Óscar Vilarroya: «El relato da sentido a la vida»

 

El relato explica lo que nos sucede. Permea todo lo que hacemos y cómo lo explicamos. El relato es un mecanismo mental básico del ser humano. Estas son algunas de las afirmaciones de Óscar Vilarroya, autor del ensayo Somos los que nos contamos (Ariel, 2019).

La tesis de Somos lo que nos contamos es, por eso, muy clara: los humanos somos una especie narrativa. En lugar de llamarnos Homo Sapiens, deberíamos en consecuencia llamarnos Homo Narrator.

foto de oscar villaroya, el relato da sentido a la vida
Óscar Vilarroya, doctor en Ciencia Cognitiva y profesor de Neurociencia en la Universidad Autónoma de Barcelona. «Me interesa mucho el conocimiento evolutivo».

Internet amplifica exponencialmente un relato.

— ÓSCAR VILARROYA


Steve Jobs, tal como refiere Walter Isaacson en una excelente biografía, solía finalizar muchas de sus presentaciones con una diapositiva en la que aparecía una señal de tráfico que mostraba la intersección de la calle de las «Humanidades» y la de la «Tecnología».

En el cultivo de los vínculos entre la neurociencia y las humanidades se afana Óscar Vilarroya, quien acaba de publicar Somos lo que nos contamos. En este ensayo, «he querido definir el origen de los relatos, su mecanismo, tal como lo han explicado los psicólogos o los filósofos, antes que hablar de datos neurocientíficos concretos».

El relato: la narrativa nos define como humanos

 

COMUNICACIÓN VITAE (CV): Políticos y periodistas, de donde se ha extendido al resto de la sociedad, suelen hablar de «el relato». ¿Está de moda el relato?

ÓSCAR VILARROYA (ÓV): El relato es un mecanismo mental básico, una herramienta específica. Apareció en un momento evolutivo, es una función adaptativa que se incorporó y nos define como humanos. Permea todo lo que hacemos y cómo lo explicamos. Nuestros primos los chimpancés y los gorilas no parecen tener esa pulsión para explicarse las cosas.

CV: ¿Qué efecto tiene entonces en nosotros el relato?

ÓV: Nos distingue. Jerome Bruner, el psicólogo que a mí más me interesa, incorpora la narratividad en la explicación psicológica de nuestra naturaleza. El relato nos permite dar sentido a lo que vivimos, interpretar lo que está sucediendo, desde nuestra más tierna infancia hasta nuestra actividad narrativa más sofisticada, como son la ficción y la política.

CV: De acuerdo con esta afirmación, ¿podemos los seres humanos vivir sin la ficción?

ÓV: Es imposible. El relato es un mecanismo mental involuntario e inconsciente. Está inscrito en nuestra manera de ver el mundo. Esto ha derivado en la creación de historias. Somos una especie ultrasocial. Necesitamos leer los estados mentales de los demás. Hemos evolucionado hacia un cerebro más grande. Nuestra capacidad sobre los demás es una condición extremadamente compleja y ha necesitado de millones de años de aprendizaje. Los relatos nos sirven para experimentar sobre nuestros papeles sociales.

Nuestras historias se han derivado en historias ficcionales. Nos gustan, las cultivamos y nos gratifica, por eso vemos las series y utilizamos videojuegos.

 

CV: Dice que el relato es como respirar, algo inconsciente e involuntario. ¿Qué ocurre cuando el relato se construye de manera consciente y voluntaria? ¿Quién domina el relato, domina el mundo?

ÓV: Exactamente. Cuando esa herramienta se hace consciente, permite crear realidades, que pueden ser más o menos creíbles, y que son las que se utilizan para convencer y persuadir, y así controlar.

el relato, libros-personas-palabras

Y en esto, llegó Internet: políticos populistas y noticias falsas

 

CV: Las noticias falsas son tan viejas como la humanidad misma. ¿Qué ha cambiado con la aparición de Internet?

ÓV: Estamos experimentando una revolución. Internet amplifica exponencialmente un relato. La tecnología permite elaborar relatos muchos más sofisticados, multimedia. Son relatos personalizados, dramatizados, que apuntan a quienes pueden consumirlos con más facilidad. Somos una especie narrativa y social, pero también corporal. Necesitamos ver la cara del otro, tocarlo, sentir empatía. Pero en las redes desaparece esta corporalidad.

CV: Íntimamente ligadas a esa corporalidad están la emociones. ¿Hay un exceso de emocionalidad, de sentimentalismo en la redes?

