Cómo gestionar emociones

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Gestionar emociones  entrenamiento. El primer paso es identificar la emoción en la que estamos, para posteriormente regularla. Principio básico para gestionar emociones: yo soy quien decide. En consecuencia, decido a qué pensamientos hago caso y a cuáles no.

Las emociones son respuestas ante acontecimientos externo o internos. Ante esos acontecimientos, interpretamos. Y según interpretamos, así nos sentimos.

¡Qué película tan emocionante! ¡Me han emocionado tus palabras! Me emocioné ante aquella puesta de sol.

Frases como éstas son frecuentes en nuestras conversaciones diarias. Cuándo utilizas estas frases, ¿qué estás queriendo expresar exactamente?

Los seres humanos somos grandes consumidores de emociones. Pero no somos totalmente conscientes de nuestros permanentes estados cambiantes ni, la mayoría de las veces, sabemos identificar la emoción en la que estamos.

Claro que tengo miedo, más que los espectadores. Si no tuviera miedo, el motociclismo no sería emocionante. – Ángel Nieto, campeón del mundo de motociclismo

Una puesta de sol, por ejemplo, puede provocarnos varias emociones diferentes: sorpresa, alegría por su belleza, tristeza porque no puede ser compartida con quien se desea. O incluso, miedo, porque marca la antesala de la noche. Qué gran variedad, ¿no?

Cómo gestionar emociones

Las emociones no son lineales, fluctúan. A veces, una se superpone a otra. En otras ocasiones, son divergentes, como si pisáramos el acelerador y el freno al mismo tiempo.

Las emociones no son buenas ni malas, positivas o negativas. Son útiles o inútiles. Nos dan mucha información:

Las emociones son tesoros

Es muy importante que identifiques tus emociones, para poder después gestionarlas. Gestionarlas no quiere decir evitarlas, sino manejarlas. ¿Cuántas veces has dicho, por ejemplo, “no quiero estar triste”. Muy posiblemente necesites estar triste. Negarte esa emoción no hará que te sientas mejor. Otra cosa bien distinta es que añadas pensamientos a la tristeza, convirtiéndola en melancolía. O, en el peor de los casos, en angustia o depresión.

No hay que equivocarse. Lo que nos hace sufrir, estar tistes o eufóricos, no son las emociones, son los sentimientos. Las emociones aparecen ante un estímulo interno o externo. Las emociones son el presente, duran unos segundos. Los sentimientos, sin embargo, los construimos y se dilatan en el tiempo.

¿Cómo construimos los sentimientos? Añadiendo un pensamiento a la emoción. Nuestros pensamientos son la fuerza que hace que nuestras emociones vayan cambiando.

Al cambiar de opinión sobre una situación, modificamos también nuestras emociones. Cambiando el pensamiento, cambiamos la emoción.

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Emociones, una montaña rusa

En un tranquila conversación, por ejemplo, las emociones tienen altos y bajos suaves. Estamos en sintonía con la otra persona, como si viajáramos plácidamente en un tiovivo.

Si esa conversación se convierte en discusión, el tiovivo se convierte en una montaña rusa. Son tan potentes las emociones que se generan, que ascienden solas y luego descienden vertiginosamente. Para que esto ocurra solo basta un impulso inicial, una palabra, un gesto, un comentario que no nos gusta.

Esa palabra o ese gesto puede provocarnos rabia. La rabia tiene un punto máximo: la ira. Cuando se alcanza ese punto, estallamos. Si la ira se enrancia, se convierte en rencor. En la parte inferior del itinerario de la ira está el coraje, que nos puede ayudar a impulsarnos, a decir, ¡basta! Si no decimos basta, o bien bajamos los brazos y caemos en la falta de voluntad, o bien volvemos a ascender, más furiosos aún.

En nuestra mano está ir por un camino u otro. “No es fácil”, dirás. Pero si no lo intentas… Intentarlo es comenzar el entrenamiento para gobernar tus emociones.

¿Qué te impide hacerlo?

¿Cuál es tu marca? Léete «Y tú, ¿qué marca eres?»

Si te preguntan ¿cuál es tu marca?, probablemente enarques las cejas y acaso respondas: «yo no soy una marca». O tal vez pienses en tus zapatillas deportivas favoritas, en tus vaqueros, o en un coche. «Las personas somos marcas»— dice Neus Arqués, escritora y analista experta en identidad digital.

