Tras la puerta/ Microrrelato

 

Tras la puerta

 

El timbre suena como siempre: dos golpes cortos y agudos. Si fuera el vecino de arriba, me dice «soy yo», y le abro. No escucho nada.  Por la hora, puede ser el cartero. No estoy esperando a nadie. Es sábado: no hay correo. Aparto la cafetera del fuego. Desde la mirilla solo veo la puerta cerrada del piso de enfrente.  Abro.  El picaporte se me queda pegado a la mano. ¿Me invitas a café?, dices a mi espalda.

 

 

 

Gracias por dejar tu comentario y compartir esta nota en tus redes Email this to someone
email
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter
Share on LinkedIn
Linkedin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Ir al contenido