Tecnología y futuro posible, según Enrique Dans

 

Tecnología y futuro son un binomio, conceptos que van inexorablemente unidos. Así lo plantea Enrique Dans  —reconocido internacionalmente como uno de los mejores divulgadores tecnológicos—, en Viviendo en el futuro, su segundo libro.   

El texto es una llamada al activismo. Enrique Dans quiere que el lector visualice el futuro,  implicarlo en la construcción de un nuevo modelo de sociedad, radicalmente diferente al que tenemos.

Teconología y futuro, foto de Enrique Dans
Enrique Dans es biólogo. MBA por el Instituto de Empresa. Doctor en Sistemas de Información por la Universidad de California. Consultor y asesor de empresas en el Área de Sistemas y Tecnología de la Información. Profesor de  Innovación en el IE Business School. Foto: Óscar Dacosta.

Entrevista a Enrique Dans

 

«Para hacer predicciones sobre el futuro, primero hay que saber si hay futuro.»


En esta nota te ofrezco un extracto de la entrevista mantenida con Enrique Dans, a propósito de su segundo libro, Viviendo en el futuro: claves sobre como la tecnología está cambiando el mundo (Deusto 2019). El primero, Todo va a cambiar, se publicó en 2010.

 

  La entrevista completa. Unos 27 minutos.

Tecnología y futuro, que diez años no es nada

 

COMUNICACIÓN VITAE (CV): Entre aquel primer libro, Todo va a cambiar y este, Viviendo en el futuro, han pasado diez años. ¿Qué ha cambiado en este tiempo?

ENRIQUE DANS (ED):  Pues que todo ha cambiado, realmente. Creo que hace diez años teníamos cierta idea de por donde iban las cosas. El potencial que tenían algunas, depende de como fueras de optimista, se ha sobrepasado con creces y se han generado auténticos monstruos. Compañías que nos han llevado a situaciones perniciosas. Su efecto  llega ya no solo a cómo vivimos, de dónde extraemos la información, sino a cómo nos relacionamos o cómo votamos. Hasta el punto de que esas herramientas sirvan para manipularnos o saber todo de nosotros.

CV: ¿Cómo nos está afectando la tecnología?

ED: Depende para qué. Para la creación de tecnología puede que sí. La tecnología va a una velocidad pasmosa. Realmente la tecnología se está haciendo cada vez más sencilla, más barata y más fácil de usar. Lo que no va tan rápido, porque depende de nuestra cabeza, es la velocidad de adopción.

Se originan paradojas brutales. Tenemos una alerta muy importante, por ejemplo, con respecto a la sostenibilidad del mundo. La tecnología que serviría para solucionar este problema está desarrollada, pero lo que falla es que no la estamos adoptando a tiempo.

tecnología y futuro, drones sobre campos desérticos

CV: ¿Puede ser la tecnología una posible solución para lo que se denomina la “España vaciada”?

ED: Sin duda. La que la tecnología te propone es la independencia del tiempo y del espacio. La propuesta de valor de esa España vaciada es muy interesante, respecto a la calidad de vida. ¿por que se quedan los pueblos vacíos? Porque históricamente no ha habido oportunidades. El mundo a medida que se digitaliza, ofrece más oportunidades.

«APRENDER A BUSCAR ES MEJOR QUE MEMORIZAR. LAS RESPUESTAS YA NO ESTÁN EN NINGÚN SITIO»

 

CV: ¿Cómo tiene que cambiar la educación para adaptarse a las necesidades que impone el futuro?

ED: Yo creo que lo fundamental es entender que la educación era, fundamentalmente, una exaltación de la memoria. Hoy en día, la información es tan abundante que en dos clics accedes a la información que necesitas. Es problema es seleccionarla bien. La educación de hoy debe incidir en cómo encuentras lo que buscas en cada momento. La tecnología lo que te pone delante, si la sabes utilizar, es una panoplia de información que da respuesta a una pregunta. Las respuestas ya no están en ningún sitio. La tecnología lo que hace es llevarte a qué respuesta escoger.

