Piensa y comunica tus ideas/The Storyboard Method

 

Piensa y comunica tus ideas con The Storyboard Method es un mapa para quienes — tal como expresa inequívocamente la primera frase del libro—,  «quieran revolucionar la forma de transmitir sus ideas».

Ofrece, en primer lugar, una ruta segura que permite centrar el pensamiento y actuar. Y ayuda, además, a ganar confianza para que cualquiera que sea la actividad de comunicación, esta resulte eficaz.

Piensa y comunica tus ideas. Bocetos de tiras comicas
«La teoría y la práctica viven lejos unas de otra, desconectadas. Nos encontramos atrapados en el vacío. Por eso necesitamos un método». — Marion Charreau / Jenifer L. Johnson. (Foto: Exposición «Videojuegos», Fundación Telefónica)

PIENSA Y COMUNICA TUS IDEAS CON THE STORYBOARD METHOD, Marion Charreau/ Jenifer L. Johnson. Conecta, 2019. 229 páginas.

 

Se adjudica a Mark Twain la frase: «Normalmente me lleva unas tres semanas preparar un buen discurso improvisado». La dijera o no el escritor norteamericano, la idea que quiere transmitir es rotundamente cierta. Para que aquello que digamos resuene en quien nos escucha, no vale con decir cualquier cosa o actuar como lo hacen los demás. La improvisación requiere, por lo tanto, de mucha preparación.

Por otro, los seres humanos somos unos insaciables consumidores de significado.

La mejor manera de casar preparación y significado, y que además resulte atractiva para quien escucha, es la creación de una historia. O lo que es lo mismo, plantear una presentación como un relato.

La creación de historias nos ha permitido a los seres humanos, no solo imaginar cosas de manera individual, sino también colectiva.

— MARION CHARREAU / JENIFER L. JOHNSON


La unión de la concienzuda preparación de una presentación y la estructuración de esta como un relato, ha llevado a Marion Charreau (cartógrafa francesa, que expresa sus ideas dibujando) y a Jenifer L. Johnson (coach norteamericana,  quien cree en el poder de la narración), a diseñar The Storyboard Method.

Soluciones diferentes a problemas comunes

 

Durante la última década, las autoras preguntaron a un gran número de personas de diferentes países, desde profesionales independientes y emprendedores, hasta responsables de equipos y organizaciones, qué dificultades tenían al preparar y presentar una comunicación.

Las respuestas se ajustaban a un patrón de 5 problemas. Para cada uno de esos problemas, Charreau y Johnson ofrecen una solución.

  • Angustia en el momento de presentar. No sentirnos lo suficientemente preparados. Ansiedad. ¿Sabré hacerlo? ¿Olvidaré lo que tengo que decir?

Solución: Crear un storyboard (un guión gráfico) para organizar y secuenciar.

Piensa y comunica tus ideas. Comic en un tren
Hacer un guión gráfico permite tener una imagen clara y compartida del proyecto. Una manera segura de saber que la historia que se cuenta es, efectivamente, la que queremos contar.
  • Las garras de la convenciones. Tendencia a hacer lo que vemos, lo que nos resulta familiar. ¿Por qué tengo que ser yo quien intente algo nuevo?

Solución: Establecer una nueva relación con la creación y la comunicación.

  • Un proceso doloroso. La presentación se convierte en un situación angustiosa que nos quita el sueño (y no es metáfora). ¿Cómo comienzo? ¿Qué tipo de presentación hago?

Solución: Un proceso claro frente al vacío o el caos. Crear paso a paso.

  • La ansiedad para elegir el contenido. Qué digo. Cuáles son los mejores gráficos. Qué imágenes utilizo.

Solución: Plantearse preguntas estratégicas.

  • Perder la atención del público. Fundamentalmente, que quienes asistan a una presentación se aburran, es consecuencia de la falta de conocimiento del tipo de personas a quien nos dirigimos. ¿Y si uso el humor?

Solución: Centrarse en el público desde el principio. La audiencia es, en consecuencia, el auténtico protagonista de cualquier presentación.