ÓV: Hay un cliché clásico que separa lo emocional de lo racional. Las observaciones que se han hecho del cerebro cuando este toma decisiones muestran que no está tan clara esta división. Lo emocional y lo racional están íntimamente imbricados. Las decisiones que tomamos tiene un componente emotivo y otro racional. En el caso de unas elecciones o en la propagación de noticias falsas (fakes) , las emociones que más se utilizan son el miedo y la ira, Se amplifican estas dos emociones para facilitar el consumo de noticias falsas. En estos momentos es cuando bajamos nuestra capacidad de análisis. Esto hace que nos creamos eso que nos cuentan. Es una cuestión de intensidad, de dosis. La mortalidad de un veneno está en la dosis.

CV: ¿Cómo podemos protegernos contra estas noticias falsas?

ÓV: No es tanto una cuestión neurocientífica como filosófica. Pasa como con un alcohólico. Lo primero que tiene que hacer para dejar de serlo, es querer dejar de beber. Primero, debemos estar dispuestos a dejar de creer en lo que creemos y pensar que el que discrepa de nosotros, quizá tenga razón. Todo lo demás sería pura cosmética. Lo que cuenta en los debates, por ejemplo, es como vencemos al otro. Nuestros argumentos son entonces armas para vencer no para convencer. En segundo lugar, las cosas son complejas. No hay que creer por eso en los relatos simplificadores. Y tercero, el pensamiento crítico, ser capaces de analizar los argumentos, buscar fuentes alternativas, contrastar las hipótesis de partida.

CV: En la línea que propone la filósofa Victoria Camps en su libro Elogio de la duda.

OV: Efectivamente. Dudar.

CV: Y evitar así sumergirnos en lo que denomina en su libro, «las burbujas narrativas».

OV: Para muchas personas son muy productivas. Se crean un conjunto de relatos que la gente está dispuesta a defender a capa y espada. A estas burbujas también se las ha llamado cámara de eco. El caso del Brexit es un ejemplo actual de burbuja informativa. Está teniendo unos efectos brutales.

Las burbujas narrativas surgen en situaciones de conflicto o amenaza.

 

Las guerras están llenas de burbujas narrativas.

 

ARTÍCULOS RELACIONADOS

Reseña del libro Somos lo que nos contamos.

Cómo expresar emociones, según Disney

 

¿Cómo expresar emociones? Cuando narramos una historia, hemos de lograr que el lector —o quien nos escucha— empatice con los personajes, que se identifique con ellos.  Lo mismo ocurre en el cine.  Si los personajes son humanos, resulta fácil empatizar. ¿Cómo expresar emociones cuando los personajes son dibujos animados?

cartel de el arte de contar historias. Disney
«Nos gustan las películas de Disney, porque Disney sabe mucho de nosotros».— Sergi Martín.

El  animador español Valentín Amador ha contado cómo expresar emociones con un lápiz, cómo dar vida a personajes dibujados.  Su charla ha abierto el ciclo de conferencias que se celebran paralelamente a la exposición Disney. El Arte de contar historias.

Esta muestra que puede verse en CaixaForum Madrid hasta el 4 de noviembre de 2018. El ciclo de conferencias, dirigido por el escritor y guionista Sergi Martín, ofrecerá conferencias y proyecciones comentadas, cada miércoles del mes de octubre de 2018.

Secretos que ven la luz

 

La exposición Disney. El Arte de contar historias ofrece los fondos de la Walt Disney Research Library en forma de dibujos, bocetos originales y fragmentos de películas. Es una ocasión para disfrutarlos, porque este archivo no está abierto al público, solo es accesible para quienes trabajan en la factoría Disney. Es su fuente de inspiración y documentación, como es el caso de Valentín Amador.

Valentín Amador, nació en Cádiz y se crió en Barcelona. Desde hace cinco años y medio vive en Los Ángeles, donde  es animador de películas de la factoría Disney. Este artista es responsable de la animación de algunas escenas de Frozen o, más recientemente, de Moana (o Vaiana, como se conoce en España).

Los estudios Disney tienen cien años de historia, pero tenemos la obligación de llevarlos a la modernidad.

VALENTÍN AMADOR

Los animadores de Disney son expertos, desde hace ochenta años, en cómo expresar emociones con unos pocos trazos.

Cómo expresar emociones. Los ojos

 

En una película, por encima de todo ha de estar el talento para contar una historia. Y Disney lo tenía. «Era, además, un visionario», dice Amador. Para que una película nos guste hemos de identificarnos con los personajes. Las películas han de contactar emocionalmente con la audiencia. Hacerlo con actores es fácil, son seres humanos como nosotros. La empatía es natural. No es tan fácil hacerlo, sin embargo, con dibujos animados.

