El Storytelling es el arte de historiar. La definición

Mi propuesta de definición para storytelling es muy clara:

El storytelling es el arte de historiar. O, más simplemente, el storytelling es historiar.

Cualquier otra definición es reducir sus posibilidades y no entender— en mi opinión— su contenido más profundo. Esta nota es la explicación del porqué de esta definición.

Pero antes una aclaración. Para su enriquecimiento, este artículo está siempre abierto a nuevas aportaciones.

Viñeta de Mingote para Metro de Madrid. Foto tomada en la estación de Metro Rubén Darío.

Los humanos somos contadores de historias

 

Contar historias es tan antiguo como la humanidad misma. El concepto evoca los más antiguos tiempos en los que, alrededor de la hoguera, se compartían hazañas de caza o las experiencias vividas. Era el nacimiento de la tradición oral. Los cuentacuentos o las madres o abuelos que cuentan historias (leídas o inventadas) a sus hijos y nietos, no son otra cosa que el continuo revivir de aquella ancestral tradición oral. «Sin lenguaje no hay historia», dice Juan Luis Arsuaga, antropólogo y biólogo evolutivo.

Quizás exista una prueba palpable de que el storytelling ha estado presente desde el nacimiento de los tiempos, es el descubrimiento de unas pinturas rupestres —una pintura figurativa— con casi 44.000 años de antigüedad, que los expertos creen que puede ser «la primera narración conocida». La escena muestra ocho figuras humanas,  cazando jabalíes y bóvidos enanos.

Juan Luis Arsuaga, sin embargo, estima que las pinturas rupestres no son algo «narrativo o escenográfico. El arte es simbólico, eso siempre, pero no necesariamente narrativo».

Storytelling, una tendencia

 

El storytelling se ha descubierto como una una poderosa herramienta de comunicación. Cómo tal  se empezó a utilizar en la comunicación de diferentes candidatos a la presidencia de Estados Unidos, en los años 80- 90 del siglo pasado. El caso más carismático sería el del presidente Barack Obama, quien puso en el mapa de la comunicación el término.

DESDE ESTADOS UNIDOS, EL STORYTELLING VOLÓ HASTA EUROPA

 

Fue tal vez este aterrizaje europeo del storytelling  lo que motivó que el escritor francés Christian Salmon publicara, en 2007, un furibundo ( y partidista) alegato contra el storytelling político y de marca. Su título lo dice todo: Storytelling: la máquina de fabricar historias y formatear las mentes. En 2008, la editorial Península lo publicó en España. Ver comentario al final de este texto, que hizo el propio Salmón.

Además de en comunicación política, el storytelling se ha utilizado (y se utiliza) en marketing, publicidad y comunicación de marca. Pero de ahí a decir que el storytelling sirve «para vender más», media un abismo, cuando no es una afirmación simplista. Como si el storytelling fuera el bálsamo de Fierabrás, la poción mágica que todo lo cura y con el que Don Quijote sanó sus heridas después de ser apaleado.

El uso del storytelling se ha extendido también a la comunicación interna y externa de las organizaciones, al management, y se ha ampliado al mundo de las presentaciones y la formación.

Mientras que su uso en política ha sido (y lo sigue siendo) muy discutido, en marketing y publicidad, la utilización del storytelling tiene escasos detractores.

Raras son las previsiones que hacen las agencias de publicidad, año a año, sobre tendencias de comunicación que no contemplen el storytelling como tendencia para el año siguiente. El concepto ha ido matizándose. Las agencias hablan, por ejemplo,  de storydoing ( a partir del  storytelling, generar experiencias de la marca para conectar) o de Storytelling Transmedia (el uso de diferentes plataformas digitales para contar una historia). En este segundo caso, suele hacerse hincapié en el uso de diversos canales, descuidando en muchos casos lo nuclear: la historia.

