Emprendimiento: mi reino por una idea. 2 libros

 

Emprendimiento y emprendedor son hoy en España dos palabras rodeadas de un halo de romanticismo. El emprendimiento es una suerte de Arcadia Feliz donde fluyen las ideas y el trabajo abunda por doquier. Nada más lejos de la realidad. Emprender es, la mayoría de las veces, tirarse a la piscina.

Nadie sabe nada.

— MARC RANDOLPH, cofundador de Netflix

Te traigo dos libros muy útiles en los que se cuenta cómo dos emprendedores han hecho ese salto: el español David Hernández, creador de DavidWine, y el norteamericano Marc Randolph, cofundador de Netflix.

Emprendimiento: mi reino por una idea

 

«Mi reino por un caballo». La frase tiene más de cuatrocientos años. La puso William Shakespeare en boca de Ricardo III de York, en una tragedia homónima. Ricardo III, derrotado por las tropas del duque de Richmond, futuro Enrique VII de Inglaterra, quiere huir del campo de batalla.

«Mi reino por una idea de negocio» podría ser, quizás, la traslación de aquella demanda a los tiempos actuales, en los que se hace necesario destacar, ser distinto, para encontrar un hueco en el mercado. En definitiva, emprender.

Marc Randolph, primer presidente de Netflix, y David Hernández, creador en China de DavidWine, cuentan en sendos libros cómo encontraron una idea. Y, sobre todo, cómo la desarrollaron.

Tener ideas no es complicado. Lo importante es saber como ponerlas en práctica. Es mi mantra.

— JOHN DOERR,  inversor inicial en Google, Amazon y Twitter

Marc Randolph y David Hernández son dos emprendedores. Marc Randolph sin antecedentes familiares para serlo, mientras que David Hernández creció en una familia de empresarios. No es la única diferencia. El norteamericano desarrolló su idea en el mítico Silicon Valley, mientras que el español lo hizo en China donde emigró después de arruinarse en la crisis de 2008.

Dos visiones muy diferentes de un mismo fenómeno: el emprendimiento. Randolph y Hernández observaron qué necesitaba la gente y buscaron la manera de dárselo: la esencia misma del emprendimiento.

El murciano que desafió al dragón chino

EL MURCIANO QUE DESAFIÓ AL DRAGÓN CHINO. Mis 12 principios del éxito, David Hernández. Conecta, 2019, 201 páginas.

 

Un texto escrito en primera persona. La primera parte, El sueño del dragón, es una suerte de monólogo interior, en el que David Hernández  cuenta cronológicamente—a la vez que reflexiona— cómo se arruinó, cómo llegó a China y cómo, mientras bebía  un té en Hong Kong, tuvo la idea de desarrollar su propia marca de vinos, DavidWine, que hoy tiene un centenar de trabajadores y factura unos 7 millones de euros.

Cuando consideras la posibilidad de emprender algo, lo que sea, la mente se pone en formato positivo y te concede un respiro. Y así fue como se me metió en la cabeza la idea de crear una marca relacionada con el vino.

— DAVID HERNÁNDEZ

En palabras del autor, este libro no es una guía para alcanzar el éxito profesional,  «mi intención es dar testimonio de unas vivencias y unas enseñanzas». De la observación de la manera de ser, de actuar y de trabajar que tienen los chinos, David Hernández extrae Mis doce principios del éxito. A ellos dedica la segunda parte del libro.

Estos principios son consecuencia del trato con clientes y distribuidores, de la filosofía china y de El arte de la guerra de Sun Tzu. David Hernández  considera que no solo tienen validez para aquellos que quieran abordar el mercado chino, sino también para quienes deseen emprender un negocio.

La tercera parte contiene Tres lecciones de vida que ha aprendido David Hernández.   

      • No hay éxito sin esfuerzo.
      • Ten fanática determinación.
      • Vive con ilusión.

Estas «tres lecciones» pueden muy bien ser el resumen  del espíritu del libro.

Eso nunca funcionará

ESO NUNCA FUNCIONARÁ. El nacimiento de Netflix y el poder de las grandes ideas. Marc Randolph, Planeta, 2019, 351 páginas.

 

«Eso nunca funcionará» era la frase recurrente que Reed Hastings, actual CEO de Netflix, decía a Marc Randolph, primer presidente de Netflix, cada vez que este le exponía una idea de negocio. Solía hacerlo mientras viajaban juntos al trabajo, camino de una empresa en la que habían invertido sus ahorros y que estaba a punto de quebrar.