La sirenita, expresar emociones, Disney

Por eso, los dibujos han de moverse de una manea realista, natural, que reflejen emociones complejas. Cuando vemos una película, siempre miramos a la cara del actor. Sobre todo, a los ojos.

Los ojos son el gran reto de la animación.

—VALENTÍN AMADOR

El equipo inicial de los Estudios Disney, el que hizo el primer largometraje, Blancanieves y los siete enanitos (1937), exploró territorios que antes no se habían explorado. A todos los puso Walt Disney a trabajar con expertos en anatomía. Se creó así una forma de arte de la nada.

El secreto está en que el espectador piense que esas líneas tienen vida por sí mismas, que se ría o que llore, atrapado por un montón de líneas.

— VALENTÍN AMADOR

Hasta la llegada de Disney —el cine era todavía joven—,  la animación era solo un truco de feria. Walt Disney lo convirtió en arte, apasionado como era por alcanzar la calidad más alta.

Maléfica, Disney, caixa forum

Animar es como hacer un truco de magia

 

Valentín Amador ha trabajado, ente otras películas, en la animación de Frozen: El reino de hielo (2013), la película de animación más taquillera de la historia. «Es la película que contiene todos los elementos Disney— dice Amador—. Una manera de contar una historia clásica con los principios Disney, pero con planteamientos más modernos».

A su vuelta a Los Ángeles, le espera dar vida a algunas escenas de la segunda parte de Frozen.

Vaiana y las emociones, exposicion Disney Caixa Forum

Valentín Amador ha animado también algunas escenas de Maui, el compañero de aventuras de Moana (o Vaiana), la incursión en la tradición polinesia de Disney. Hasta ahora las películas Disney han narrado mitos griegos, historias de la cultura americana o cuentos de hadas europeos. Moana es una ventana a la diversidad. Un cambio de orientación acorde con los tiempos.

El proceso creativo de Valentín sigue un orden.  Comienza por seguir el ritmo que le marca la voz del actor que da vida a Maui. En este caso, es The Rock, el actor de origen maorí, conocido por protagonizar la serie de películas  Fast and Furius. Luego, Amador hace él mismo una recreación física de los movimientos del personaje como si fuera humano, y se filma. Posteriormente, dibuja ese movimiento y mueve esos dibujos en el ordenador, como si fueran una marioneta.

«El ordenador— dice Amador— es solo una herramienta que nada tiene que ver con el lápiz».

Adenda. Mayo de 2020. El gobierno ha ordenado el uso de mascarillas para las fases de desescalada, después de más de dos meses de confinamiento. Solo se nos verán los ojos y no podremos estar a menos de dos metros de distancia entre personas. Los ojos recobrarán todo su poder a la hora de expresar emociones.

 

ARTÍCULOS RELACIONADOS

El arte de contar historias, según Disney

 

 

 

Relación con el tiempo. 5 libros. ¿Cómo es la tuya?

 

¿Cuál es tu relación con el tiempo? ¿A qué dedicas tu tiempo y tu energía? Para ayudarte a reflexionar sobre estas y otras cuestiones, te propongo 5 libros que te pueden ayudar a explorar cómo es tu relación con el tiempo.

Una reciente encuesta realizada por la Comisión Europea, ha vuelto a poner sobre la mesa la idoneidad o no del cambio del horario de verano. Algunos de los encuestados se referían en sus respuestas a los efectos negativos en su salud, debidos al cambio de hora.

Pero demos un paso más. ¿Qué es el tiempo?  ¿Cómo sentimos los humanos el paso del tiempo? ¿Más descanso es sinónimo de mayor productividad? ¿Cómo optimizamos nuestro tiempo? En definitiva, ¿cuál es nuestra relación con el tiempo?

Tu relación con el tiempo en 5 libros

 

Para ayudarte en la exploración de estas y otras muchas preguntas, te propongo 5 libros. Diferentes enfoques disciplinares — desde la psicología y la neurobiología a la productividad y la conciliación laboral—, para explorar una misma cuestión: cuál es nuestra relación con el tiempo.

Por qué el tiempo vuela

POR QUÉ EL TIEMPO VUELA. Una investigación no solo científica. Alan Burdick, Plataforma Editorial, 2017.

 

Un pormenorizado ensayo, entreverado de fascinantes historias, muchas de ellas personales. Que el libro esté escrito, mayoritariamente, en primera persona, no resta ni un ápice de rigor a este trabajo. Al contrario. Hace más digeribles las explicaciones (complejas muchas de ellas) de Alan Burdick, periodista científico de la revista The New Yorker.