ESTO ME LLEVA A CUATRO REFLEXIONES

 

      1. ¿Cómo puede morir (o dejar de ser tendencia) el storytelling, si los seres humanos usamos las historias para explicar el mundo desde que vivíamos en las cavernas?
      2. El cerebro humano tiene estructura narrativa. A nuestro cerebro le encantan las historias.
      3. No hay buena comunicación si no hay una buena historia que contar. Y da igual que la contemos en vivo o en diferentes plataformas. Lo importante es la historia, no el canal por el que la contemos.
      4. Los seres humanos somos insaciables consumidores de significado. Las historias son una inagotable fuente de significado.

el storytelling es el arte de historiar, una tele con muchos personajes, muchas historias

El storytelling, una actitud de comunicación

 

Lo que está claro es que no ha desaparecido — y no dejará de existir mientras la Humanidad sobreviva—  es el afán ( y la necesidad)  de los humanos por contar historias. Y de escucharlas.

Las historias tienen que ver con nuestro interés por las vidas ajenas. «Somos cotillas por naturaleza. Eso está en nuestra mente social»,considera Juan Luis Arsuaga.

La cuestión está en qué a las pinturas rupestres o a las conversaciones en torno al fuego no se le daba el nombre de storytelling. En consecuencia, hay quienes piensan que el storytelling es algo de estos tiempos que vivimos. Lo que sí es de nuestros tiempos es el uso del storytelling como herramienta de comunicación, tanto en comunicación política como en marketing y comunicación de marca.

Considero que el storytelling ha de ser, por todo esto, una actitud de nuestra comunicación. Es decir, una forma de actuar, para finalmente convertirlo en conducta: un rasgo fundamental en nuestra comunicación.

¿Qué es el Storytelling? Mi propuesta de definición

 

El término storytelling suele traducirse al castellano, literalmente del inglés,  como «contar historias». Así lo encuentras en cientos de entradas en otros tantos blogs.

SE ME QUEDA CORTA ESTA DEFINICIÓN

 

«Contar historias» sería una correcta translación al castellano. A esta traducción se le añade la expresión «el arte de», con el ánimo de hacerlo —quizás— más sonoro y conferirle así un mayor valor.

Tal como el storytelling se usa y yo lo concibo, debe aludir no solo a contar una historia, sino también a crearla y escribirla, para finalmente, comunicarla.

Contar una historia es solo el acto final de un proceso, a veces,  complejo.

 

Movido por el afán de encontrar un término que recogiera en castellano todos los aspectos arriba comentados, acudí al Diccionario de la RAE. Encontré el verbo historiar, así definido:

    1. Componer, contar o escribir historias.
    2. Exponer las vicisitudes por las que ha pasado alguien o algo.

Para asegurarme aún más, me dirigí a la Fundéu  (Fundación del Español Urgente), para preguntar si el verbo historiar podía ser correcto para definir storytelling.

Traslado aquí íntegramente la respuesta recibida:

«Según la definición del DRAE, bien podría hablarse del  arte de historiar. No obstante, el uso ha impuesto otro sentido de historiar (‘contar la historia [evolución o sucesión de los acontecimientos pasados] de algo’), de modo que, sin ser incorrecto, podría resultar ambiguo».

De esta respuesta de la Fundéu me centro en Dos palabras: «ambiguo» y «uso».

 

A. ) AMBIGUO

Si es ambiguo utilizar el verbo historiar,  no es menos ambiguo hablar solamente del «arte de contar historias», para definir el concepto storytelling. La ambigüedad a la que alude la Fundéu, define, no obstante, lo que hago en mi trabajo. Ayudo a personas para que buceen en la evolución o sucesión de sus acontecimientos pasados. Así construyen su propia  historia. O la historia de su negocio. O de su producto.

¿Qué otra es un anuncio publicitario, sino contar la historia de algo o de alguien? ¿Qué es una novela? ¿Y una película? ¿No es igualmente válido para la trayectoria de una empresa?

