Universos Disney- Pixar: crear y vivir mundos de cine

¿Qué son los universos Disney- Pixar?

La tecnología está permitiendo que los mundos virtuales, creados artificialmente, sean una extensión natural del mundo real. Los cambios han sido tan rápidos y vertiginosos, que no hemos tenido el tiempo para asimilarlo. Nos hemos sumergido absolutamente en ellos.

¿Alguien piensa que las dos últimas décadas han sido asombrosas? Que espere y verá.

CHRIS ANDERSON

Chris Anderson es cofundador de 3D Robotics, empresa que se dedica a la construcción de robots aéreos y aviones no tripulados. Es más conocido, sin embargo, como escritor experto en tecnología, y director de la revista Wired.

Estos avances tecnológicos son los que ha propiciado que la atracción dedicada a la película  Ratatouille haya podido finalmente ponerse en marcha en Disneyland Paris. Así lo contaba en el mes de agosto de este mismo año, Tom Fitzgerald, creador ejecutivo de Walt Disney Imagineering, en el diario ABC. La atracción Ratatouille ha venido a sumarse así a los universos Disney- Pixar ya existentes.

Universos Disney- Pixar: viaje al fondo del mar

 

A finales del año 2004, tuve la fortuna de asistir, junto a un grupo internacional de periodistas, al montaje de la primera atracción de este tipo que se instaló en los Studios Disney de París. Fue Buscando a Nemo. La tecnología no estaba entonces tan avanzada.

La montaña rusa que recorre sinuosa las profundidades marinas donde vive Nemo, el pez payaso, su sobreprotector padre y sus amigos, no estaba finalizada aún.  Los técnicos probaban la música y los efectos sonoros, y los informáticos daban los últimos toques a las imágenes virtuales. Aparecen entonces tiburones, bandadas de peces y anémonas. Así pude apreciar todos los detalles capaces, todos juntos, de crear una atmósfera fantástica.

La sensación de profundidad estaba creada gracias a los efectos visuales y a los trabajos de perspectiva construidos por los ingenieros. La tortuga- vagoneta en la que hice el recorrido, circulaba sobre los raíles (entonces a la vista) a un ritmo más lento que cuando la atracción funcione a pleno rendimiento.

Un viaje por las tripas de la atracción. No menos emocionante que el real. Un viaje a la creación de un mundo fantástico. El uso de herramientas extraordinarias para cambiar el mundo físico.

Creación de mundos y atmósferas

 

Ya en el exterior, un ejército formado por cientos de personas, se mueven frenéticamente sorteando tablones y bancos de trabajo. Ingenieros, pintores, decoradores, sonidistas, albañiles y carpinteros. Los técnicos nos explican el fascinante proceso de creación de una atracción. La formación de una atmósfera que en el minuto que dura la atracción, nos hará creer que estamos bajo el mar.

No pude evitar recordar la serie— yo era entonces un niño—, que se emitía los sábados por televisión, entonces en blanco y negro, Viaje al fondo del mar. Los personajes y las aventuras que vivían los tripulantes de un submarino ejercieron una gran influencia imborrable en mi mente. Disparaban mi imaginación. Gracias a la tecnología, estaba sumergido ahora en aquel mundo que imaginaba cuando era niño. Sentí un escalofrío.

Personajes reales

 

El proceso que se sigue para la construcción de una atracción, es como el de creación de una película. Desde la elaboración del storyborad y el guión, a la construcción de los decorados. Desde el modelado de los personajes hasta el diseño del recorrido que lleva el vehículo sobre el que se los visitantes harán el viaje a las profundidades marinas.

Escenarios ya vistos en la pantalla y que nos resultan familiares. Al igual que las aventuras de sus personajes. Estos mundos son imaginarios, pero tomados de la realidad y pasados luego por el filtro de la fantasía. Excepción hecha de los superhéroes, los personajes no están dotados de poderes sobrenaturales.  Son de carne y hueso. Tienen responsabilidades diarias y viven conflictos. Como tú y como yo.

Al diseñar los personajes, lo importante es captar la esencia de alguien. Y así el espectador proyectará en esa persona el diseño del personaje.

—RICKY NIEVA, diseñador de producción de Ratatouille.

Por eso los personajes de los universos Disney– Pixar son creíbles. Hablan y piensan como seres humanos. No como peces o gatos. La creación estos mundos fantásticos y de estos personajes inolvidables, han sido y siguen siendo una fuente de inspiración para mí, a la hora de crear historias y de ayudar a crearlas a otros en los cursos de storytelling.

