El arte de contar historias, según Disney

 

El universo Disney ha desembarcado en el madrileño Paso del Prado. La exposición Disney, el arte de contar historias puede verse en CaixaForum Madrid, hasta el 4 de Noviembre de 2018. La muestra ofrece más de 200 piezas de Walt Disney Animation Studios, en primer lugar, para el disfrute de tres generaciones de espectadores que hemos crecido con las películas de Disney.

Disney, el arte de contar historias resulta, por otro lado, de gran interés para estudiosos del arte, el diseño gráfico y la animación. Para los que amamos el storytelling es, además, un lugar donde conocer los mecanismos de la factoría que ha creado (o recreado) grandes historias que forman parte de nuestro imaginario colectivo.

Esta exposición es, en ciertos aspectos, un complemento de la que pudo verse hace unos años, coincidiendo con el 25 aniversario de Pixar. Disney es hoy la propietaria de Pixar.

En aquella muestra dedicada a Pixar, no había solo bocetos o dibujos. Eran especialmente relevantes los vídeos de animadores o guionistas sobre la creación de historias, personajes y mundos. También había maquetas, bocetos y dibujos. Sin embargo, Disney, el arte de contar historias es exclusivamente gráfica: acuarelas, carboncillos, acetatos, dibujos a lápiz, guiones y cortometrajes. Dos puntos de vista diferentes, que dan como resultado emocionar a millones de espectadores.

Disney, el arte de contar historias. 5 áreas

 

La exposición está dividida en cinco áreas temáticas. Cada área se centra en las historias donde Disney encontró inspiración para crear sus animaciones.

    • El estudio. Aquí se recogen las películas inspiradas en los mitos clásicos griegos.
    • La cabaña. El mundo de las fábulas. Las películas en la que los animales toman la palabra.
    • El bosque. Los héroes de las leyendas.
    • La frontera. Las historias del folklore norteamericano. Las conocidas como Tall tales, las historias de la conquista del Oeste americano.
    • El castillo. Los cuentos de hadas. Los castillos y palacios llenos de fantasía. Trolls, hadas y princesas.

Un archivo para la inspiración

 

Las piezas exhibidas en Disney, el arte de contar historias forman parte del patrimonio de los estudios desde su fundación, almacenadas en la Walt Disney Research Library. Esta biblioteca dispone de unos 65 millones de piezas. No es, sin embargo, accesible al público. Solo tienen acceso a ellas los trabajadores de los estudios Disney. Es, en consecuencia, un lugar para su documentación e inspiración.

Las piezas que pueden verse en CaixaForum Madrid (la exposición ya ha estado en Barcelona y Sevilla) son, por lo tanto,  «las más fáciles de transportar y las que en mejor estado de conservación se encuentran», comentó Mary Walsh, comisaria de la exposición y directora de la Walt Disney Research, en la conferencia inaugural, en julio pasado.

Finalmente, Disney, el arte de contar historias va a estar 6 meses en Madrid. Puede verse hasta el 4 de noviembre de 2018. Además, todos los miércoles de octubre de 2018, habrá una conferencia o la proyección comentada de alguna de las películas míticas. Habrá también actividades dirigidas a los niños, la familia o los escolares.

Universos Disney- Pixar: crear y vivir mundos de cine

¿Qué son los universos Disney- Pixar?

La tecnología está permitiendo que los mundos virtuales, creados artificialmente, sean una extensión natural del mundo real. Los cambios han sido tan rápidos y vertiginosos, que no hemos tenido el tiempo para asimilarlo. Nos hemos sumergido absolutamente en ellos.

¿Alguien piensa que las dos últimas décadas han sido asombrosas? Que espere y verá.

CHRIS ANDERSON

Chris Anderson es cofundador de 3D Robotics, empresa que se dedica a la construcción de robots aéreos y aviones no tripulados. Es más conocido, sin embargo, como escritor experto en tecnología, y director de la revista Wired.

Estos avances tecnológicos son los que ha propiciado que la atracción dedicada a la película  Ratatouille haya podido finalmente ponerse en marcha en Disneyland Paris. Así lo contaba en el mes de agosto de este mismo año, Tom Fitzgerald, creador ejecutivo de Walt Disney Imagineering, en el diario ABC. La atracción Ratatouille ha venido a sumarse así a los universos Disney- Pixar ya existentes.