B. ) USO

El camino estaba marcado. Fui por eso al Diccionario de uso del español de  María Moliner. Esta filóloga y lexicógrafa quería con esta inmensa obra, «guiar en el uso del español, en primer lugar, trayendo a la mano del usuario todos los recursos, para expresar una idea con la máxima precisión o para realizar verbalmente cualquier acto expresivo. Y en segundo lugar resolver dudas acerca de la legitimidad o ilegitimidad de una expresión.»

María Moliner define así el verbo historiar:

Narrar un suceso ordenadamente con sus antecedentes y vicisitudes. Contar, componer o escribir historias.

Y para historia, María Moliner da la siguiente definición:

A veces se aplica este nombre a ciertas narraciones inventadas, pero apoyadas en la realidad (acepción 4ª). Hacer historia de ciertas cosas: Narrar algo ordenada y minuciosamente.

María Moliner también hace constar que la palabra «suceso», es el complemento directo del verbo historiar. Y el complemento directo es el  complemento verbal de un verbo transitivo que expresa la cosa o persona que recibe la acción verbal. O sea, el peso del verbo recae en «suceso», en lo que ha ocurrido.

Tal como puede apreciarse, las definiciones del DRAE y el de María Moliner coinciden. La filóloga introduce , sin embargo, un adverbio muy importante: «ordenadamente».

el storytelling es el arte de historiar, pluma estilográfica

 

El storytelling es el arte de historiar

 

En consecuencia, mi propuesta de definición de storytelling es esta:


El storytelling es el arte de historiar. Componer, contar o escribir historias. Exponer ordenadamente las vicisitudes por las que ha pasado alguien o algo.


Son estos acontecimientos los que configuran nuestro presente. Le dan sentido. Las experiencias vividas son el principal activo del que disponemos como personas. Nos hace únicos. Define nuestra Marca Personal. Esta historia es lo que da sentido a nuestras vidas. Igualmente, podemos hacer ampliable este concepto a una organización.

Heródoto, ver y conocer: historíe

 

El profesor de Filología Clásica en la Universidad Complutense y escritor, David Hernández de la Fuente, afirma en su libro El hilo de oro (Ariel, 2021) que «historiar es verbo clave tanto al contar historias evocadas como al narrar la historia sobre fuentes testimoniales en cualquier investigación sobre el pasado colectivo o personal». En castellano, historia tiene un uso ambivalente, es decir, no diferencia, como hace el inglés, entre las dos direcciones que ha tomado esta palabra: history y story.

Dice también el profesor Hernández de la Fuente, que la palabra griega historíe fue acuñada en su sentido moderno por Heródoto. La palabra tiene raíces indoeuropea y está relacionada con el «ver» y el «conocer». «O mejor dicho —afirma este profesor—, con el conocer por haber visto».

Filológica e historiográficamente, pues, la palabra historiar tiene todo el sentido.

STORYTELLING ES HISTORIAR

 

Mi propuesta es, por todo lo argumentado anteriormente, utilizar el término historiar, para comprender la verdadera dimensión de lo que el Storytelling esconde.

 

Cómo crear Mapas Mentales, tu mapa del tesoro

Cómo crear Mapas Mentales, del profesor británico Tony Buzan, es un libro muy sencillo de leer, pero de una gran utilidad práctica. Un Mapa Mental es la forma más sencilla de gestionar nuestro flujo de información. Nos permite una visión global,  nos orienta, y facilita la toma de decisiones.

CÓMO CREAR MAPAS MENTALES. Utiliza al máximo la capacidad de tu menteTony Buzan. Urano, 2013

 

La búsqueda de cualquier  tesoro necesita de un mapa que nos conduzca hasta él.  Lo sabemos desde que éramos niños. Estaba escrito en los libros de aventuras o lo vimos en cientos de películas de piratas. Un trozo de pergamino con símbolos que había que descifrar, era el protagonista que conducía a quien lo poseyera a encontrar un tesoro. Aquel  pergamino era en sí mismo ya un tesoro para quien lo poseía, y un objeto de deseo para quienes querían conseguirlo.

