Cómo enfrentar una entrevista de trabajo

Las entrevistas de trabajo han dado un cambio radical en los últimos años. Hace unos días escuché en la radio que, en el cuestionario de reclutamiento de una empresa, se formula a los candidatos la siguiente pregunta:

¿Cómo meterías una jirafa en una nevera?

Automáticamente, recordé las clases de Inteligencia Emocional que impartía Marian Frías, psicóloga, sexóloga, coach, y autora de varios best sellers. Mariam recurría a una frase que ha quedado impresa en cuantos hemos sido sus alumnos. Nuestra profesora la utilizaba cuando quería prevenirnos acerca de cómo habíamos de enfrentar la gestión de nuestras emociones. Nos decía:

Para comerse un elefante, hay que hacerlo a filetitos– Marian Frías

Por eso, la primera respuesta que me vino a la mente, para responder a la pregunta de la jirafa, fue: «pues a filetitos”. Ésta es sólo una de las docenas de respuestas para esa pregunta. No sé me ocurrió poner en cuestión la pregunta, sino dar una respuesta. La respuesta no es ni correcta ni incorrecta. Ni la pregunta. No hay preguntas correctas o incorrectas en estas entrevistas de trabajo, o en estos procesos de selección. Salvo que  la empresa que formula la pregunta de las jirafas, se dedique a la fabricación de neveras.

Si un elefante pude comerse a «filetitos», una jirafa también. Vamos a trocearlos.

Análisis, creatividad y competencias

Sin ánimo de ser exhaustivo, he realizado una pequeña búsqueda acerca de las (¿provocadoras?) preguntas que incluyen en sus entrevistas de trabajo algunas empresas. Apple, por ejemplo, coloca al aspirante en el papel de cocinero y le demanda que explique si es pragmático o académico. Xerox quiere saber por qué las pelotas de tenis son peludas. Otra empresa quiere conocer si el candidato sabe cuántas vacas hay en Asturias. Y así un largo etcétera.

Preguntas de este tipo eran muy frecuentes en las entrevistas de trabajo que realizaban bancos o empresas tecnológicas. Dado el triste aumento de demandantes de empleo, esta práctica ha extendido también su uso a otros sectores.

El mismo entrevistador tampoco conoce la respuesta. Ni le importa. Lo que busca haciendo esas preguntas en una entrevista de trabajo, es conocer la capacidad de reacción de la persona entrevistada. Su capacidad de análisis. Su creatividad.  Sin preguntarlo directamente, el entrevistador quiere conocer realmente las competencias del candidato.

Competencias,  conjunto de conocimientos, habilidades, disposiciones y conductas que posee una persona que le permiten la realización exitosa de una actividad. –Maite Usón

El lenguaje no verbal

No son recomendables, por lo comentado anteriormente,  respuestas del tipo, «no lo sé», «ni idea», «no dispongo de ese dato». U otras parecidas. No has dado respuestas. Y lo que es peor, en tu diálogo interior te estás diciendo, «¿de qué va?». O,  «¡vaya una pregunta!». 

Estas expresiones internas suelen estar acompañadas externamente de un gesto o gestos de sorpresa o desagrado. Cejas que se elevan, dilatación de las pupilas, o un cambio de postura. Has dado una pista al entrevistador, su pregunta ha hecho mella en ti.

La entrevista ha comenzado a hacer aguas por donde menos lo esperabas. Has elegido con extremo cuidado la ropa que llevas. Has visitado la página web de la empresa a la que aspiras a entrar. Te la sabes de memoria. Tu curriculum lo tienes perfectamente interiorizado. Pero una sola pregunta te ha hecho perder la concentración, porque ha dado en tu línea de flotación. Te ha hecho perder el foco.

Poner el foco

La buena noticia es que todo se puede entrenar. Y con esto no quiero decir que seas artificial, que finjas. Todo lo contrario. Sé como eres. Tus logros y tus competencias forman parte de tu Marca Personal.

El humor es en estas situaciones un argumento imbatible. Esboza una sonrisa mientras piensas la respuesta. Ganas unos segundos de oro. Así pasas a dominar tú la situación. Una sonrisa acompañada de preguntas.  ¿Cómo es la jirafa? ¿Y la nevera? ¿Es de juguete la jirafa? ¿Tiene congelador la nevera?…
Con estas u otras preguntas, el entrevistador se siente escuchado. Entiende que tú estás en sintonía con su trabajo. Y con el foco puesto la entrevista. Has tomado la iniciativa y, además, estás ganando un tiempo precioso para encontrar respuestas.