Las ideas muy rara vez se te ocurren con el fogonazo de un rayo. Se hacen patentes más lenta y gradualmente. Y, de hecho, cuando tienes una, puede que no te des cuenta durante mucho tiempo.

— MARC RANDOLPH

Este es un libro de memorias. Es la versión novelada del nacimiento y primeros años de vida de Netflix. Y así es como se lee el libro, como una apasionante historia. No es, sin embargo, una narración cronológica de los hechos, sino que Randolph va desgranando su manera de entender el emprendimiento a través de una selección de recuerdos y experiencias vividas, que se remontan incluso a su infancia.

Dieciocho capítulos en los que se narran los inicios de Netflix, que van desde 1997 —cuando todos hacían de todo y dormían en las oficinas—, hasta la salida a bolsa en mayo de 2002 por un valor de 80 millones de dólares. Y un epílogo, también contado como una historia:  Las Reglas de Randolph para alcanzar el éxito.

En 1997 el mundo no era el mismo. Era la época en que Blockbuster arrasaba con sus videoclubs e  internet estaba aún en mantillas. Fue en aquellos años cuando apareció el DVD. Randolph y Hastings cofundaron Netflix en 1999, como un negocio de alquiler de DVD por correo. Y Blockbuster no quiso comprarla por 50 millones. Netflix vale hoy 150.000 millones de dólares.

En conclusión

 

Decía en el inicio de esta nota que estos libros mostraban dos visiones diferentes del emprendimiento. También es muy diferente la manera en cómo se lo cuentan al lector.

Mientras que Marc Randolph incluye en la narración su filosofía empresarial, sus orígenes como emprendedor o lo aprendido, David Hernández separa estos aspectos en tres partes diferenciadas. En mi opinión, esta separación hace que el relato de Hernández pierda —quizás— la intensidad emocional que aporta el texto del cofundador de Netflix. Porque es a través de las emociones contenidas en un relato como mejor se trasmiten las ideas.

 


Foto de cabecera tomada de un cartel publicitario de una campaña de Bankia.

Tecnología y futuro posible, según Enrique Dans

 

Tecnología y futuro son un binomio, conceptos que van inexorablemente unidos. Así lo plantea Enrique Dans  —reconocido internacionalmente como uno de los mejores divulgadores tecnológicos—, en Viviendo en el futuro, su segundo libro.   

El texto es una llamada al activismo. Enrique Dans quiere que el lector visualice el futuro,  implicarlo en la construcción de un nuevo modelo de sociedad, radicalmente diferente al que tenemos.

Teconología y futuro, foto de Enrique Dans
Enrique Dans es biólogo. MBA por el Instituto de Empresa. Doctor en Sistemas de Información por la Universidad de California. Consultor y asesor de empresas en el Área de Sistemas y Tecnología de la Información. Profesor de  Innovación en el IE Business School. Foto: Óscar Dacosta.

Entrevista a Enrique Dans

 

«Para hacer predicciones sobre el futuro, primero hay que saber si hay futuro.»


En esta nota te ofrezco un extracto de la entrevista mantenida con Enrique Dans, a propósito de su segundo libro, Viviendo en el futuro: claves sobre como la tecnología está cambiando el mundo (Deusto 2019). El primero, Todo va a cambiar, se publicó en 2010.

 

  La entrevista completa. Unos 27 minutos.

Tecnología y futuro, que diez años no es nada

 

COMUNICACIÓN VITAE (CV): Entre aquel primer libro, Todo va a cambiar y este, Viviendo en el futuro, han pasado diez años. ¿Qué ha cambiado en este tiempo?

ENRIQUE DANS (ED):  Pues que todo ha cambiado, realmente. Creo que hace diez años teníamos cierta idea de por donde iban las cosas. El potencial que tenían algunas, depende de como fueras de optimista, se ha sobrepasado con creces y se han generado auténticos monstruos. Compañías que nos han llevado a situaciones perniciosas. Su efecto  llega ya no solo a cómo vivimos, de dónde extraemos la información, sino a cómo nos relacionamos o cómo votamos. Hasta el punto de que esas herramientas sirvan para manipularnos o saber todo de nosotros.