The Storyboard Method

 

Este método es, sobre todo, un sencillo y útil modo de trabajo. Está estructurado en 4 pasos, que fluyen de uno a otro:

    1. Enfocar. Generar, seleccionar y desarrollar contenidos.
    2. Organizar. Cómo ensamblar el contenido en una historia.
    3. Visualizar. El uso del lenguaje visual para hacer un storyboard.
    4. Conectar.  Cómo poner en marcha la historia.

Cada uno de estos pasos lleva asociadas una serie de herramientas (en total 10), que van desde la realización de mapas mentales a ganchos para atraer la atención o cómo componer diapositivas.

Piensa y comunica tus ideas. Infografía presentaciones
Vivimos en una cultura de presentaciones. The Storyboard Method permite aclarar los objetivos, inspirar perspectivas nuevas y transformar, en conclusión, la información en una narración, para una panoplia de actividades de comunicación.

Piensa y comunica tus ideas

 

El cerebro tiene una estructura narrativa. Le encantan las historias.  Hay cerebros, sin embargo, que prefieran las imágenes; otros, las palabras. Este libro satisface esas tres características  de nuestros cerebros: tiene una estructura narrativa, es muy visual, gracias a sus numerosas viñetas, y los textos estás escritos con sencillez y claridad.

Y también está cuidadosamente editado.

Piensa y comunica tus ideas con The Storyboard Method alterna las viñetas con los textos o las fotos, segmentado por un código de colores. Como resultado, puede irse directamente a la sección en amarillo, que es la que explica cómo usar The Storyboard Method, o leer las tiras cómicas, o leerlo como una historia de principio a fin.

 

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Hipolina Quitamiedos, o ríete del miedo en el trabajo

 

El miedo en el trabajo —en estos momentos de vertiginosos cambios tecnológicos— se traduce, básicamente, en creer que no estamos a la altura o que no sabemos lo suficiente, o en un temor a crisis futuras.

Miedo en el trabajo

Cuando sentimos miedo, nuestro cuerpo  y nuestra mente se resienten, y el estrés se apodera de nosotros. Y el estrés es sufrimiento. Un eficaz antídoto contra el estrés es la risa. Natalia Gómez del Pozuelo lo utiliza en la novela gráfica Hipolina Quitamiedos, ilustrada por la dibujante y diseñadora gráfica  Evaduna.

HIPOLINA QUITAMIEDOS. Una historia para reírse de los miedos en el trabajo. Natalia Gómez del Pozuelo & Evaduna. Ediciones Urano (Empresa Activa), 2019. 125 páginas.

El miedo, una emoción básica

 

El miedo es una emoción básica, común a todos los seres humanos. Todos tenemos miedo, y todos lo expresamos físicamente de la misma manera. Nuestra cara y nuestro cuerpo reflejan de manera no verbal cómo nos sentimos. Lo que verdaderamente nos hace diferentes es cómo gestionamos nuestro miedo.


La mayoría de los miedos están arraigados en el pasado y tratan del futuro. No se trata de huir de ellos, sino de conocerlos e integrarlos.

—NATALIA GÓMEZ DEL POZUELO


Escribir sobre el miedo puede hacerse de maneras diferentes; desde distintos puntos de vista. Natalia Gómez del Pozuelo ha optado por un método mixto: una novela gráfica y un breve ensayo. La autora deja a la voluntad del lector cómo leerlo: como un tebeo, como un ensayo; primero el uno y luego el otro, o viceversa. O ambos a la vez.

El ensayo, que ocupa la parte inferior de cada página, al estilo de aquellas clásicas historias ilustradas, en las que se combinaban el texto con las viñetas, no pretende ser exhaustivo. Remite, sin embargo, a otros textos, estudios y autores de referencia, tales como  Pilar Jericó, Brené Brown o Amy Cuddy. Es una manera de invitar al lector a profundizar.

 

Hipolina aparece cuando alguien grita:  ¡¡No sé qué hacer!! —Ilustración de Evaduna.  (Pulsa y amplia la imagen)

Hipolina Quitamiedos, la historia

 

Hipolina es «un oráculo de inteligencia artificial», un asistente virtual al estilo de Siri o Alexa. Pero a diferencia de Siri o Alexa que aparecen a petición del usuario, nuestra Hipolina se manifiesta cuando escucha un grito de angustia.  De esta manera es como Hipolina se ha colado en los ordenadores de un pequeño negocio que se dedica a dar servicio a aseguradoras.

