Dentro de la caja o fuera de la caja, sé diferente

Dentro de la caja es un libro disruptivo. Rompe con la creencia imperante de que la creación está «fuera de la caja». Sus autores, profesores de marketing en universidades estadounidenses, plantean que el enfoque «dentro de la caja» es un medio para crear ideas innovadoras «de verdad», en cualquier momento, usando los recursos que tenemos a mano.

DENTRO DE LA CAJA. El proceso creativo que funciona en todos los casos. Drew Boyd, Jacob Goldemberg. Empresa Activa. Ediciones Urano, 2014.

 

El mago y  mentalista Javier Luxor clausuró con un inteligente y divertido espectáculo unas Jornadas Profesionales de Coaching. Entre los diferentes números de agilidad mental y mentalismo que realizó, hubo uno que invitaba a pensar fuera de la caja.

Este ejercicio consiste en solicitar un número a uno de los asistentes. Desde el público le dieron el 34. El mentalista dibujó una matriz de cuatro filas y cuatro columnas, situando el 34 fuera de ella, en la parte superior.

En pocos segundos, escribió en cada recuadro de la matriz ( a modo de sudoku), cifras que sumadas en fila, en columna, en diagonal (como las clásicas Sopas de letras), tomadas de cuatro en cuatro en celdas contiguas, etcétera, sumaban 34.

Desafiar creencias: dentro de la caja

La moraleja de este ejercicio era, en consecuencia, que hay que pensar «fuera de la caja». Es decir, el número 34 estaba presente delante de nosotros en todas aquellas combinaciones, no solamente como número de dos cifras, así escrito. Tuve entonces dos pensamientos contradictorios.

  • Por un lado, me trajo a la memoria la comúnmente aceptada metáfora de la creatividad: «pensar fuera de la caja». Este concepto lo acuñó el psicólogo  J.P. Guilford, a principios de los setenta.

Guilford propuso esta idea tras desafiar a varias personas para que unieran con una sola línea recta los nueve puntos de una matriz de 3×3. Es el mismo puzle que hoy aparece en la pantalla de inicio de miles de dispositivos móviles,  que contiene la clave de acceso del usuario.

  • Por otro, las ideas de profesores norteamericanos e israelíes expertos en marketing, que desafían la creencia de Guilford. Dos de ellos, Drew Boyd y Jacob Goldemberg, acaban de publicar el libro Dentro de la caja.  En él propugnan exactamente lo contrario al pensamiento dominante de pensar dentro de la caja.
«Se produce más innovación —y más rápida y mejor— cuando trabajamos dentro del mundo que nos resulta familiar (sí, dentro de la caja), usando lo que llamamos plantillas. Estas plantillas canalizan el proceso creativo de tal manera que nos hace más -no menos- creativos». —Drew Boyd y Jacob Goldenberg.

Mundo cerrado: dentro de la caja

La tesis del libro Dentro de la caja es sencilla:

Hay soluciones muy creativas ocultas a plena vista de un producto, servicio o entorno ya existentes.

Drew Boyd y Jacob Goldenberg

Los autores consideran, en primer lugar, que el acto creativo:

    • No es un acontecimiento extraordinario.
    • No es un don con el que nacemos
    • Sí es una destreza que cualquiera puede aprender y dominar.
«La creatividad se oculta dentro de la caja. No tiene que esperar a que llegue la inspiración ni depender de algún tipo de chispa inusual de brillantez para crear algo». Drew Boyd y Jacob Goldenberg

Boyd y Goldenberg se basan en el concepto «Mundo Cerrado», propuesto por Romi Horowitz en los años noventa. El «Mundo Cerrado» plantea la idea de mirar hacia dentro en lugar de hacia fuera. Y esto nos impulsa hacia el territorio virgen de ideas realmente creativas. Es decir, observar el mundo que nos resulta familiar.

Consecuencia de ello, los autores proponen un método de innovación llamado Pensamiento Inventivo Sistemático (SIT, en inglés).  Y este método no es otra cosa que sistematizar los patrones de pensamiento que la humanidad ha venido usando durante miles de años.

Los patrones, además, tienen un papel vital en nuestra vida cotidiana. O sea, el enfoque “dentro de la caja”.

 El método SIT tiene como objetivo crear una cultura de innovación en el seno de las organizaciones.

En el núcleo de este método hay cinco plantillas que guían a través de la generación de ideas y las hacen valiosas.

Las cinco plantillas

      1. Sustracción. Quitar algo que se creía esencial del producto o servicio. (Apple eliminó la característica de “llamada” del iPhone y creó el iTouch.)
      2. División. Separación de uno de los componentes del producto y colocarlo en otro lugar diferente al de su uso habitual. (Las pesas que permiten regular el peso en un aparato para gimnasia.)
      3. Multiplicación. Se copia un componente, combinándolo de una manera que al principio parecía extraña. (Los televisores con imagen dentro de la imagen.)
      4. Unificación de tareas. Agrupar ciertas tareas de un componente del producto o servicio, que antes se creía que no guardaban relación. (Hidratantes faciales que ofrecen, además, protección contra el sol.)
      5. Dependencia de atributos. Correlacionar varios atributos del producto o servicio. (La geolocalización o los limpiaparabrisas que ajustan su velocidad a la cantidad de lluvia.)

Dentro o fuera de la caja

Finalmente, solo opongo un pequeño pero a este disruptivo libro. Los autores consideran que su método es la única manera de innovar. Estimo, en la línea que expresa el viejo aforismo chino: «gato negro, gato blanco, lo importante es que cace ratones».

En mi opinión, en consecuencia, la creatividad está dentro de la caja o fuera de la caja, siempre que se tenga la actitud de caminar hacia delante. ¿En la propuesta de Javier Luxor no están las soluciones dentro de la caja, simbolizada en la matriz ? ¿No es también el ejercicio de mentalismo descrito una invitación a mirar la matriz desde fuera de la caja, para encontrar el 34?

 

 

 

Tengo más de 30 años de experiencia en comunicación. He convertido mi pasión, el Storytelling, en mi trabajo. Ayudo, por eso, a empresarios, emprendedores y profesionales a definir su Identidad, descubriendo su historia. Soy Coach de Storytelling y Marca Personal. Soy un infatigable lector. Me apasionan la novela negra, el jazz y la ópera.

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