CV: ¿Cómo nos está afectando la tecnología?

ED: Depende para qué. Para la creación de tecnología puede que sí. La tecnología va a una velocidad pasmosa. Realmente la tecnología se está haciendo cada vez más sencilla, más barata y más fácil de usar. Lo que no va tan rápido, porque depende de nuestra cabeza, es la velocidad de adopción.

Se originan paradojas brutales. Tenemos una alerta muy importante, por ejemplo, con respecto a la sostenibilidad del mundo. La tecnología que serviría para solucionar este problema está desarrollada, pero lo que falla es que no la estamos adoptando a tiempo.

tecnología y futuro, drones sobre campos desérticos

CV: ¿Puede ser la tecnología una posible solución para lo que se denomina la “España vaciada”?

ED: Sin duda. La que la tecnología te propone es la independencia del tiempo y del espacio. La propuesta de valor de esa España vaciada es muy interesante, respecto a la calidad de vida. ¿por que se quedan los pueblos vacíos? Porque históricamente no ha habido oportunidades. El mundo a medida que se digitaliza, ofrece más oportunidades.

«APRENDER A BUSCAR ES MEJOR QUE MEMORIZAR. LAS RESPUESTAS YA NO ESTÁN EN NINGÚN SITIO»

 

CV: ¿Cómo tiene que cambiar la educación para adaptarse a las necesidades que impone el futuro?

ED: Yo creo que lo fundamental es entender que la educación era, fundamentalmente, una exaltación de la memoria. Hoy en día, la información es tan abundante que en dos clics accedes a la información que necesitas. Es problema es seleccionarla bien. La educación de hoy debe incidir en cómo encuentras lo que buscas en cada momento. La tecnología lo que te pone delante, si la sabes utilizar, es una panoplia de información que da respuesta a una pregunta. Las respuestas ya no están en ningún sitio. La tecnología lo que hace es llevarte a qué respuesta escoger.

«Esto nos lleva a una exaltación del pensamiento crítico que la educación de hoy no genera.»

 

Tecnología y futuro posible. Cambiar el modelo de sociedad

 

CV: En el libro Sapiens, Yuval Noah Harari, hace previsiones a 2050. Usted dice en su libro que el futuro se juega hoy.

ED: Creo que no tanto el tiempo, sino la gran incertidumbre en medio, que no sabemos como puede terminar. Por eso tiendo a parar antes. Mi primera prioridad es desvelar la incógnita medioambiental: hasta que punto somos capaces de sobreponernos a la mayor amenaza de la Humanidad. Para hacer predicciones sobre el futuro, primero hay que saber si hay futuro.

«Se trata de cambiar radicalmente el modelo de sociedad.»

 

Tecnología y futuro, el mundo visto desde el espacio
«El mundo es más grande que los humanos.» —Enrique Dans

CV: El filósofo José Antonio Marina dice que «si el mundo sale mal, los humanos seremos algo residual.» ¿Hay tiempo aún para que el mundo no salga mal?

ED: Sí, porque la dimensión es distinta. Nosotros solo representamos una pequeña parte del mundo. El mundo va a ser viable con humanos o sin ellos. De hecho, la calidad del paisaje ecológico del mundo es mejor sin el hombre, porque somos una influencia demasiado salvaje. Somos una plaga, en muchos sentidos. Somos siete mil millones y once mil millones en 2100. ¿Puede ser viable la tierra con once mil millones de humanos? Sí. Podemos generar recursos para ello. Pero no cómo lo estamos haciendo. Hay que cambiar muchas cosas.

 

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Reseña del libro Viviendo en el futuro.

 Entrevista completa. Unos 27 minutos.

 

 

Narrativa estratégica, nuevo lenguaje para conectar

 

La narrativa estratégica es el mundo en el que se mueve Jenifer L. Johnson. Crea mapas narrativos dónde plasma la  información de una organización en «historias verdaderas» para conectarse con los demás.

Y fueron los mapas lo que la unieron a Marion Charreau, quien cartografía la información para organizarla. De ese encuentro surgió una idea común: la creación de un método para comunicar. Lo han recogido en el libro  Piensa y comunica tus ideas con The Storyboard Method.

narrativa estratégica, foto de Jenifer L.Johnson
Jenifer L. Johnson asesora a empresarios, científicos, líderes políticos y colectivos sociales sobre cómo plasmar su información en relatos claros que se puedan usar para conectarse con los demás.  Nació y pasó su infancia bajo los grandes cielos de Texas.