«Esto nos lleva a una exaltación del pensamiento crítico que la educación de hoy no genera.»

 

Tecnología y futuro posible. Cambiar el modelo de sociedad

 

CV: En el libro Sapiens, Yuval Noah Harari, hace previsiones a 2050. Usted dice en su libro que el futuro se juega hoy.

ED: Creo que no tanto el tiempo, sino la gran incertidumbre en medio, que no sabemos como puede terminar. Por eso tiendo a parar antes. Mi primera prioridad es desvelar la incógnita medioambiental: hasta que punto somos capaces de sobreponernos a la mayor amenaza de la Humanidad. Para hacer predicciones sobre el futuro, primero hay que saber si hay futuro.

«Se trata de cambiar radicalmente el modelo de sociedad.»

 

Tecnología y futuro, el mundo visto desde el espacio
«El mundo es más grande que los humanos.» —Enrique Dans

CV: El filósofo José Antonio Marina dice que «si el mundo sale mal, los humanos seremos algo residual.» ¿Hay tiempo aún para que el mundo no salga mal?

ED: Sí, porque la dimensión es distinta. Nosotros solo representamos una pequeña parte del mundo. El mundo va a ser viable con humanos o sin ellos. De hecho, la calidad del paisaje ecológico del mundo es mejor sin el hombre, porque somos una influencia demasiado salvaje. Somos una plaga, en muchos sentidos. Somos siete mil millones y once mil millones en 2100. ¿Puede ser viable la tierra con once mil millones de humanos? Sí. Podemos generar recursos para ello. Pero no cómo lo estamos haciendo. Hay que cambiar muchas cosas.

 

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Lenguaje visual y narración, dibujar para comunicar

 

El lenguaje visual es la manera de expresar ideas y comunicarlas que tiene Marion Charreau. Se define por eso como «cartógrafa de ideas». La cartografía es un arte antiguo. Pero lo es mucho más la necesidad de los seres humanos de expresarse dibujando: las pinturas rupestres tienen miles de años.

lenguaje visual dibujar para comunicar, Marion Charreau
Marion CharreauEnseña cómo usar herramientas visuales para reflexionar, organizar y comunicar ideas, aprender y tomar decisiones. Consultora políglota. Forma parte de una campaña mundial de alfabetización visual. Nació y creció en la ribera de un río francés.

Entrevista a Marion Charreau

Dibuja las ideas para clarificarlas y comunicarlas. Cartografía la información para organizarla y crear nuevas conexiones.

«Si quieres aprender algo nuevo o mejorar alguna de tus habilidades, apóyate en lo que ya haces bien.»

 


Marion Charreau se encontró hace unos años con Jenifer L. Johson en Barcelona. Marion dibuja ideas. El suyo es lenguaje visual.  Jenifer cuenta historias: se expresa con palabras. Lenguaje visual y narración. Del encuentro de estos dos cerebros tan dispares nació un método para comunicar de manera diferente, más allá de continentes, culturas y profesiones. Lo han plasmado en un libro conjunto, Piensa y comunica tus ideas con The Storyboard Method (Conecta, 2019).

Lenguaje visual y narración

 

COMUNICACIÓN VITAE (CV): ¿Cómo ha sido el proceso de escritura de este libro?

MARION CHARREAU (MCH):  Fue un aprendizaje brutal, porque tuve que aprender a estructurar la información de forma lineal, que no es la manera en que pienso y suelo trabajar. Desarrollé un método de escritura, apoyándome en lo que mejor sabía hacer: visualizar conceptos. Dibujaba mis ideas y escribía, volvía a dibujar y escribía más preciso. Un proceso de aprendizaje agotador en algunos momentos. Esta es la manera que uso para, por ejemplo, escribir artículos.

Aplicamos también el Método a la construcción del libro. Trabajamos tres años en él, buscando su público y qué es lo que necesitaban. He estado saliendo de mi zona de confort reiteradamente durante ese tiempo. Igual que cuando hacemos los talleres. Lo escribimos primero en inglés y luego lo tradujimos con Ernesto Gómez Cereijo.

CV: ¿A quién va dirigido este Método?