En esos momentos, tu gesto ya se ha relajado y al buscar las respuestas, tus ojos se elevan. Le has dado una pista excelente al entrevistador al observar este gesto. Tu lenguaje no verbal le está diciendo que eres una persona creativa. Una persona que busca respuestas, en lugar de ver problemas. ¿Tenías alguna duda de que así fuera?

¿Cómo puedes entrenar esto en tu vida diaria?

 

Cuando hables con tus amigos, con tu pareja, con tus hijos, o con tu jefe, ¿por qué no pones en ellos tu atención? ¿Qué te impide poner el foco en lo que dicen y no en lo que crees que dicen?  ¿Por qué en lugar de juzgar sus preguntas, no las escuchas y ofreces tus puntos de vista? Habrás hecho así músculo para que , cuando en una entrevista de trabajo, te hagan preguntas que no te esperas, sepas salir de la situación.

Y así, filetito a filetito, te comes un elefante. O una jirafa. Y lo que haga falta.

 

Hablar en público, esencial para tu Marca Personal

Hablar en público es uno de nuestros mayores miedos. Hay estudios que afirman que este miedo es incluso superior al que se siente por las arañas. Hablar en público para Dummies te facilita el trabajo.

«No dominar la comunicación en público puede acarrear desde la pérdida de oportunidades laborales hasta la incapacidad para ser eficaz a la hora de vender un producto.» —José Mª Palomares

Tanto si hemos de hacer una presentación como si tenemos que defender una idea de negocio. O situarnos frente a un cliente. O en una entrevista de trabajo. Hablar en público es esencial en la construcción de la Marca Personal.

HABLAR EN PÚBLICO PARA DUMMIES. José María Palomares. Planeta, 2013

Un directivo de una multinacional española de telefonía, residente en Australia, contaba en un congreso de Madrid Excelente, que sus hijas —dos gemelas de dos años de edad— asistían a una guardería en Sidney.  Cada mañana, la profesora pedía a cada uno los niños que contaran al resto de sus compañeros qué habían desayunado esa mañana. El directivo mostró el convencimiento de que sus hijas cuando crezcan nunca tendrían miedo a hablar en público, además de saber cómo estructurar una historia. Lo habían aprendido desde muy pequeñas.

Los españoles competimos en peores condiciones que las personas de otros países, muy especialmente con respecto al mundo anglosajón. Afortunadamente, el sistema educativo español está subsanado esta carencia. Incluso en los colegios bilingües, nuestros jóvenes presentan ya en un segundo idioma ante sus compañeros. Ya es solo un mal sueño aquellos tiempos en los que cuando te sacaban a la pizarra, era solo para que mostraras a todos lo que no sabías.

Tanto el miedo a hablar en público como qué contar y cómo contarlo, se pueden entrenar. Porque, si una vez vez vencido el miedo, tenemos una idea genial, pero no sabemos cómo comunicarla, no vale para nada. Hablar en público para Dummies es una herramienta pensada para que el proceso de comunicación en público sea más eficaz.

Hablar en público para Dummies: comunicar con claridad y eficacia

No te dejes llevar por la palabra Dummies que aparece en el título. El concepto Dummies está asociado a guías sencillas o que contienen contenidos muy básicos. Sin embargo, es muy frecuente la tendencia a olvidar ( o a no practicar) cosas que, por obvias o por sencillas, damos por sabidas.

Este libro nos recuerda que en comunicación todo tiene su importancia.

Es este un libro sencillo, sí. Contiene consejos básicos, sí. Pero está escrito con hondura.  Los conceptos están, además, muy claramente explicados y José Mª Palomares se centra en lograr que seamos efectivos.

Hablar en público para Dummies, está organizado en cuatro partes. Su autor recomienda la lectura lineal del texto.

    1. Los fundamentos de la comunicación. Lenguaje verbal y no verbal, la voz y el entorno en el que tiene lugar la comunicación.
    2. Cómo estructurar una charla, gestionar un coloquio o cómo preparar el turno de preguntas.
    3. Formatos singulares para comunicarse en público y cómo sacar partido al mundo digital.
    4. Fuentes de inspiración para ayudarte a modelar, a aprender de los demás.

