Emprendedoras: en primer lugar, un reto personal

Emprendedoras y emprendedores no se comportan de la misma manera. Las emprendedoras se plantean el emprendimiento, antes que nada, como un reto personal. La obtención de ingresos queda relegada a un un segundo plano. Es, exactamente, lo contrario de lo que hacen los hombres.

Esto supone, en la mayoría de los casos, un cambio de identidad. O mejor dicho, el reencuentro con la identidad perdida. ¿Cómo se puede entender sino pasar, por ejemplo, de ser una alta ejecutiva a confeccionar canastillas para bebés, o a levantar una marca de alimentación infantil?

Esto es lo que narra la película Baby, tu vales mucho. Esta película es  la plasmación del uno de los cambios de identidad más poderosos y, a la vez, más emocionantes narrados en el cine. Si a esta película se le quitan los peinados y el vestuario de Diane Keaton, continúa teniendo tanta vigencia hoy como el año en que fue estrenada, 1987.

Baby, tú vales mucho: la construcción de la Marca Personal

Baby, tu vales mucho (Baby boom, 1987) es una deliciosa comedia romántica, protagonizada por una encantadora Diane Keaton. La película narra la aventura vital de una alta ejecutiva casada con su trabajo. Por eso se la conoce como  La tigresa. Había sido, además, número uno de su promoción en la universidad. Pero su vida personal y profesional cambiará drásticamente tras recibir “en herencia” a Elisabeth, hija de un primo fallecido. Se convertirá en emprendedora.

Ver esta película de nuevo me ha cambiado la mirada. Si hay una película que defina el proceso de construcción de una Marca Personal, ésta es Baby, tu vales mucho. Lo que le ocurre a La tigresa  a partir del momento en que pierde su trabajo a consecuencia de su inesperada maternidad,  es el camino que hay que recorrer entre quién soy y quién quiero ser.

El contexto donde he asistido a la proyección de esta película, ha favorecido, sin duda, esta nueva mirada. La película Baby, tu vales mucho fue elegida por Antonio García Tabuenca, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Alcalá, para ilustrar su charla Mujer y actividad emprendedoraorganizada por la Cátedra de Coaching Ejecutivo del CIFF y AECOP-EMCC Madrid.

Muchas mujeres tienen miedo a fracasar en el intento de abrirse camino en el sector del emprendimiento. Y es que si hay algo que caracteriza a las mujeres emprendedoras es el miedo al fracaso, a que sus ideas no salgan bien.

Emprendedoras, un reto personal

Las secuencia iniciales de Baby, tu vales mucho, casi documentales, retratan el Manhattan neoyorquino de los 80, invadido por una marea femenina acudiendo a sus trabajos, hasta que la cámara se centra en la protagonista.

La década de los 80 marcó el inicio de la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral. Imágenes muy semejantes se pueden ver en otra película, Armas de mujer.  Es precisamente en los años ochenta del siglo pasado, cuando se realizan los primeros estudios sobre la capacidad emprendedora y empresarial de las mujeres.

Antonio García Tabuenca ha recopilado estudios de diferentes épocas, países y autores, para definir un perfil de la mujer emprendedora. Características  específicas que las distinguen de los varones.

    • Las mujeres se plantean, en primer lugar, el emprendimiento como un reto personal. La obtención de ingresos es relegada a lugar secundario. En los varones es, exactamente, al contrario.
    • Las mujeres emprendedoras buscan conciliar trabajo y vida familiar. Esto, al convertirse en un obstáculo, puede frustrar, en ocasiones, la actividad.
    • Mayoritariamente, las emprendedoras son mujeres de una clase social favorecida que obtuvieron buenas calificaciones en la Universidad. Sin embargo, suelen presentar deficiencias en áreas financieras y técnicas.
    • Las emprendedoras crean más negocios nuevos, de dimensión más pequeña que los de los hombres y de menor productividad. Al tener menor experiencia, hay una mayor posibilidad de fracaso, excepto cuando entran en actividades ligadas a la alta tecnología.
    • Seleccionan, a diferencia de los hombres, sectores de actividad como servicios o servicios personales.  Principalmente, en sectores tradicionales, de carácter eminentemente femeninos, en los que suelen comenzar más tarde que los hombres. Suelen elegir estas actividades al ser de más fácil financiación, puesto que tienen mayores barreras que los varones para acceder al crédito. Esto está cambiando en estos años, puesto que se están creando líneas de crédito específicas para mujeres. La tendencia es que estas ayudan crezcan en el futuro.
    • El tamaño de las empresas que crean las mujeres es más pequeño, lo que implica que los costes sean superiores.

emprendedoras españolas

 

Por lo que a España se refiere, hay que constatar un hecho:  desde el año 2000, se licencian en las universidades españolas más mujeres que hombres. Sin embargo, en 2002, uno de cada diez emprendedores era mujer. En 2009, se eleva ya a casi dos mujeres por cada cinco varones. Y las cifras, aunque lentamente,  crecen año a año.

A las mujeres les van más los negocios que tienen que ver con las personas, con el ocio, con el comercio, con el turismo, el coaching, la belleza, la alimentación. Los hombres prefieren moverse en el ámbito más industrial y tecnológico.

