Tu caja de las historias. Un decálogo

Con seguridad, en más de una ocasión te han hecho preguntas como éstas. «¿Qué me cuentas de ti?» «¿Cuál ha sido tu experiencia?» «¿En qué consiste exactamente lo que haces?» «¿Cuál es tu trabajo? ».

Y en más de una ocasión te habrás quedado sin saber qué responder. Te propongo una solución sencilla y emocionante: la caja de las historias.

Historias que conectan

Una historia, en general, no se improvisa. Y piensa que no es lo mismo una historia contada ante a un amigo o ante un auditorio que una historia escrita. En la primera, el tiempo tiene que ser lineal para no confundir a tu interlocutor. En la  segunda, puedes permitirte los saltos temporales, que la enriquezcan y le den un mayor poder narrativo.

Para responder a esa preguntas, o cuando tengo que escribir una nota en este blog, o realizar una ponencia, echo mano de mi caja de las historias, en la que siempre  tengo guardada alguna historia que me permita conectar con mis interlocutores. En esa caja he ido guardando mis notas, mis apuntes y mis posits… Mis recuerdos, en una palabra.

Leí en una entrevista al genial cantante Tom Waits,  que se le había ocurrido una canción mientras conducía. Y que la perdió por no haberla escrito. Algo tan sencillo como anotarla haciendo una parada, nos hubiera proporcionado otra excelente canción. 

Tengo memoria frágil, a la vez que pongo los cinco sentidos en mis experiencias diarias. Por eso tengo un cuaderno donde anoto lo que me viene a la cabeza. Siempre lo llevo conmigo. Esos cuadernos están guardados en una caja, la caja de las historias


Los americanos suelen decir que, generalmente, la inspiración nos visita en tres lugares, lo definen como las tres Bes: Bed, Bus and Bath.  Es decir en la cama, en el autobús y en el baño. El 72% de la inspiración se produce en la ducha.


A medida que las historias te surjan, anótalas. No hace falta que la historia esté completa. Puede ser una idea, una frase, un pensamiento. Tal vez solo sea una sugerencia que te ha suscitado un comentario, una canción o un cuadro. Algún día cobrarán vida.

Decálogo para tu caja de las historias

    1. Como cualquier buen guiso, deja que esas historias maduren en la caja. Revísalas de vez en cuando y complétalas, si te parece oportuno o si recuerdas algo más.
    2. Cuántas más historias escribas, más vas a generar. La utilización mapas mentales es de gran utilidad para generar nuevas historias
    3. Hoy todos llevamos un teléfono móvil en el bolsillo. Hacer una fotografía de algo que nos resulte sugerente, puede ser la semilla de una nueva historia. Muchas de las fotos que ilustran las notas de este blog, están obtenidas así. Como la pieza de un puzle, siempre acaban encajando. Una imagen puede, en muchas ocasiones, hacer que superes un bloqueo creativo.
    4. Y si no dispones en ese momento de un pósit o un cuaderno, la aplicación «Notes», u otras similares que tengas en tus dispositivos móviles, son  un buen recurso.
    5. Anota también las diferentes emociones que hayas experimentado en un determinado momento. Cómo, cuándo y por qué te surgieron, y su intensidad.
    6. Escribe las diferentes sensaciones que hayas vivido en un viaje, en una excursión o en un paseo: olores, colores, sonidos, etc. Estos detalles son muy importantes para incorporarlos a tus historias.
    7. Como ejercicio útil para ir entrenándote, puedes escribir recuerdos de tu época del colegio, del instituto o la universidad. Amigos que te marcaron o conversaciones que dejaron huella en ti.
    8. Puedes dividir estas experiencias en lugares, personas y cosas.
    9. Libros, películas y canciones son una fuente inagotable de ideas. Anótalas. Puedan llevarte a historias que hayas vivido.
    10. Escribe siempre desde el corazón.

¿Cómo va a ser tu caja de las historias?

 

 

Tengo más de 30 años de experiencia en comunicación. He convertido mi pasión, el Storytelling, en mi trabajo. Ayudo, por eso, a empresarios, emprendedores y profesionales a definir su Identidad, descubriendo su historia. Soy Coach de Storytelling y Marca Personal. Soy un infatigable lector. Me apasionan la novela negra, el jazz y la ópera.

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