Entrevista a Jenifer L. Johnson

Ha colaborado con gobiernos y ONGs para repensar narraciones y crear otras.  Como directora de una organización de lobby social en Washington DC, creó discursos para miembros del Congreso. Ha sido profesora de emprendimiento e innovación en varias universidades europeas.

 

«La creación de historias verdaderas para conectar, le permiten al otro tomar decisiones. Así es como avanza la ciencia, una organización, un proyecto. Así es como avanza el mundo.»

 

 


La narrativa estratégica, un nuevo lenguaje

 

COMUNICACIÓN VITAE (CV): ¿En qué consiste la narrativa estratégica?

JENIFER L. JOHNSON (JJ): Analizar la empresa en términos narrativos, que también son estratégicos. El lenguaje es estrategia. Las historias son estrategia. Hay una falta de costumbre de analizar así quiénes son los clientes, definir claramente un servicio, un producto o a la misión. La narrativa estratégica es un trabajo intensivo para obtener lo que yo llamo el mapa estratégico, el mapa narrativo. La narrativa estratégica es como su biblia.

Desde entonces tienen un nuevo lenguaje, más adecuado, construido para poder conectar con su público, porque el lenguaje técnico lo que hace es lo contrario, separarte de tu público.

CV: ¿Adónde conduce ese nuevo lenguaje?

JJ: Por mi experiencia en Washington y aquí en España con políticos, científicos y empresarios me di cuenta de que estaban contando cosas, trasmitiendo mensajes que no estaban conectando con su público. Estaban contando historias que, en realidad, estaban construyendo para sí mismos.

En Washington ayudaba a personas a construir mensajes o discursos incorporando los valores, resistencias, problemas, lo que les alegraba o la manera de hablar de sus públicos. Desde ahí construíamos una historia, una narración, incorporando el marco del público. Entonces los mensajes llegaban y el público empezaba a tomar acción, a tomar decisiones. Funciona.

narrativa estratégica, mesas para hablar al público
«Construimos mensajes que son para nosotros mismos, y los lanzamos hacia fuera, sin pensar cómo nuestro público va a recibirlos. Y eso nos pasa, porque no nos han enseñado o no nos hemos parado a pensarlo.» — Jenifer L. Johnson

The Storyboard Method, lenguaje visual y narración

 

CV: ¿Cómo ha sido el proceso de creación de este Método y del libro?

JJ: Conocí a Marion y conectamos cerebros. Creamos un tercer cerebro y empezamos a construir lo que sería años después The Storyboard Method. Fue una fusión. Creo que hemos creado un cerebro compartido y que de ahí han salido cosas muy bellas, más hermosas y potentes que de un solo cerebro. Por eso el Método y las herramientas son tan válidas. Además, hicimos mucha investigación para este libro y la bibliografía que aportamos es muy robusta. Este Método tiene mucha fuerza, mucha humanidad y mucha ciencia.

CV: Este libro es la unión de dos cerebros dispares. En el libro dais la bienvenida a un nuevo cerebro, el del lector.

JJ: Este Método es muy potente si las personas se dan permiso para experimentar con él. Va a satisfacer las necesidades de diferentes tipos de cerebros o los diferentes hemisferios del mismo cerebro. El ordenado, científico y racional, y el creativo y caótico, que busca la libertad. El artista, la escritora, el “perezoso” o el “hiperactivo”.

CV: O sea, la búsqueda de la originalidad, a la vez que la libertad de creación.

JJ: Este Método puede despertar en todos ellos sus talentos y activar otros quizá adormecidos o que no han tenido tanta alimentación. Y cuando ocurre eso, el cerebro vive una sensación de placer. Para mí, este placer es el aprendizaje. Ese momento es un éxtasis de aprendizaje. ¡El cerebro ha aprendido a hacer una cosa diferente! Eso nos gusta a los seres humanos como animales hechos para aprender que somos. Nos encanta aprender; aunque, a veces, lo dejamos de hacer después de abandonar la escuela. Recuerdo que nos escribió una profesora para decirnos que nuestro libro debería estar al alcance de cualquier profesor.

«Cuando te das cuenta de algo o aprendes algo desde otra óptica, son momentos casi místicos.»

