Libros para emprendedores, muy prácticos y útiles

 

Libros para emprendedores hay muchos. Y cada vez se publican más. Saber cuál leer se convierte así en una carrera contrarreloj. Creo, sin embargo, que es una carrera de fondo. Por eso, cuando hablo de libros útiles y prácticos, quiero decir que son libros que, además de  proporcionarte una estimulante compañía, facilitan tu desarrollo profesional — y, acaso, también personal—.

Me he permitido escoger, por eso, esto cinco entre los varios libros para emprendedores que he leído últimamente y que he reseñado en este blog. Son textos publicados entre 2014 y 2020. De todos ellos puedes leer un comentario más amplio, siguiendo los enlaces.

La selección es amplia, porque trata muy diferentes aspectos del emprendimiento. Comunicación, storytelling, cómo se crea una empresa o un curso completo de emprendimiento. Y todos tienen características comunes. Son útiles y de lectura fluida. Es decir, son sencillos de leer, lo que no quiere decir que no estén documentados.  Y todos ellos, además, son muy prácticos.

Cinco libros para emprendedores, muy prácticos

Eso nunca funcionará

 

ESO NUNCA FUNCIONARÁ. El nacimiento de Netflix y el poder de las grandes ideas, Marc Randolph. Planeta, 2019. Traducción de Anna Valor. 352 páginas.

 

 

Eso nunca funcionará cuenta el proceso completo de la creación Netflix. Desde el nacimiento de la idea y su desarrollo, hasta la salida a bolsa. Es, por ello, un libro —con formato de novela— de imprescindible lectura para cualquier emprendedor. «Un libro de memorias», en el que Marc Randolph, cofundador y primer presidente de Netflix, reconstruye y recrea los acontecimientos que ocurrieron hace veintitrés años.  Una lectura imprescindible para un emprendedor.

De cero a uno

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DE CERO A UNO. Cómo inventar el futuroPeter Thiel. Editorial Planeta, 2015

 

 

De cero a uno aborda cómo construir compañías capaces de crear cosas nuevas. Y, por extensión, cómo hacer algo nuevo, algo que antes no existía. O sea, pasar de cero a uno. La esencia del emprendimiento, en definitiva.

El libro aborda las preguntas que hay que plantearse y responder para triunfar en la empresa de hacer algo nuevo. Porque eso es precisamente lo que, en opinión de PeterThiel (cofundador de PayPal), una empresa emergente debe hacer: cuestionar las ideas preconcebidas y repensar el negocio desde cero. Lee aquí una reseña.

Storytelling como herramienta de comunicación

 

 

STORYTELLING COMO ESTRATEGIA DE COMUNICACIÓN. Herramientas narrativas para comunicadores, creativos y emprendedores, Guillaume Lamarre. Editorial Gustavo Gili, 2019. 174 páginas.

 

 

Un manual básico para aquellos principiantes que deseen comunicar utilizando un mensaje en forma de relato. El libro Storytelling como estrategia de comunicación es una caja de herramientas. Resulta útil, sobre todo, para  quienes deseen introducirse en el storytelling. Una invitación a dar un primer paso, de interés para directores de comunicación, creativos o diseñadores. Pero también, para aquellos que están construyendo su Marca Personal  y emprendedores. En definitiva, un libro sencillo, directo y conciso.

La disciplina de emprender

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LA DISCIPLINA DE EMPRENDER. 24 pasos para lanzar una startup exitosa. Bill Aulet. Lid Editorial. 2015

 

 

La disciplina de emprender es un curso completo de emprendimiento, basado en el estudio de casos de éxito. Está dirigido tanto a quienes emprenden por primera vez como a emprendedores experimentados. Su autor es el profesor Bill Aulet.  El libro es el resultado de las clases que imparte en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) —«la mejor universidad de emprendedores del mundo», dice Aulet. En definitiva, este libro es un curso del MIT al alcance de todos. Y mucho más barato, desde luego.

Contagioso

CONTAGIOSO. Cómo conseguir que tus productos e ideas tengan éxito. Jonah Berger. Gestión 2000, 2014

 

 

¿Qué hace que un producto tenga éxito y otros no? ¿Qué hace que una idea sea viral? Contagioso es un libro que explica cuáles son los elementos que permiten que los mensajes alcancen la influencia necesaria que necesita una Marca Personal y el producto o servicio que como emprendedor vendes. La influencia social tiene un peso enorme al realizar una compra, o para que una idea triunfe. Si quieres influir y usas con frecuencia las redes, este libro es para ti. Te permitirá emitir mejores mensajes. Y con muy bajo presupuesto.

 

Storytelling como estrategia de comunicación

 

El libro Storytelling como estrategia de comunicación es una caja de herramientas. Resulta útil, sobre todo, para  quienes deseen introducirse en el storytelling. Una invitación a dar un primer paso. Puede, por tanto, ser de interés para directores de comunicación, creativos o diseñadores. Pero también, para aquellos que están construyendo su Marca Personal  y emprendedores.