Mapas mentales: de lo más simple a lo más complejo

 

La aventura de Tony Buzan, autor de Cómo crear Mapas Mentales, comienza en su infancia. Sentía que los tradicionales métodos de enseñanza no le ayudaban en su avidez por aprender. Y empezó a subrayar textos.

La aventura de la búsqueda de su particular tesoro, continuó en la universidad, implementando el sistema mnemotécnico utilizado por los griegos. Eso le permitió tomar apuntes de manera diferente a sus compañeros que seguían utilizando el método lineal tradicional.

En la década de los 70, el ya profesor Buzan consiguió encontrar su tesoro. Dibujó su primer Mapa Mental, mientras grababa un programa de televisión con la BBC.

Los Mapas Mentales han cambiado por completo mi vida, mejorándome.

—TONY BUZAN

El desarrollo de esta idea y cómo llevarla a la práctica, es el contenido de Cómo crear Mapas Mentales. En cien páginas, este manual explica, de manera clara y sencilla, la manera de construir nuestros propios Mapas Mentales.  Desde el más simple al más complejo.

Foto: Ilustración tomada de «Cómo crear Mapas Mentales»

¿Qué es un Mapa Mental?

 

Es la forma más sencilla de gestionar el flujo de información que nuestro cerebro recibe a diario. Precisamente, un Mapa Mental de lo que tienes que hacer hoy, es la forma más básica de organizar tu día.

En lugar del tradicional sistema lineal de hacer una lista en uno o varios pósits, o en un dietario, la propuesta de Tony Buzan en este libro es que cambies la manera de organizar tus pensamientos y utilizar al máximo tus capacidades mentales.

¿No te parece que un mapa mental tiene la forma de una neurona que conecta con otras neuronas? A mi me recuerda a los dibujos del Premio Nobel de Medicina, Santiago Ramón y Cajal.

 

Neuronas y conexiones neuronales. Dibujo de Santiago Ramón y Cajal (principios del siglo XX). Museo Ramón y Cajal.

Cómo crear Mapas Mentales, un libro que alienta tu creatividad

 

Un mapa mental permite al usuario una visión global sobre un área determinada. Orienta hacia donde quieres ir y facilita la toma de decisiones. Y permite descubrir nuevos caminos. Es muy fácil de consultar y de recordar. Y, además, puedes agregar información, evitando así tener varios pósits o varias hojas, con el riesgo de perderlas, o de no tener una visión global sobre un determinado asunto.

Los mapas mentales permiten que tu imaginación se dispare hasta los límites que tú quieras ponerle. Que realices nuevas conexiones neuronales. Y alienta tu creatividad, porque puedes aplicar esta herramienta a cualquier cosa que estimes oportuna.
¿Recuerdas tu época escolar en que un papel en blanco era una invitación a cubrirlo con tus dibujos? ¿Recuerdas los lápices de colores con que dibujabas en aquel papel en blanco?

En consecuencia, para hacer mapas mentales, solo necesitas papel en blanco y lápices de colores. Y, sobre todo,  aquella imparable capacidad infantil para permitir que tus pensamientos fluyeran libres.

Un Mapa Mental es de esas cosas que al verlas, piensas: «¡Qué estupenda idea! ¿Por qué no se me ha ocurrido a mi?»

 

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Entrevista con Marion Charrion, cartógrafa de ideas.