MCH: Desde luego a personas que no están satisfechas ni con las presentaciones ni con la forma en que a ellos se les comunica la información, bien sea por una institución, en la empresa o incluso en la universidad.

El Método es por eso útil para multinacionales, para realizar su comunicación externa e interna. También para estudiantes que quieran comunicar su tesis o sus ideas. Para directores de empresa y emprendedores que necesitan lanzar sus proyectos para recaudar fondos.

The Storyboard Method y el lenguaje visual

 

CV: Y si alguien no tiene muy desarrollado su lenguaje visual, y dice: “Yo no sé dibujar”, ¿puede aún así utilizar The Storyboard Method?

MCH: Yo le pediría a esa persona que cerrara los ojos. Le diría una palabra y lo único que tiene que hacer es evocar esa palabra en su mente. Si le digo la palabra “tesoro”, ¿qué ocurre en su mente? En su mente aparecerá una imagen o escuchará un sonido o sentirá algo relacionado con la idea de tesoro. Y si esa persona puede ver una imagen en su mente, ya va bien para poder dibujar con el método. Lo único que hay que hacer es evocar visualmente algo en tu mente.

lenguaje visual, dibujar ideas para comunicar, viñeta de Paco Roca
«Pensamos mediante imágenes mentales.» — Marion Charreau. Foto: Viñeta de Paco Roca. Exposición Fundación Telefónica, 2015.

 

CV: ¿Y el paso siguiente?

MCH: Dibujar de la forma más sencilla posible eso que ha visto en su cabeza. En el método lo que hacemos de manera muy sencilla es deconstruir la idea de que el dibujo ha de estar muy bien hecho. Es curioso, pero ese bloqueo no lo tenemos con la escritura. Y no somos escritores, pero nos damos permiso para serlo. Usamos la escritura, las palabras, el lenguaje verbal para comunicar nuestras ideas. Se trata de hacer lo mismo, utilizar el lenguaje visual para comunicar tus ideas.

El Método te permite poder dibujar en el sentido de poder dibujar para transmitir una idea. Cualquier persona que sabe escribir, aprendió a dibujar antes. El Método es una forma de acercarse al dibujo y reconciliarse con esa herramienta que tenemos.

lenguaje visual, boceto de un dibujo
«No es necesario dibujar como un maestro. Hay que permitirse dibujar. Nuestro lenguaje visual más fresco y sencillo va a poder salir libremente.» — Marion Charreau

Lenguaje visual y tecnología

 

Marion Charreau estudió Bellas Artes. La escuela donde estudiaba estaba especializada en nuevas tecnologías, la tecnología punta de entonces. Sus profesores insistían en que desarrollara su trabajo artístico incluyendo la tecnología. Entró en conflicto con sus profesores. «Yo no es que estuviera en contra», dice, «pero no le encontraba sentido. Me pedían crear efectos para impresionar. Mi proceso artístico no lo iba a aclarar la tecnología». Entró en conflicto con sus profesores. Se cambió de escuela. En su primer libro, Le français vu du ciel, sintetizó un idioma en mapas ilustrados.

«La tecnología es una coraza que impide transmitir el mensaje. A veces, la tecnología nos hace delegar la función de pensar. »

 

CV: En una presentación, ¿el uso de la tecnología puede hacer que se olvide el mensaje que queremos transmitir?

MCH: La “culpa” no la tiene la tecnología. El mal hábito lo tenemos nosotros. La tecnología permite impresionar y eso es lo que, a veces, queremos hacer, impresionar a nuestro público. Y caemos en esa trampa. Es solo apariencia, el mensaje desaparece. El efecto hace que el creador de la historia pierda al público. No puede por eso hacerlo para impresionar. No podemos olvidar quien es nuestro público y cómo puedo conectar con él.

¿Cómo puedo construir mi mensaje para el público? ¿Cómo puedo hacer que ellos también los construyan en su cabeza? El pensamiento es una construcción. Como creador de la historia, el presentador debe ser consciente de para qué usa la tecnología, y crear sentido.