Y TÚ, ¿QUÉ MARCA ERES? 14 claves para gestionar tu reputación personal. Neus Arqués. Alienta, 2012

 

Uno de cada dos jóvenes españoles (menores de 35 años), prefiere pagar más por una marca de calidad. Nuestros jóvenes se configuran así como los más «marquistas» de Europa, detrás de los suecos. Así se desprende del estudio realizado por IPSOS, publicado en noviembre de 2013.

Al hablar de productos o de servicios percibimos la calidad como un elemento diferenciador. Igualmente, consumimos productos o servicios por lo que de diferentes tienen, por los valores que nos transmiten, o por la promesa de cumplimiento que de nuestras expectativas nos ofrecen.

De acuerdo con estos planteamientos, lo lógico sería pensar que deberíamos ser igualmente proclives a imponer criterios de calidad —o de diferenciación—en la gestión de nosotros mismos.

No se trata de ser mejor que el resto: se trata de sacar partido de aquellos valores propios que nos hacen únicos.

—NEUS ARQUÉS

«Las personas somos marcas»— dice Neus Arqués. Y sobre esta tesis cimenta Y tú, ¿qué marca eres? Este libro es, en mi consideración,  fundamental para entender, en primer lugar, qué es la Marca Personal. Para después ayudarte a descubrir cuál es tu marca, los criterios para construirla y, finalmente, cómo gestionarla. Conceptos que  Neus Arqués expone en este texto de una manera sencilla y sistematizada.

Cambios vertiginosos

 

El concepto de Marca Personal es aún —digamos— adolescente. En 1997, Tom Peters, el denominado gurú de gurús en el mundo del management empresarial, publicó un artículo revolucionario en la revista Fast Company, titulado The Brand Called You.  En él alumbraba la idea de que todos somos jefes de una empresa —nuestra propia empresa— llamada Yo, S.L.

Tú eres una marca. Tú estás a cargo de tu marca.

—TOM PETERS

El contexto en el que se produce un hecho es fundamental. A finales del siglo pasado y comienzos del presente, el entono laboral comenzaba a cambiar y el desarrollo de Internet se empezaba a configurarse en el horizonte. En en ese particular momento cuando Peters rompe con lo establecido hasta el momento, incluso or el mismo. Si bien no ha transcurrido tanto tiempo desde aquel 1997, los cambios sí que han sido muchos y vertiginosos.

Neus Arqués explicita estos cambios en la introducción del libro Y tú, ¿qué marca eres?:

    • Somos seres hiperconectados.
    • Estamos inmersos en una crisis sistémica que nos obliga a redefinirnos profesionalmente.
    • Cada vez son mayores las dinámicas colaborativas, basadas en la aportación de muchos usuarios. Y eso exige diferenciación.
cualmes tu marca. Zapatillas blancas frente a una negra
«Invertir tiempo en averiguar cuáles son nuestros puntos fuerte, qué nos hace singulares y comunicarlos a los demás, es, sin duda, uno de los esfuerzos profesionales más rentables en un mercado laboral en cambio permanente». —Neus Arqués

Y tú, ¿qué marca eres? y la reputación

 

Estructuralmente, el contenido de este libro está dividido en cuatro partes:

    1. Las personas somos marcas. Diferenciación y estrategia.
    2. Identidad y reputación. La gestión de la reputación y la creación de una identidad digital.
    3. Estrategias de marketing personal. Cómo venderse. Networking y redes sociales.
    4. Y ahora, ¿qué? La motivación, el miedo y la creatividad.

Podemos simplificar aún más estas cuatro divisiones en dos grandes bloques, que responden a la pregunta inicial, ¿cuál es tu marca?:  Cómo se crea una Marca Personal y Cómo se vela por ella.

Primero somos Marca, luego viene la reputación

Y en este proceso de reducción que propongo en esta reseña, me permito un paso más. Reducir hasta encontrar la idea clave que contiene este libro, la esencia que permita entender todo el proceso de búsqueda de nuestra Marca Personal. Esta sería:

Todos somos marcas. Construimos nuestra marca, la manera en que somos únicos y diferentes, día a día

— NEUS ARQUÉS

Hago notar aquí que la autora distingue muy claramente entre qué es Marca Personal y qué es reputación. Mientras que la Marca es la suma de fortalezas, habilidades, valores y pasiones que nos hacen únicos y diferentes, la reputación es «una opinión vinculada al prestigio, una mirada externa» sobre cada uno de nosotros.