STORYTELLING COMO ESTRATEGIA DE COMUNICACIÓN. Herramientas narrativas para comunicadores, creativos y emprendedores, Guillaume Lamarre. Editorial Gustavo Gili, 2019. 174 páginas.

 

 

El libro Storytelling como estrategia de comunicación está construido sobre cinco bloques, divididos cada uno de ellos en breves capítulos.

I.  EL PODER DE LAS HISTORIAS

Las historias son algo consustancial al ser humano. Forman parte de nuestro patrimonio genético. Una de las razones que explican nuestra supervivencia en el mundo.

—GUILLAUME LAMARRE


 

Guillaume Lamarre, consultor y formador francés, define el storytelling como «el arte de inventar y contar historias.»

EL TÉRMINO «INVENTAR» AÑADE UN PLUS A LA DEFINICIÓN COMÚNMENTE EXTENDIDA QUE DEFINE EL STORYTELLING SOLO COMO EL ARTE DE «CONTAR».

 

II.  MARCA Y STORYTELLING: ALGUNAS NOCIONES FUNDAMENTALES 

Este bloque se inicia un  breve análisis de cómo el storytelling ha estado siempre presente — de una manera u otra— en todas las campañas publicitarias de la historia. Y después se centra en la aplicación del storytelling en las definiciones de Misión y Visión, así como en la estrategia de marca y en la experiencia de marca.

Las reglas para la estrategia de marca se pueden aplicar igual de bien a las organizaciones como a nosotros mismos por separado, pues se trata de la puesta en escena de nuestro propio storytelling.

—GUILLAUME LAMARRE


 

Lamarre propone, finalmente, cambiar el término target por “público”. Un acertado consejo, puesto que invita a que el comunicador se centre en su público y no en una audiencia genérica. «El storytelling es una cuestión de empatía»—dice Guillaume Lamarre.

III.  LAS CINCO CARACTERÍSTICAS DE UNA BUENA HISTORIA 

El autor se apoya aquí en lo propuesto por los hermanos Heath, Dan y Chip, en Ideas que pegan (Lid Editorial, 2016). Un libro de referencia sobre cómo diseñar una idea contagiosa. Por lo tanto, estas son las características que pueden encontrarse en toda  narración: Simplicidad, Sorpresa, Concreción, Verosimilitud y Emoción.

IV.  ANATOMÍA DE UNA HISTORIA

Decía más arriba que la introducción del término «inventar» suponía un plus a la definición de storytelling. «Inventar» justifica, además, la existencia de buena parte del libro, puesto que el autor facilita en este capítulo sencillos métodos para construir historias.

Propone el autor construir la historia desde el mensaje —«el tema» o «mensaje esencial»— que se quiere transmitir. Y desde ahí, construir el conflicto; o sea, lo que hace que la historia avance.

Analiza después varias películas  y novelas muy conocidas,  para definir las que considera son las cinco tramas principales que contienen las historias.

DERROTAR AL DRAGÓN, DE LA MISERIA A LA RIQUEZA, EL RENACIMIENTO, LA BÚSQUEDA, EL VIAJE.

 

Estas son, en sí mismas, algunas de las etapas del Viaje del Héroe que enunció el mitólogo Joseph Campbell. Y de las que el cine, sobre todo el norteamericano, se sirve. Uno de los métodos que propone Lamarre para crear historias es, precisamente, el uso de las doce etapas como los sucesivos pasos a seguir para  construir una historia.

V.  MEJORA TU ESCRITURA Y DESARROLLA TU ESPÍRITU CREATIVO 

El autor ofrece variados consejos y reglas sobre la forma de abordar la escritura de historias para ser utilizadas en el sector de la comunicación. Y breves pinceladas para estimular, afinar y cuidar la creatividad.

storitelling como estrategia de comunicación-imagen primer capítulo

Storytelling como estrategia de comunicación, un manual

 

Los cinco bloques mencionadas tiene una estructura similar. Capítulos cortos que comienzan con uno o varios ejemplos, contados en forma de historia, seguidos de una explicación —digamos— teórica. Al final del capítulo se proponen ejercicios muy interesantes para practicar lo aprendido. Cada bloque se cierra con una entrevista.

Los entrevistados son: un novelista; una directora de comunicación; una periodista; un publicista; y dos guionistas, uno de cine y otro de cómic. Lo más destacable es que todas las entrevistas finalizan con la solicitud del entrevistador, para que su interlocutor ofrezca consejos a aquellos que quieran iniciarse en el storytelling.

Este es un libro sencillo, directo y conciso, con un original diseño geométrico en colores rojo y negro. Y es, en consecuencia, un manual básico para aquellos principiantes que deseen comunicar —profesionalmente o no— utilizando un mensaje en forma de relato.