Me irá bien sola

Alimentar a la pequeña Elisabeth, inspirará a la que fuera La tigresa, la creación una empresa de alimentación infantil, que acaba imponiéndose en el mercado. Rechaza la oferta de compra de aquellos que un día le negaron la gestión a causa de su condición de mujer y de madre, con este demoledor alegato, que es toda una visión, como mujer y como empresaria.

Creo que prefiero quedarme donde estoy. En mi oficina tengo una cuna y un cuadro pequeño en la pared de mi escritorio. Y eso es lo que me gusta. Creo que me irá muy bien sola.

PELÍCULAS PARA VER

Baby, tú vales mucho (Baby boom, 1987) y Shirley Valentine (1989).
Estas dos películas están disponible en Youtube.

Verónica Forqué llevó al teatro Shirley Valentine, en forma de monólogo.

Mi cariñoso agradecimiento a la modelo y a la fotógrafa que me permitieron tomar la fotografía que encabeza esta nota, una luminosa mañana en la que ya apuntaba la primavera.

 

Sin límites, somos más

El Colegio de Psicólogos de Madrid ofrece, desde hace algunos años ya, un ciclo de conferencias dedicado a la intersección entre la Psicología y el Coaching. La visión del Grupo de Trabajo de Psicología y Coaching del Colegio de Psicólogos de Madrid, es la de ser «un referente en materia de relaciones entre Psicología y Coaching, difundiendo la figura del Psicólogo experto en Coaching». El lema de este Grupo, que lidera la psicóloga Isabel Aranda, experta en emociones, es:

Sin límites, somos más.

Este es el IV ciclo. Está generosamente abierto al público como los anteriores. Está compuesto de presentaciones que van desde enero a diciembre, cada una de ellas dedicada a las Fases Clave de un proceso de coaching. Este ha sido el tema elegido, con gran acierto, para esta cuarta temporada. Comparto aquí algunas ideas, entresacadas de las primeras conferencias del ciclo a las que asistí, coincidentes con las cinco primeras Fases.

1. Cambiar o no cambiar, ese es el dilema

 

El cambio es una puerta que se abrimos desde dentro. Y lo hacemos solo si queremos. Nadie puede obligarnos. Es una cuestión de actitud ante la vida. Cambiar o no cambiar, ese el dilema. Es decir, cruzar o no el umbral. Decidir ser o no ser. O mejor dicho, Ser más, en palabras de Beatriz Valderrama, doctora en Psicología y coach, encargada de pilotar la nave con la que traspasar esa imaginaria línea. Alcanzar nuestros sueños, que se traducen en visiones, supone esfuerzo.  Y, sobre todo, «voluntad para cambiar».

2. Establecer lazos

 

Elena Pérez Moreiras, psicóloga y coach ejecutiva y de equipos, tituló su intervención Estableciendo lazos con el alma… ¿Desde el principio? El primer encuentro con el cliente es la base. De él depende, en gran medida, él éxito del proceso. Y una frase para enmarcar:

El coaching es un encuentro de almas

Al alma del auditorio apeló Elena Pérez Moreiras en la visualización que dirigió. Planificar es visualizar. Ojos tapados, para ser guiados en un ejercicio de relajación destinado a lograr el rapport colectivo (la sintonía total del auditorio), mecidos por el sonido de su voz, y de cánticos y tambores indios. Una excelente técnica para entrenar la escucha.

3. Establecer metas

 

Guadalupe Gómez, psicóloga industrial y Directora Académica de la escuela Tea- Cegos, sentó las bases de la segunda fase clave, Establecer metas y objetivos. O sea, lo que el cliente quiere conseguir. Eso será para él fuente de activación y búsqueda de recursos y fuente de motivación. Todas las demás fases depende de ésta. El resumen de esta intervención está en la metáfora del taxista de Robert Dilts. El conductor del taxi no se mueve hasta que el cliente no ha expresado exactamente su lugar de destino. Pregunta clave: «¿Qué asunto concreto te gustaría tratar?». Para finalizar con otra no menos importante, la que pone fin al proceso, «¿hemos cubierto el objetivo?».

4. Explorar la realidad

 

Alcanzar un objetivo supone, en primer lugar, conocer el momento en el que se encuentra el cliente. María Manzano, psicóloga y socia fundadora de la Escuela de Coaching Lider-haz-GO!, presentó la tercera fase, La exploración de la realidad, cómo diferenciar lo que es y lo que no es. En una didáctica charla dialogada con el auditorio, María Manzano centró al coach como «quien abre perspectivas» a la realidad que ve el cliente. La conversación se convierte en una búsqueda para facilitar al cliente para que la vea las cosas de otra manera. Y así, «hacer cosas diferentes,  para obtener resultados diferentes».