Universos Disney- Pixar: viaje al fondo del mar

 

A finales del año 2004, tuve la fortuna de asistir, junto a un grupo internacional de periodistas, al montaje de la primera atracción de este tipo que se instaló en los Studios Disney de París. Fue Buscando a Nemo. La tecnología no estaba entonces tan avanzada.

La montaña rusa que recorre sinuosa las profundidades marinas donde vive Nemo, el pez payaso, su sobreprotector padre y sus amigos, no estaba finalizada aún.  Los técnicos probaban la música y los efectos sonoros, y los informáticos daban los últimos toques a las imágenes virtuales. Aparecen entonces tiburones, bandadas de peces y anémonas. Así pude apreciar todos los detalles capaces, todos juntos, de crear una atmósfera fantástica.

La sensación de profundidad estaba creada gracias a los efectos visuales y a los trabajos de perspectiva construidos por los ingenieros. La tortuga- vagoneta en la que hice el recorrido, circulaba sobre los raíles (entonces a la vista) a un ritmo más lento que cuando la atracción funcione a pleno rendimiento.

Un viaje por las tripas de la atracción. No menos emocionante que el real. Un viaje a la creación de un mundo fantástico. El uso de herramientas extraordinarias para cambiar el mundo físico.

Creación de mundos y atmósferas

 

Ya en el exterior, un ejército formado por cientos de personas, se mueven frenéticamente sorteando tablones y bancos de trabajo. Ingenieros, pintores, decoradores, sonidistas, albañiles y carpinteros. Los técnicos nos explican el fascinante proceso de creación de una atracción. La formación de una atmósfera que en el minuto que dura la atracción, nos hará creer que estamos bajo el mar.

No pude evitar recordar la serie— yo era entonces un niño—, que se emitía los sábados por televisión, entonces en blanco y negro, Viaje al fondo del mar. Los personajes y las aventuras que vivían los tripulantes de un submarino ejercieron una gran influencia imborrable en mi mente. Disparaban mi imaginación. Gracias a la tecnología, estaba sumergido ahora en aquel mundo que imaginaba cuando era niño. Sentí un escalofrío.

Personajes reales

 

El proceso que se sigue para la construcción de una atracción, es como el de creación de una película. Desde la elaboración del storyborad y el guión, a la construcción de los decorados. Desde el modelado de los personajes hasta el diseño del recorrido que lleva el vehículo sobre el que se los visitantes harán el viaje a las profundidades marinas.

Escenarios ya vistos en la pantalla y que nos resultan familiares. Al igual que las aventuras de sus personajes. Estos mundos son imaginarios, pero tomados de la realidad y pasados luego por el filtro de la fantasía. Excepción hecha de los superhéroes, los personajes no están dotados de poderes sobrenaturales.  Son de carne y hueso. Tienen responsabilidades diarias y viven conflictos. Como tú y como yo.

Al diseñar los personajes, lo importante es captar la esencia de alguien. Y así el espectador proyectará en esa persona el diseño del personaje.

—RICKY NIEVA, diseñador de producción de Ratatouille.

Por eso los personajes de los universos Disney– Pixar son creíbles. Hablan y piensan como seres humanos. No como peces o gatos. La creación estos mundos fantásticos y de estos personajes inolvidables, han sido y siguen siendo una fuente de inspiración para mí, a la hora de crear historias y de ayudar a crearlas a otros en los cursos de storytelling.

Donde las Humanidades y la Tecnología se unen

 

Estas atracciones, como otras de los universos Disney- Pixar, están todavía fuertemente imbuidas por la filosofía que Steve Jobs trasmitió a Pixar desde su nacimiento. Jobs solía utilizar una diapositiva en sus presentaciones en las que se mostraba la unión entre Humanidades y Tecnología. El cofundador de Apple creía firmemente en  la intersección de las Humanidades y la Tecnología. O sea, la unión entre el arte y la creación, y la tecnología. Al estilo de los artistas renacentistas como Leonardo da Vinci y Miguel Ángel.

Artesanía en innovación, «la gran revolución industrial», en palabras de Chris Anderson en Makers (Urano, 2013).  O sea, el «hazlo tú mismo», la auténtica revolución que la Web está propiciando. Makers es un libro de muy aconsejable lectura.

 

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