«La tecnología puede ser también una hoja de papel.» — Marion Charreau

The Storyboard Method y los datos

 

CV: Vivimos en la época de los datos. ¿Cómo se pueden transformar los datos en una historia con TSM?

MCH: Los datos son información de base. Lo que el Método permite es utilizar el dato como parte de una estrategia, porque el dato en sí no vale nada. Lo que importa es lo que implica ese dato. El Método, en concreto la herramienta nº 3 («Marco de cuatro preguntas. Seleccionar las ideas centrales”), permite ir más allá de lo que significa el dato, y de los datos que se tienen, cuál es el que mejor nos sirve. Este Método ayuda a transformar el dato en información y luego hacer que la información se transmita con la forma de una historia.

CV: Hay personas amantes de los métodos. Otras, sin embargo, que creen que van a perder su libertad de creación por usar un método.

MCH: Más bien es al revés. Te contaré una historia. Cuando estábamos elaborando el Método —la parte amarilla donde se explica cómo usar el método—, se lo dimos a dos personas para ver si eran capaces de hacerlo ellos solos, sin nuestro apoyo. La persona supermetódica iba paso a paso, cajita a cajita, siguiendo muy bien los pasos. La otra, la más “caótica”, necesitaba hacerse una idea global del proceso. ¿Qué hago? ¿Por donde comienzo? ¿Cómo canalizo lo que siento? Puede ser un proceso “doloroso”. A esta persona le viene bien el método, porque se siente apoyada. Saldrá de su zona de confort, se cuestionará hábitos. Hay diferentes tipos de personas, por eso el libro se puede leer de maneras distintas. Puede hacerse linealmente o bien hacerlo a tu aire.

«La libertad llega cuando dominas algo, entonces fluyes.»

— MARION CHARREAU

 

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Viviendo en el futuro, el mundo según Enrique Dans

 

Viviendo en el futuro es una llamada al activismo. Es, por tanto, un libro incómodo. Enrique Dans no quiere, sin embargo, infundir miedo, sino que el lector visualice el futuro. Cada lector es, para Enrique Dans, el artífice del cambio. Y a él se dirige, tuteándolo, para implicarlo.

astronautas, viviendo en el futuro, enrique dans
«El futuro no es el último modelo de ‘smartphone’, el enésimo ‘gadget’ o la ‘app’ de moda. El futuro es ser capaces de tener futuro, de mirarlo con realismo. Si queremos vivir en el futuro, podemos hacerlo. Si queremos, el futuro ya está aquí.» — Enrique Dans

VIVIENDO EN EL FUTURO. Claves sobre cómo la tecnología está cambiando nuestro mundo, Enrique Dans. Deusto, 2019. 292 páginas.

 

En realidad, todo ha cambiado ya

 

Viviendo en el futuro es el segundo libro de Enrique Dans. El primero, Todo va a cambiar (Deusto, 2010) es de hace casi una década. No han sido, sin embargo, años de silencio. Dans escribe diariamente en su blog, que, desde 2003, cuenta con más de ocho mil entradas. «Mis alumnos pueden decir que tienen un profesor bien informado— dice Dans— y, además, puedo debatir mis contenidos con mucha gente.»

En aquel primer libro, Enrique Dans ponía sobre la mesa elementos de reflexión, sin hacer juicios de valor, exponía hechos de manera rigurosa. Planeaba, por eso, sobre el texto y llamaba de usted al lector. En Viviendo en el futuro, Enrique Dans se implica. Hace una narración en primera persona, directa, clara y sencilla, que mira a los ojos del lector. Le habla de tú.

Esto es lo que confiere a Viviendo en el futuro credibilidad y la necesaria dosis de veracidad, que no miedo, «porque eso paralizaría a la gente. Solo el activismo puede salvarnos.» Esta es la línea argumental del libro.

Como especie, los humanos hemos sido capaces, gracias a la tecnología, de provocar drásticas modificaciones en  nuestro entorno. Esas modificaciones nos han abocado a un crecimiento insostenible, que amenaza con provocar en muy poco tiempo el fin de la civilización humana. Esa idea me obsesiona.