5. Explorar Misión y Visión

 

Ovidio Peñalver, psicólogo y coach de equipos, dirigió su mirada hacia como siente el cliente en el cuerpo las situaciones que vive. «Sentimos lo que pensamos y lo reflejamos en nuestro cuerpo», dijo este experto en Focusing. Ovidio Peñalver, creativo y heterodoxo coach, define así esta cuarta fase, El poder de la visión y de la misión personal. Técnicas para definir y vivir la situación deseada. Con técnicas basadas en Focusing y herramientas ligadas a la manera en la que el cliente se cuenta su propia historia, se facilita al coachee la posibilidad de construir el Qué, el para qué y el cómo de su vida. Todo aquello que le moverá a levantarse cada día. Es decir, que establezca su Misión y su Visión.

Reflexión final

En mi consideración, este ciclo de conferencias es de un gran interés no solo para coaches y psicólogos, también para estudiantes de una y otra disciplina. El tono didáctico de estas charlas, que no excluye lo académico, es de un gran interés para alumnos de las escuelas de coaching. Los ponentes están formados en diferentes escuelas, lo que supone diferentes puntos de vista.

 

Narrar historias: el horno del corazón

Narrar historias es tan antiguo como la propia humanidad. Las empresas son, en general, solemnes y poco propensas a mostrar sus sentimientos. Le ocurre igual a los profesionales que con trabajan en ellas. Quizás hay una excepción: a los vendedores —o comerciales— se les permite «mostrarse simpáticos».  

personajes para narrar historias

La mentalidad del ejecutivo está programada para ser analítica, objetiva, y, en muchos casos impersonal. Estas actitudes se reflejan en la manera en que las empresas comunican, tanto interna como externamente. En consecuencia, la comunicación tiende a ser fría. Igual que sus exposiciones, muchas de ellas elaboradas en farragosas presentaciones en Powerpoint o Keynote. Presentaciones  argumentativas, plagadas de datos.

En muchas de estas presentaciones sobran diapositivas y falta corazón.

Igual puede afirmarse de la comunicación interna en las empresas. O del envío de decenas de correos electrónicos diarios. En los que en la línea de «asunto» se coloca la primera fase que viene a la cabeza. O en los mensajes colocados en las diferentes redes sociales, bien sea éstos personales o profesionales.

Captar la atención

Cuanto he dicho no es caprichoso. He sido directivo durante años. Yo mismo caí en esos mismo errores. Yo mismo no me detenía a pensar el «Asunto» del correo electrónico. No era consciente que desde el «Asunto» tenía que captar la atención del receptor.  También he estado al otro lado, como Director de Comunicación de una Agencia de Comunicación.  Mi tarea era hacer llegar los mensajes de las empresas —nuestros clientes— a otros periodistas.

En el año 2008, me encontré con  el libro Será mejor que lo cuentes. Los relatos como herramienta de comunicaciónde Antonio Núñez. Y digo me lo encontré, porque estaba abandonado sobre un archivador de la redacción de la cadena de radio donde trabajaba.

Pasé junto a él varios días. Lo miraba de reojo. Una tarde, finalizadas mis tareas,  decidí esperar antes de  antes de regresar a casa, a la espera de que se disolviera el atasco de cada tarde a esa misma hora. Pregunté  y nadie dijo ser dueño del libro. Así que me lo apropié. Y ahí se produjo el cambio. Mi manera de entender la comunicación cambió radicalmente. La idea fundamental del libro es narrar historias para una mejor comunicación.


Ya no mandan los grandes emisores. El destinatario de tu mensaje es hoy el que manda. Un buen relato es lúdico, sensorial y emocional, está cargado de sentido, es didáctico, mnemotécnico y favorece la cohesión, participación e interactividad de sus destinatarios.

— ANTONIO NÚÑEZ


Nuestros mensajes de esta manera serán más perdurables en la mente de quienes nos escuchan, y más contagiosos, porque hemos establecido una ruta hacia su corazón. Narrar historias es la mejor manera de comunicarnos.

 

corazon sale de la manguera del corazon

Narrar historias: el horno del corazón

No hay milagros, sólo esfuerzo. Es preciso cambiar cuando las circunstancias lo exigen. «Las circunstancias han cambiado. ¿Qué va a hacer usted?», dijo Keynes.

La ideas tienen que bajar al horno del corazón para que se calienten, así afloran las emociones. 

—ÁNGEL LAFUENTE, experto en oratoria

Una receta tan simple como antigua, pero precisamente por ello tan inusitada. Así, aplicando tan sencillo remedio, es como la enumeración de datos, demostraciones, cifras o estadísticas dan paso a las emociones. Al narrar historias, las argumentaciones se  convierten en relatos que evocan las emociones de la audiencia, logrando de ellos el bien más preciado en estos tiempos, su atención.

En Resonancia, un estupendo libro de  Nancy Duarte, experta en presentaciones, explica como narrar una historia en una presentación, tanto dentro como fuera de la empresa..

El éxito acompañará a aquellos que sean capaces de acomodarse a esta nueva situación. Se hace necesario cambiar nuestra manera de pensar, tomar conciencia de la nueva realidad en la que nos estamos moviendo. Hay narrar historias para  clarificar nuestro mensaje y que la gente nos escuche.

El siguiente paso no es otro que ponerlo en práctica, ser inspiradores. ¿Qué te impide hacerlo?