobre educación, habilidades y solución de trastornos.

La celebración de un ficticio «Congreso virtual sobre Inteligencia Ejecutiva» es un ardid narrativo que utiliza el autor para conducir a los lectores de manera amena y didáctica hacia el concepto de inteligencia ejecutiva. Es una sencilla y pedagógica manera de contar el intrincado y apasionante mundo de la mente humana. Sin abrumar, en el habitual tono divulgativo de Marina.

En los pasillos del ficticio Congreso virtual, el autor aprovecha para «dialogar» con los ponentes. Sobre todos ellos se eleva la gran figura— en opinión de Marina— de la nueva ciencia de la inteligencia ejecutiva: Antonio  Damasio.

Otro interesante artilugio narrativo de este libro, es la introducción de la figura de un imaginario periodista becario que ha de informar del desarrollo del Congreso. El becario, dialoga con José Antonio Marina, asiste a la ficticias conferencias, o escucha las conversaciones del autor con los científicos asistentes. Y tuitea sus conclusiones

La figura del becario sugiere a quien escribe estas líneas, la manera —muy propia de los tiempos que vivimos— que se tiene de juzgar las cosas a primera vista. O por los titulares de los periódicos. O por lo que dicen las redes sociales.

La vida es demasiado complicada para contarla en un tuit»

— JOSÉ ANTONIO MARINA

A medida que el becario va escuchando las intervenciones del ficticio irá  aprendiendo a elaborar una pedagogía de la atención y del autocontrol . Y de la perseverancia.

La inteligencia ejecutiva, una casa con dos plantas

Tras la gestión de la inteligencia ejecutiva están, entre otras cosas, la constancia, el control del tiempo, la procrastinación, la pasividad, la elaboración de metas, la generación de proyectos y la rigidez de pensamiento o el carácter —incluido el fanatismo—, y gran parte de los fracasos educativos. Todos ellos son procesos ejecutivos. En consecuencia, aquellos que permiten elegir objetivos, elaborar y organizar la acción para realizarlos.

Para Marina, la estructura básica de la inteligencia es un edifico de dos pisos.

    • Piso de abajo: La sala de máquinas, donde está la inteligencia generadora. Es la que capta, elabora, mezcla y produce cosas. Solo una parte de esta inteligencia es consciente. La que no lo es, la denomina el investigador el Nuevo Inconsciente, sobre el que hay que actuar, para educarlo, en la línea que sugieren los estudios de Antonio Damasio.
  • estudio danza de dos pisos, la inteligencia ejecutiva
    Foto: De la exposición de trabajos fin de curso alumnos Escuela de BBAA de Ciudad Real
    • Piso superior: La cabina de mando.  Aquí se alojan las funciones ejecutivas, las que buscan ordenar todas esas ocurrencias que se producen en la sala de máquinas. Este es el gran objetivo de las funciones ejecutivas: dirigir bien la acción, mental o física.

El bucle prodigioso

«La educación nos define como especie. En cada niño tenemos que reinstaurar los logros humanos, concentrados en la cultura.» —José Antonio Marina

En el frontispicio de la Introducción del libro La inteligencia ejecutiva, el autor coloca una cita de Hegel, relativa al triunfo de la verdad. Este se produce cuando «le ha llegado su momento». En consecuencia, Marina afirma que los tiempos que vivimos son muy emocionantes. Va a cambiar el concepto de inteligencia, lo que obliga a cambiar el sistema pedagógico.

Nuestras posibilidades son mayores de las que creíamos. Educar es cambiar el cerebro. Somos capaces de rediseñar nuestro cerebro. Esto es lo que Marina llama el bucle prodigioso. O sea, cosas que nuestro cerebro produce actúan sobre el cerebro, cambiándolo.

 

 

La vida, una cuestión de actitud

 

Las llamadas telefónicas de una amiga periodista solían despertarme de madrugada. Me llamaba desde Brasil. Lo hizo desde Rio de Janeiro y desde Salvador de Bahía, dos destinos turísticos promocionados por las agencias de viajes de todo el mundo. Mi amiga había conseguido una estancia, con todos los gastos pagados, de diez días en aquel país. Había sido premiada por UNICEF.

Alguna madrugada la escuché llorar al otro lado del teléfono. Había angustia en su voz. Brasil, el destino soñado por millones de turistas de todo el mundo, estaba generando en mi amiga un profundo desasosiego. Algo no cuadraba. Era imposible que encajara. Detrás de las paradisíacas playas, detrás de los espectaculares paisajes y la maravillosa arquitectura colonial, había otro Brasil. El de los niños que buscan comida en los vertederos, el de las favelas. El Brasil de la pobreza. Otra realidad no menos verdadera.

El premio estaba resultando ser un envenenado. ¿O no?

– ¿Qué puedo hacer?– me preguntó una de aquellas madrugadas.

Le sugerí que contara la realidad, la que ella estaba viendo y viviendo. Apelando a su espíritu periodístico, la invité a hacer una serie de reportajes en los que narrara el Brasil que estaba viendo.

Recuerdo que una de aquellas noches le dije:

– Si tu reportaje contribuye para que alguien, aunque sólo sea una persona, cambie su perspectiva sobre la vida, habrás puesto tu grano de arena.  Y ese grano se sumará a otros.

Una cuestión de actitud

Mi amiga periodista regresó, finalmente, a España. Hizo dos reportajes sobre la cara menos amable de Brasil, que se emitieron en la radio. Nunca ha podido saber si aquellos dos trabajos suyos contribuyeron a la creación de un mundo mejor. Sólo sabe cómo cambió su perspectiva tras aquel viaje. Un viaje de ensueño que propició un cambio inesperado. Su viaje interior, fruto de una actitud ante la vida.

Las playas están formadas de millones de minúsculos granos de arena. No podemos permanecer inmóviles cuando no nos gusta la realidad que nos rodea, pensando que nada podemos hacer para cambiarla. Tampoco podemos instalarnos en la ilusión de que el mundo es maravilloso. Hay mucho por hacer. Todo es una cuestión de actitud.

La actitud es una perspectiva interna.  Es nuestra manera de pensar. La que, en consecuencia, nos conduce a actuar. Es absolutamente personal. Sólo quien escuchó aquellos reportajes de mi amiga periodista, sabe como cambió su actitud ante la vida. Porque nuestra actitud puede inspirar la de otros. Aunque nunca lo sepamos.

Pasados varios años, escribí un relato, El vuelo del urubú, inspirado en aquel viaje a Brasil que te he contado en este artículo.

 

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