Este texto ofrece las opiniones de diferentes científicos (astrónomos, neurocientíficos y psicólogos) que explican desde qué son y cómo funcionan los ciclos circadianos a cómo se sincronización los relojes.

Y puesto que no solo de ciencia vive — o ha de vivir— el hombre, Alan Burdick, pasea en esta obra por una amplia nómina de filósofos, con una particular querencia por San Agustín.

Por mi experiencia tras la lectura de este libro, me permito decirte que lo leas poco a poco.

El reloj emocional

EL RELOJ EMOCIONAL. Sobre el tiempo y la vida. Ramón Bayés. Plataforma Editorial, 2018.

 

Dependiendo de las circunstancias, un día parece volar o una hora puede ser interminable. Que se lo pregunten si no a un hincha futbolístico cuando quedan cinco minutos para que acabe un partido con el resultado apretado.

Ramón Bayés, Catedrático de Psicología, distingue por eso en este libro entre tiempo objetivo— el que se mide a través de relojes y calendarios— y el subjetivo, aquel que es capaz de aportarnos felicidad o sufrimiento. El libro está dedicado a cómo gestionar este tiempo subjetivo.

En esta obra, el autor aborda el tiempo desde diferentes perspectivas:

      • La elasticidad del tiempo subjetivo, en función de la espera y la realización.
      • La impaciencia de los seres humanos para obtener recompensas inmediatas.
      • La importancia que tienen las asociaciones temporales entre los hechos placenteros y los traumáticos en nuestra biografía.
      • Las estrategias que podemos utilizar para detener voluntariamente el paso del tiempo.

Un libro, en fin, que no ofrece respuestas, sino que abre caminos para la reflexión.

Mi agenda y yo

MI AGENDA Y YO. Repensando nuestra relación con el tiempo. Santiago Álvarez de Mon. Plataforma Editorial, 2017.

 

Este es un libro de acompañamiento, que busca establecer una conversación entre autor y lector.

Una obra de madurez personal y profesional de Santiago Álvarez de Mon, un pensador de referencia cuando de liderazgo se trata. La amplia bibliografía que sirve al autor para argumentar este libro, abre también muy interesantes caminos de exploración para el lector.

En definitiva, ¿a qué damos prioridad en la vida? ¿A qué dedicamos nuestro tiempo y nuestras energías? ¿Cuál es nuestra relación con el tiempo?Preguntas que, en conclusión,  confluyen en una única: ¿quien soy?

El texto se abre con un prólogo del cardiólogo Valentín Fuster. Este libro está entre los diez mejores libros de empresa de 2017, según la red de conocimiento Know Square.

 


La noche es muy bella, pero lo es también el día, y lo inteligente, es poder disfrutar al máximo tanto de una como del otro.

—CARMEN POSADAS, escritora


Descansa

DESCANSA. Produce más trabajando menos. Alex Soojung- Kim Pang. Lid Editorial, 2017.

¿Sabías que Winston Churchill era una gran amante de la siesta?

Este libro pretende, en primer lugar, establecer un punto de encuentro — lo que no significa que tenga que ser, necesariamente, el punto intermedio— entre dos situaciones extremas:

      • Considerar el descanso como un elemento fundamental en la vida y las carreras de las personas creativas y productivas
      • Presentar el ocio como un lujo que hay que consumir y promocionar.

El autor, un consultor de Silicon Valley, cimenta sus argumentaciones en dos pilares:

      • El trabajo y el descanso son compañeros.
      • El descanso es algo activo.

Finalmente, con estas premisas, para el autor solo puede haber una conclusión:

El descanso no es holgazanería.

—ALEX SOOJUNG- KIM PANG

relación con el tiempo, descanso en Gdansk

Dejemos de perder el tiempo

DEJEMOS DE PERDER EL TIEMPO.  Los beneficios de optimizar los horarios. Ignacio Buqueras y Jorge Campos. Lid Editorial, 2017.

 

La pretensión de los autores es cambiar la mentalidad respecto a la utilización del tiempo, «el bien más escaso, el que a todos nos iguala».

Ignacio Buqueras preside la Asociación para la racionalización de los horarios españoles (ARHOE) y Jorge Campos es directivo de RR.HH. El perfil de Buqueras y Campos indica que el libro se refiere tanto al tiempo en el ámbito personal como el profesional. Por eso,  el libro cuenta con un prólogo de Juan Rosell, presidente de la CEOE y un epílogo de la escritora Carmen Posadas.

El texto aborda, además, asuntos como la puntualidad, el trabajo a distancia, las reuniones, la productividad, pero también cómo conciliar trabajo y vida familiar.