 

 

Narrar historias: el horno del corazón

Narrar historias es tan antiguo como la propia humanidad. Las empresas son, en general, solemnes y poco propensas a mostrar sus sentimientos. Le ocurre igual a los profesionales que con trabajan en ellas. Quizás hay una excepción: a los vendedores —o comerciales— se les permite «mostrarse simpáticos».  

personajes para narrar historias

La mentalidad del ejecutivo está programada para ser analítica, objetiva, y, en muchos casos impersonal. Estas actitudes se reflejan en la manera en que las empresas comunican, tanto interna como externamente. En consecuencia, la comunicación tiende a ser fría. Igual que sus exposiciones, muchas de ellas elaboradas en farragosas presentaciones en Powerpoint o Keynote. Presentaciones  argumentativas, plagadas de datos.

En muchas de estas presentaciones sobran diapositivas y falta corazón.

Igual puede afirmarse de la comunicación interna en las empresas. O del envío de decenas de correos electrónicos diarios. En los que en la línea de «asunto» se coloca la primera fase que viene a la cabeza. O en los mensajes colocados en las diferentes redes sociales, bien sea éstos personales o profesionales.

Captar la atención

Cuanto he dicho no es caprichoso. He sido directivo durante años. Yo mismo caí en esos mismo errores. Yo mismo no me detenía a pensar el «Asunto» del correo electrónico. No era consciente que desde el «Asunto» tenía que captar la atención del receptor.  También he estado al otro lado, como Director de Comunicación de una Agencia de Comunicación.  Mi tarea era hacer llegar los mensajes de las empresas —nuestros clientes— a otros periodistas.

En el año 2008, me encontré con  el libro Será mejor que lo cuentes. Los relatos como herramienta de comunicaciónde Antonio Núñez. Y digo me lo encontré, porque estaba abandonado sobre un archivador de la redacción de la cadena de radio donde trabajaba.

Pasé junto a él varios días. Lo miraba de reojo. Una tarde, finalizadas mis tareas,  decidí esperar antes de  antes de regresar a casa, a la espera de que se disolviera el atasco de cada tarde a esa misma hora. Pregunté  y nadie dijo ser dueño del libro. Así que me lo apropié. Y ahí se produjo el cambio. Mi manera de entender la comunicación cambió radicalmente. La idea fundamental del libro es narrar historias para una mejor comunicación.


Ya no mandan los grandes emisores. El destinatario de tu mensaje es hoy el que manda. Un buen relato es lúdico, sensorial y emocional, está cargado de sentido, es didáctico, mnemotécnico y favorece la cohesión, participación e interactividad de sus destinatarios.

— ANTONIO NÚÑEZ


Nuestros mensajes de esta manera serán más perdurables en la mente de quienes nos escuchan, y más contagiosos, porque hemos establecido una ruta hacia su corazón. Narrar historias es la mejor manera de comunicarnos.

 

corazon sale de la manguera del corazon

Narrar historias: el horno del corazón

No hay milagros, sólo esfuerzo. Es preciso cambiar cuando las circunstancias lo exigen. «Las circunstancias han cambiado. ¿Qué va a hacer usted?», dijo Keynes.

La ideas tienen que bajar al horno del corazón para que se calienten, así afloran las emociones. 

—ÁNGEL LAFUENTE, experto en oratoria

Una receta tan simple como antigua, pero precisamente por ello tan inusitada. Así, aplicando tan sencillo remedio, es como la enumeración de datos, demostraciones, cifras o estadísticas dan paso a las emociones. Al narrar historias, las argumentaciones se  convierten en relatos que evocan las emociones de la audiencia, logrando de ellos el bien más preciado en estos tiempos, su atención.

En Resonancia, un estupendo libro de  Nancy Duarte, experta en presentaciones, explica como narrar una historia en una presentación, tanto dentro como fuera de la empresa..

El éxito acompañará a aquellos que sean capaces de acomodarse a esta nueva situación. Se hace necesario cambiar nuestra manera de pensar, tomar conciencia de la nueva realidad en la que nos estamos moviendo. Hay narrar historias para  clarificar nuestro mensaje y que la gente nos escuche.

El siguiente paso no es otro que ponerlo en práctica, ser inspiradores. ¿Qué te impide hacerlo?

 

 

 

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