—ENRIQUE DANS

 

microchips al microscopio, viviendo en el futuro, enrique dans
«Si algo define a la especie humana es la tecnología. Únicamente el hombre ha sublimado esa capacidad hasta definir su historia en el planeta en función de la tecnología.» — Enrique Dans

Viviendo en el futuro. 9 ámbitos claves

 

¿Qué impacto tendrá (tiene ya) en nuestro futuro la tecnología? ¿Cómo puede esta ayudarnos a resolver nuestros problemas más apremiantes?

Estas son las dos grandes preguntas que Enrique Dans — reconocido internacionalmente como uno de los mejores divulgadores tecnológicos— quiere responder en Viviendo en el futuro. Facilita para ello al lector los contextos necesarios para que sea él quien desarrolle su propio pensamiento crítico.

Con el ameno y vivaz estilo divulgativo que caracteriza a Enrique Dans, desarrolla, en otros tantos capítulos, cómo será el futuro en NUEVE ámbitos fundamentales de nuestra vida diaria.

    • El hogar. La internet de las cosas, drones repartidores, zepelines que sobrevuelan las ciudades, como almacenes.
    • La salud. La  monitorización de las personas  generará cantidades ingentes de datos que, lógicamente, no serán examinados por médicos, sino por algoritmos de machine learning.
    • Las ciudades. «Las llamadas smart cities tiene mucho más que ver con una determinada arquitectura de sistemas de información que con ningún otro concepto.»
    • La educación. «Estamos educando personas para que desarrollen habilidades inútiles para puestos de trabajo que, en muchos casos, ya ni siquiera existen o dejarán de existir.»

Habrá que sacrificar algunas cosas, pero Nunca nada se mereció tanto nuestros sacrificios.
  • si queremos, el futuro ya está aquí.
  • — Enrique Dans

 


    • Los bancos.  «Es posible que estemos asistiendo a la desaparición de los bancos, y a su sustitución en el medio plazo por compañías completamente diferentes.»
    • Las compras. «Bajar a comprar a las tiendas del barrio es algo que ya prácticamente sólo se justifica en función de un cierto romanticismo, o para moverse y tomar un poco el aire.»
    • La privacidad. «La evolución de la privacidad en la era de la tecnología no invita a ser especialmente optimista.»
    • El trabajo. «La renta básica hace ya tiempo que no es patrimonio de la derecha ni de la izquierda, sino que mira hacia delante.»
    • La política. «Los políticos no serán algoritmos ni robots, pero se apoyarán de manera abundante en ellos.»

Actitud frente al cambio tecnológico

 

Nada es posible en la vida, si no se encara con la adecuada actitud. Enrique Dans pide por eso —en el comienzo del libro— una actitud «constructiva» frente a los cambios que la tecnología propone, la necesaria frente a la velocidad del cambio. Pero «sin repartir etiquetas de ‘correcto’ o ‘incorrecto’», dice.

Y esa actitud «es necesario entrenarla, educarla y dotarla de criterio.»

Y aquí no hace distingos. Enrique Dans reconoce la brecha generacional existente entre los más jóvenes y los que ya no lo son tanto, menos familiarizados con la tecnología. Para hablar de estos últimos, el ejemplo que pone es el de sus propios padres.

El autor no cree, sin embargo,  que existan los llamados «nativos digitales» ni los «inmigrantes digitales». «No hay demostración científica de que así sea», afirma. La respuesta está en el «desaprendizaje». ¿Quien ha dicho que encender una bombilla sea solo cuestión de apretar un interruptor?, se pregunta. Es solo una cuestión de «tradición».  ¿Por qué no va a encenderse entonces tocando una pantalla táctil?

Viviendo en el futuro, finalmente,  es un texto que no dejará a nadie indiferente. Los seguidores de Enrique Dans son legión. Son los «convencidos». Pero hay, sin duda, otro sector —muy numeroso— de la población que encontrará en este libro afirmaciones controvertidas, cuando no provocadoras.

De lo que seamos capaces de hacer como humanos en los próximos pocos años, dependerá que tengamos o no un futuro.

— ENRIQUE DANS

 

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