Donde las Humanidades y la Tecnología se unen

 

Estas atracciones, como otras de los universos Disney- Pixar, están todavía fuertemente imbuidas por la filosofía que Steve Jobs trasmitió a Pixar desde su nacimiento. Jobs solía utilizar una diapositiva en sus presentaciones en las que se mostraba la unión entre Humanidades y Tecnología. El cofundador de Apple creía firmemente en  la intersección de las Humanidades y la Tecnología. O sea, la unión entre el arte y la creación, y la tecnología. Al estilo de los artistas renacentistas como Leonardo da Vinci y Miguel Ángel.

Artesanía en innovación, «la gran revolución industrial», en palabras de Chris Anderson en Makers (Urano, 2013).  O sea, el «hazlo tú mismo», la auténtica revolución que la Web está propiciando. Makers es un libro de muy aconsejable lectura.

 

El inconsciente, el depósito de nuestras historias

Una gran parte de nuestra vida está determinada por nuestro inconsciente. El inconsciente es un depósito de ideas y experiencias acumuladas durante años.  Así lo creía firmemente Milton Erickson, psiquiatra estadounidense especializado en hipnosis médica y terapia familiar.

«Confía en tu inconsciente», comentó Milton Erickson a un colega cuando, inesperadamente, tuvo que improvisar un discurso.

La mente inconsciente era para Erickson un lugar creativo, donde se generan  muchos recursos personales para solucionar por nosotros mismos los retos que enfrentamos.

Como psiquiatra, Erickson era creativo y dotado de una gran capacidad de observación. Tenía la habilidad de crear historias. Para este poco ortodoxo psiquiatra, el storytelling no era solamente relatar historias. Consideraba que los cuentos y las leyendas eran la manera de trasmitir valores morales y la cultura, desde tiempos inmemoriales.

Erickson utilizaba estas historias como terapia para sus pacientes. En su inmensa mayoría, eran historias inspiradas en su propia vida y la de su familia. Otras, las creaba durante sus sesiones, basándose en las historias que cada paciente le relataba.

En su propia vida, Milton Erickson tuvo que enfrentar muchas incapacidades personales, que muchas veces lo ayudaron a esforzarse para volverse sumamente hábil en la solución de problemas.

Recuerdos del cuerpo

Nacido en un pequeño pueblo agrícola en Nevada, Milton Hyland Erickson no habló hasta los cuatro años. Sufriría más tarde dislexia, sordera y daltonismo. A los 17 años, contrajo poliomielitis. Quedó tan severamente paralizado que los médicos creían que iba a morir.

Mientras se recupera en la cama, casi totalmente cojo y sin poder hablar, se hizo muy consciente de la importancia de la comunicación no verbal – lenguaje corporal, tono de voz-, y la forma en que estas expresiones no verbales contradicen a menudo directamente los verbales. Con el tiempo acabó desarrollando un lenguaje «mágico», que incumplía muchas de las reglas de la sintáxis, basado en metáforas con palabras que llamaban poderosamente la atención. Muchos de sus cuentos didácticos están recogidos en el delicioso libro Mi voz irá contigo.

Comenzó a tener «recuerdos del cuerpo» de la actividad muscular de su propio cuerpo. Al concentrarse en estos recuerdos- que con el tiempo identificaría con la autohipnosis-, comenzó a recuperar poco a poco el control de partes de su cuerpo, hasta el punto que fue finalmente capaz de hablar y usar sus brazos de nuevo. Muchas de las historias que contaba estaban inspiradas en estos recuerdos, vividos en soledad o con su familia.

Erickson mantenía que la polio le había dado la oportunidad de aprender como paliar los dolores y apreciar las cosas pequeñas de esta vida.

Fallecido en 1980, fue presidente fundador de la Sociedad Americana de Hipnosis Clínica y creador de lo que se conoce como hipnosis ericksoniana.  Las brillantes e innovadoras estrategias de Milton Erickson en psicoterapia, hipnosis y comunicación, fueron modeladas por Richard Bandler y John Grinder, creadores de la PNL.

Momentos simples

Con frecuencia ignoramos lo que nuestro depósito contiene hasta que, un día sin que sepamos muy bien cómo, aflora a nuestro consciente algo que necesitamos en un momento determinado.

Son momentos simples, pero que esconden mucha complejidad.

¿En qué momento se implantó en tu mente el primer recuerdo de una historia? ¿En qué momento anidó en tu mente la historia que actualmente te estás contado? ¿Por qué?

 

ARTÍCULOS RELACIONADOS

PNL, reprogramar tu mente

SI QUIERES AMPLIAR

Mi voz irá contigo, Sidney Rosen, Paidós Ibérica, 2009

El poder de las metáforas, Salvador A. Carrión, Mandala Ediciciones, 2003 (2ª edición en PNL Books, 2009)

El sentido vital de las historias

El verano—y particularmente, el mes de agosto— es, en comparación con otras épocas del año, un mes de sequía informativa. Ante la escasez de información política y económica, los diarios adelgazan y los informativos de televisión alargan la duración de las noticias para rellenar sus tiempos.