Hablar en público para Dummies contiene la doble experiencia de su autor, José María Palomares, como profesor de Comunicación Corporativa y Relaciones Públicas en el Instituto de Empresas e ICADE, y formador de directivos. Y como conferenciante y formador de presentaciones en público.

Si entiendes que la comunicación en público (en su más amplio sentido) es parte de tu trabajo, este libro es para ti. Va a ayudarte a canalizar lo que, como profesional, llevas dentro. Y a favorecer la consolidación de tu Marca Personal.

 

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Como cajas vacías, o el frágil equilibrio

Como cajas vacías

apiladas las unas encima de las otras

en frágil equilibrio.

Vikram Babu pregunta:                              ¿eres así?

 

(Los poemas de Vikram Babu, Jesús Aguado. Hiperión, 2000)

Frágil e inestable equilibrio 

 

Vikram Babu  es un filósofo creado por el poeta Jesús Aguado. Como en el poema que abre esta nota, suele contestar a las preguntas que se le hacen con pequeñas composiciones poéticas. La base es una comparación y finalizan con una pregunta. La comparación del poema que da título a esta nota es una metáfora enmarcada en el ámbito de la Física: Cajas vacías en frágil equilibrio.
Si hablamos de física, pues veamos que dice la Física:

Un sistema tiende a permanecer en equilibrio si no hay un elemento que lo desequilibre. Cuando éste entra en juego, el sistema evolucionará de nuevo hacia el equilibrio.

Es una ley física, la Primera Ley de Newton.

¿Qué hay en nuestra vida que no esté en frágil (e inestable) equilibrio?

Mantenemos un frágil equilibrio con nosotros mismos, el más básico de los sistemas existentes. Cada uno de nosotros somos un sistema, o sea, una caja. Dentro de ese sistema, no es menos frágil el equilibrio que mantenemos entre nuestros miedos y nuestros sueños, o entre nuestras creencias y valores.

Formamos parte de un sistema más: nuestra familia, o nuestra pareja. Y otros dos sistemas, al menos, se suman al nuestro: los que formamos con amigos y con compañeros de trabajo. Y si perteneces a un club, a un equipo, a una ONG… Pues más sistemas. O sea, más cajas que se suman a la nuestra.

Cajas, en fin, que se van apilando. Y sin olvidar que todos estos sistemas están interactuando entre sí.

Del equilibrio al caos y vuelta al equilibrio 

Vamos a mirar en nuestras situaciones cotidianas.

¿Qué ocurre cuando tu jefe te pide que hagas un informe casi a la hora de la salida del trabajo? ¿Y cuando el semáforo se pone en verde y el coche de delante no se mueve?¿O cuando pides un café en la barra de un bar y el camarero te ignora?¿Qué haces cuando escuchas una determinada palabra que no te gusta? ¿O cuando la esperas y no la escuchas? 

Hay momentos en lo que todo se vuelve hostil o lo sentimos como hostil.

Cada una de estas causas pueden ser elementos desestabilizadores de uno o de varios de nuestros sistemas. Una vez roto el equilibrio, el frágil (e inestable) equilibrio, comienza un proceso de caos progresivo hasta alcanzar el nuevo estado.

Lo tienes en tu mano. Tus emociones son tu presente. Un cambio en tus pensamientos cambia tus emociones. Y esto te lleva a equilibrar tu estado.

¿Que pasaría?

  • Si  en lugar de hacer sonar el claxon compulsivamente cuando el coche de delante no avanza, conservas la calma.
  • Si en lugar de pensar que tu jefe te tiene ojeriza, haces el informe.
  • Y  si en lugar de increpar al camarero, esperas a que sirva a otros clientes, y disfrutas tu café unos minutos más tarde.
  • Si en vez de enfadarte cuando no has escuchado lo que querías, le dices a la otra persona cómo te sientes.

Lo que pasaría es que habrías cambiado emociones como el enfado por otras más agradables.

Un objeto es tan fuerte como su parte más débil

También es pura Física. Cuidar nuestro punto más débil, es tan importante como una buena higiene.

¿Cuál es tu parte más débil? ¿Qué es lo que te desestabiliza? ¿Cómo piensas que puedes corregirlo? ¿Cuando comenzarás a hacerlo?

 

 

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