Neus Arqués delimita claramente esta diferenciación ya desde el título y el subtítulo de este libro. No distinguir entre marca y reputación, es un error muy frecuente en el que caen muchos autores, lo que crea confusión en el público. La razón de esta confusión radica, en mi opinión, en que estos teóricos consideran la Marca Personal casi exclusivamente como la mera presencia en redes y una estrategia de presencia en estas.

El lado humano de la Marca Personal

 

Y tú, ¿qué marca eres?  es un vademécum. Un libro de cabecera. Y no solo para quienes, como yo, trabajamos la Marca Personal. No hay disgresiones ni divagaciones en este texto de 142 páginas. Las acciones son concretas y directas, un itinerario que tiene un comienzo, pero no un destino definido, en el sentido de que ha de construirse cotidianamente. Aunque con esto no quiero decir que sea improvisado. Todo lo contrario. En este libro encontrarás cómo realizar un pormenorizado itinerario, paso a paso, a través del Cuaderno de Marca.

Y de antemano te digo que no es un camino fácil. Y no lo es porque entra en liza nuestro yo más profundo, nuestras creencia y valores. Material altamente sensible, intocable para muchos, de difícil gestión para otros. Y esta es otra de las ventajas del libro, que se desmarca de otros manuales y lo hacen diferente: la persona en primer lugar, y luego, todo lo demás.

Si la gestión diaria de tu marca es importante, no lo es menos cómo la construyes. Yo diría que es esencial. ¿Cómo puedes desear obtener una buena reputación, si antes no has definido cómo quieres que te vean? Dicho de otro modo, y esta es la pregunta que subyace en este texto,  ¿qué quieres ser en la vida?

 

 

Yo soy mi relato

Una reflexión sobre la manera de comunicar en la nueva realidad que se ha abierto en la Sociedad de la Información, la Era de la Atención. Cuarta Parte: CONSTRUIR NUESTRO PROPIO RELATO. 

 

Los seres humanos tenemos propensión a consumir y apropiarnos de historias con las que nos sentimos identificados.

Si no escribimos nuestras propias historias, otros lo harán por nosotros. Así lo expresaba el pensador francés Christian Salmon, autor de Storytelling: la máquina de fabricar historias y formatear las mentes. Este libro contiene un controvertido prólogo de Miguel Roig, Director Creativo Ejecutivo de la agencia publicitaria Saatchi& Saatchi (aquí puedes leerlo).

En la presentación que hizo en España de su obra, Salmon decía en El País: «Yo creo que estamos en un nuevo modo de opresión, no solamente política, sino una opresión simbólica que impide a la gente construir su propia vida, pensar y contar su propia experiencia.»

Los expertos en mercadotecnia lo saben muy bien, la percepción es más importante que la realidad. La percepción es la confrontación de quién creo que soy frente a cómo me ven los demás. Que coincidan ambas depende solo de cada unos de nosotros. Depende de cómo hayamos definido nuestra Identidad -la base de nuestra Marca Personal-, para que seamos vistos como deseamos que nos vean.

El heterodoxo y provocador filósofo contemporáneo, Mark Rowlands afirma que «el alma de lo seres humanos se revela en la historias que cuentan sobre sí mismos. Los seres humanos somos animales crédulos: porque nos creemos las historias que contamos sobre nosotros mismos.»

La aventura de cada uno de nosotros, de cada empresa, es construir nuestro propio relato, darle un sello personal y propio. Dependerá de cómo nos contemos a nosotros mismos y cómo contemos nuestra realidad, para que nuestro relato sea inspirador, que ayude a superar nuestras expectativas o las de otros, y que nos ayude a ser más felices.

Referencias:

El filósofo y el lobo, Mark Rowlands, Seix Barral. 2009, págs. 13-14

Vivimos en la gran mentira, El País, 19/10/2008 http://elpais.com/diario/2008/10/19/domingo/1224388354_850215.html (consultado el 18.04.2014).