A falta de otras informaciones, en verano, sin embargo, proliferan eso que se llama “historias con rostro humano”. El resto del año, estas noticias suelen ocupar poco espacio en los medios de comunicación y apenas destacan; como si durante el resto del año, las historias carecieran de rostro humano. Las noticias siempre lo tienen.
El escritor Tomás Eloy Martínez lo explicó de manera clara y contundente en un memorable discurso ante la Sociedad Iberoamericana de Prensa, en 1997.

Las noticias mejor contadas son aquellas que revelan, a través de la experiencia de una sola persona, todo lo que hace falta saber. —Tomás Eloy Martínez

Además de la literatura, los medios de comunicación (y cada vez más, las redes sociales) son los que nos proporcionan hoy las historias que alimentan nuestro sentido vital.

Y pasado el verano vendrá el otoño que, siguiendo el tópico, será, ¡cómo no!: «caliente».

Dieta hipoinformativa

Asistí hace un par de meses en Expocoaching a la ponencia de un reputado coach, habitual conferenciante y autor de libros de éxito. Defendía vigorosamente este colega lo que definió como una “dieta hipoinformativa”. Es decir, ante la escasez de tiempo que tenemos, proponía sustituir la información a través de los medios por aprender utilizando la escucha de libros o artículos en nuestro reproductor, mientras, por ejemplo, conducimos. Puedo entender que se recomiende utilizar el tiempo que empleas en desplazarte conduciendo, para escuchar la lectura de un libro. Hasta ahí de acuerdo. Pero no con lo que subyace en la recomendación de la dieta hipoinformativa.

En otras palabras. Cómo no tienes tiempo para cocinar, sustituye las legumbres, la carne y el pescado por un batido energético. Y, además, como los medios están plagados de corrupción, guerras y catástrofes, pues matamos dos pájaros de un tiro.

A los pocos días, otro no menos reputado coach, escribía en su blog que era mejor dejar de leer la prensa, para no caer así en el pesimismo y poder sonreír a diario.

Y ellos tan felices. Y sus seguidores, tan convencidos. Ya sé que soy políticamente incorrecto.

Hurtar la realidad

Coincido en que las noticias diarias son para esconderse bajo tierra. O para salir corriendo. Coincido en que hay noticias que son de difícil digestión. Hasta ahí llego. Pero no puedo compartir los planteamientos de mis dos colegas coaches. Asumo que con las siguientes afirmaciones me sitúo en contra de la corriente dominante.  Me explico.

Los medios de comunicación son el reflejo de la vida misma. Para bien o para mal.

Los seres humanos estamos a la constante búsqueda de significado, del sentido que tienen nuestras vidas. Las historias que vivimos y las que ocurren a nuestro alrededor contribuyen a la creación de nuestra propia identidad.

En la vida, las experiencias adquieren significado cuando reflexionamos, con el paso del tiempo. Cuando las leemos en un periódico, las escuchamos en la radio o las vemos por televisión, el significado es ahora, en el mismo momento en que  las recibimos.

Positividad, negatividad y punto medio

Personalmente, el abuso que se hace de la palabra “positividad” me produce un cierto empalago. Aunque no se quiera, aunque no se pueda, hay que ser positivo.  Es un imperativo.

Considero que a veces hay que sentir miedo, angustia, tristeza y enfado, porque la vida nos da numerosas razones para vivir esas emociones. Un ejemplo sencillo: si alguien llora ante una pérdida, lo habitual es que se le pida es que no llore, que vea todo desde un punto de vista más positiva. No estamos entendiendo que esa persona necesita llorar, necesita exteriorizar su tristeza. Si no lo hace, pasado el tiempo, esa angustia acabará aflorando. Pero ya de manera más cruel puesto que el sentimiento no exteriorizado no asimilado, se habrá enquistado. Las resultados serán, en consecuencia, peores. Además del sufrimiento que ha vivido durante ese tiempo.

Esta “negatividad” que comento puede darnos impulso para mejorar. Nos hace apreciar lo que perdimos y no acomodarnos.  Y nos sirve de guía en nuestro camino. Es una cuestión de equilibrio, no el tan trillado punto medio: No creo que siempre la verdad esté en el punto medio. Los psicólogos Fredickson y Losada (citados por Daniel H. Pink en Vender es humano, Gestión 2000, 2013) estiman que la proporción ideal entre “positividad” y “negatividad” es de 3 a 1.

Hurtarnos a nosotros mismos lo que ocurre a nuestro alrededor es ver la vida de un modo parcial. Eso nos lleva a que perdemos el contacto con la realidad que nos rodea. Y con las personas.