Es muy de agradecer, finalmente,  la publicación en nuestro idioma de un texto sobre storytelling, dada la escasa bibliografía en castellano que sobre esta materia existe en el mercado. En este artículo —en constante actualización—puedes encontrar más libros sobre storytelling.

 

 

 

Confinamiento, lectura y las voces del horror

Para Eduardo Martínez Rico.

 

No he leído ni un solo libro durante el confinamiento. No podía. Lo intenté varias veces. Ni me concentraba ni conseguía retener lo leído, y tenía que volver, una y otra vez, a la página anterior. Desistí. Eso sí, de leer noticias me he hartado, sobre todo los primeros días. Hacia la tercera semana de encierro, decidí que mi dieta informativa consistiría en un recorrido matutino por los titulares de los periódicos y continuar escuchando la radio. No quería (no podía) vivir ajeno a lo que ocurría extramuros de mi casa.

Las mágicas ondas de la radio traspasaron esas paredes. Colaron en mi comedor, en la cocina, en el dormitorio, las voces del horror: parados; familias hambrientas; hijos que no habían podido despedirse de sus padres ancianos, agonizantes en soledad; empresarios arruinados; médicos y enfermeras desbordados y contagiados, muertos; políticos canallas y mentirosos.

No podía leer porque la realidad me estaba absorbiendo. Mi voluntad era leer, pero las poderosas emociones que estaba viviendo me lo impedían, desviaban mi atención. Por eso no conseguía poner el foco en la lectura. Recordé haber escuchado al escritor griego Petros Márkaris —el padre literario del magnífico teniente Jaritos— decir en una conferencia que él no podía escribir sobre las oleadas de refugiados que en aquellos días llegaban a las islas griegas, hasta pasado un tiempo. Necesito alejarme emocionalmente, dijo el gran narrador de la Grecia moderna.

Y si para escribir hay que alejarse de las emociones —tampoco he escrito nada—, lo mismo creo que puede decirse del acto de leer. Los humanos no nacimos para leer; hemos tenido que aprender. Miles de años de evolución. Leer —a diferencia de escuchar la radio—requiere atención plena. Atención para desvincularnos de lo que estemos haciendo; atención para centrarnos en las palabras de un libro; y, finalmente, atención para entrar en acción: leer. Emocionalmente, el confinamiento ha sido para mí una brutal montaña rusa. Por eso no podía leer: no conseguía librarme del horror.

Le conté a un amigo, el escritor Eduardo Martínez Rico, lo que me pasaba. Lo siento mucho, me dijo con tono grave. A los pocos días, escribió en su blog de Zenda que los libros son la solución. Subscribo, de la cruz a la raya, lo que en aquel artículo decía. Tiene razón Eduardo y yo sé que la tiene, los libros son la solución: para encontrar remedios a nuestros males, para divertirnos, para enseñarnos a vivir. Y por eso me dijo que lo sentía; no podía decirme ninguna otra cosa. Es lo mismo que yo hubiera contestado a quien me hubiera contado que su novia se había fugado con su mejor amigo.

La realidad ha sucedido antes en los libros, escribía también Eduardo. Es verdad. Pero, ¿qué es realidad? ¿Es más fuerte la realidad que la ficción? La realidad no existe. Cada uno de nosotros la percibimos de manera diferente. ¿Cómo la percibía yo? Las voces del horror,  me golpeaban, como el «ploc» constante de la gota de agua del aljibe que escuchaba el teniente Giovanni Drogo, en la oscuridad de su cuarto, aislado en la Fortaleza. El «ploc» impedía dormir al teniente Drogo. Y no tenía un libro para aguantar su soledad. Así lo cuenta Dino Buzzati en El desierto de los tártaros.

La Fortaleza era el último bastión defensivo frente a un desierto que ningún enemigo había cruzado nunca, una «frontera muerta». Y eso es lo que yo veía desde mi ventana —mi frontera muerta—: un desierto tártaro por el que, montado en cada aliento, cabalgaba un enemigo invisible. Un enemigo sin estrategia, sin armas, pero letal. Un enemigo agazapado, mudo, que —pensaba el teniente Drogo de los tártaros que nunca vio— esperaba la oscuridad para atacar.

Yo, a diferencia de  Giovanni Drogo, sí tenía libros. Muchos. Me miraban —silentes— desde los anaqueles blancos, desde la mesilla auxiliar, junto a mi sillón de lectura; soy incapaz de leer en la cama. Quería alargar la mano y abrirlos. Pero no podía. Tenía pesadillas en la que quería huir, pero no podía moverme. Milagrosamente, me despertaba angustiado, sudando.

Y de la misma manera asombrosa en que me despertaba de aquellas pesadillas atormentadas, me descubrí leyendo. De corrido. La radio había dicho esa mañana que era el día cuarenta y uno del confinamiento. Una cuarentena.