 

CV: ¿Y para quién más?

JJ: Me encantaría también que este libro llegara a las empresas en transición, porque lo necesitan, especialmente en momentos de cambio. Y es bueno para los científicos que carecen a veces de habilidades de comunicación para hacer asequibles sus mensajes. Y tienen cosas muy importantes que contar. Soy muy sensible con este sector. Y también el sector tecnológico y el político. Me gustaría crear una convulsión con este libro.

CV: ¿El público y la audiencia en una presentación, y por extensión el cliente, son entonces los grandes olvidados?

JJ: Este libro es para profesionales que en su ámbito necesitan conectar sus ideas con el otro. El vehículo es una narración con intencionalidad, tratando de compartir con el otro. La empatía requiere escucha. Hay herramientas en el Método que ayudan a eso, a ver y a escuchar a tu público. Es como si tu público te ayudara a crear la historia. Hay que conectar primero, para luego hacerles contemplar otras cosas. Pero si no estimulas sus neurocircuitos, difícilmente puedes captar su atención.

Lo he visto en la sociedad norteamericana, en la europea y también en África, donde he trabajado un poco. Veía que muchos mensajes importantes, mucha información fabulosa se estaba perdiendo, porque no conectaba con el otro. Este Método permite que todo eso, simplemente porque no se sabe conectar con el otro, no se pierda.

narrativa estratégica, calculadora antigua
«Detrás de cada número, de cada dato, hay una historia. Un número en sí, es una historia.» —Jenifer L. Johnson

Narrativa estratégica y relatos verdaderos

 

CV: ¿Cómo permiteThe Storyboard Method transformar los datos en una narración?

JJ: Detrás de cada número, de cada dato, hay una historia. Un número en sí, es una historia. La aparición de un número implica que hay una historia que ha hecho que el número esté ahí. Si podemos ayudar a las personas a ver lo que significa ese número y ayudarle a contar su historia o el significado de ese dato, pensando en su público, es cuando convertimos la estadística en una narración, utilizando otro vocabulario y otras metáforas, para darle otro significado. Así el público podrá entender ese número de otra manera. Los seres humanos somos de naturaleza lingüística.

En la empresa coexisten dos mundos: “El mundo el Excel” y otra corriente que introduce el lado más humano: el coaching, el storytelling, el design thinking. Ambos mundos coexisten de una manera rara, como si fueran dos civilizaciones coexistiendo en una excavación arqueológica.

«¿Cómo casamos ambos mundos para cumplir los objetivos? ¿Qué hacemos con el cliente?»

 

Estamos sujetos a unas narrativas invisibles, dominantes de las que no podemos salir. Cuando tienes unas herramientas sencillas, unos pasos que seguir, te llevan a una nueva narrativa, a un nuevo discurso que es solo tuyo y que comunica algo. Y no es lo que has estado escuchando. Lo hermoso es que conecta con el otro, y  es cuando el otro puede tomar decisiones, pude moverse de una manera diferente. La creación de historias verdaderas para conectar con el otro, porque le aportan. Así es como avanza el mundo, una empresa. Es como avanza la ciencia, una organización, un proyecto.

«Soy amante, como buen Homo Sapiens, de las herramientas, porque ofrecen un movimiento cognitivo, corporal y de pensamiento.»

— Jenifer L. Johnson

narrativa estratégica, caja de herramientas
«Somos seres narrativos y también usuarios de herramientas. Desde los primeros tiempos aprendimos a usarlas y con el tiempo creamos una espacie de caja de herramientas.» —Jenifer L. Johnson

 

CV:  Los norteamericanos son muy proclives al uso de métodos, pero los europeos, en general, quizás no tanto. 

JJ: Depende del deseo y la necesidad de la persona que busca algo. ¿Una herramienta quita la libertad o no? Si yo necesito hacer algo, busco cómo hacerlo. Pero si hay una herramienta que me facilita eso, me ayuda a hacer lo que quiero hacer, y además, me ayuda a hacer otras cosas.

Si necesito hacer algo y hay una herramienta o un método que me permite ir por un camino, y sí estoy dispuesto a probar ese camino y veo con sorpresa que ese camino me permite algo de creatividad, entonces tengo las dos necesidades cubiertas  y el camino que me permite hacer algo con más destreza y llego aun destino donde quizás no hubiera llegado, ¿por qué no hacerlo?

 

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