Junto a este personaje virtual, desfilan por las páginas de Hipolina Quitamiedos varios personajes de carne y hueso, fácilmente reconocibles. A saber: una jefa poco astuta (¡glubs!), una silenciosa becaria, la jefa de comunicación a la que despiden, un comercial que se erige en portavoz, un ingeniero tímido, un ceñudo inversor…  Y, claro, «todos los demás» que trabajan en ese pequeño negocio, y que son esos que hacen lo que pueden… O lo que les dejan.

Estoy convencido de que quien lea esta historia, pondrá (rápidamente) nombre y apellidos (y ¡cara!) a cada uno de los personajes , creados por Natalia Gómez del Pozuelo y dibujados por Evaduna.

Hipolina Quitamiedos es, en definitiva, un texto de fácil y amena lectura, que permite al lector profundizar siguiendo las notas al final del texto.

 

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Fracaso y miedo

 

Todo cuenta, o cómo explorar nuestra identidad

 

Todo cuenta es un libro que tiene truco. Leyendo el título de izquierda a derecha, «Todo cuenta», es una afirmación. Pero si lo leemos en sentido contrario: «Cuenta todo», sin dejar de ser una afirmación, tiene algo de sugerencia.  Es una invitación a contar. Y entonces la cosa cambia.

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El truco de un ilusionista está en hacer que fijemos nuestra atención en lo que quiere que la fijemos (Todo cuenta), para que pueda sorprendernos cuando saque el conejo de la chistera (Cuenta todo). Que sepamos esto, no merma nuestra capacidad de asombro. Aunque la pregunta que nos hagamos siempre sea «¿cómo lo ha hecho?».

Así nos relatamos, así nos sentimos. Nos pasamos el día contando(nos) historias, ¿por qué no contar(nos) historias mejores? MEJOR es la palabra mágica. De esto es de lo que, en realidad, habla este libro, de cómo cultivar nuestra identidad narrativa, de cómo narrarnos mejor. O sea, el truco.

TODO CUENTA, Diana Orero, Letrame Editorial, 2019. 287 páginas.

 

La necesidad de contar

 

El 11-S el psiquiatra Luis Rojas Marcos era responsable del servicio público de sanidad de Nueva York. Tras varios días visitando hospitales, atendiendo a los heridos y hablando con familiares de las víctimas del atentado, cuenta el psiquiatra sevillano que un médico amigo suyo le preguntó: «Luis, ¿y tú como estás?» Nadie me había hecho esa pregunta—confiesa Rojas Marcos—. Fue entonces cuando me di cuenta de que tenía que contar lo que había vivido en aquellos días terribles.


En este libro hablo mucho de mí misma, porque he aprendido mucho de mí misma, como muestra de que todo el mundo puede aprender mucho de sí mismo

— DIANA ORERO


Pero en esto de contar ocurre como se dice en La venganza de Don Mendo,  respecto al juego de las Siete y media: «o te pasas o no llegas».

El escritor Lorenzo Silva considera que hay que acercarse a quien atesora historias.  «Lo que más necesita es compartirlas. Es una necesidad irresistible. Lo que no sabe es con quién». Y Diana Orero ha encontrado con quién: los lectores de Todo cuenta.

Como depósito de historias que somos, la autora nos cuenta historias de sus amigos, de su trabajo,  de sus pasiones, y de su familia; especialmente de su padre y de su madre, a la que perdió cuando tenía catorce años. Resulta conmovedora la manera en que Diana Orero tiene de contarse esta pérdida, que muy bien puede ser el epítome del libro.

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«Una historia es una barca. Me gustan las barcas porque flotan (no importa lo fuerte que sea la tormenta). Y porque te llevan. Las barcas (las historias) nos (con)mueven». —Diana Orero.

Todo cuenta. La identidad narrativa

 

Estructuralmente, Todo cuenta está dividido en Tres Actos y una Bienvenida, a modo de introito. Esta Bienvenida está dedicada a las palabras, porque antes de hablar de las historias hay que hablar de las palabras (la autora se confiesa, «coleccionista de palabras»), que son la materia prima de la que están hechas.

Los Tres Actos se corresponden con los tres grandes tipos de historias que conforman nuestra identidad. A saber:

    1. Las historias que nos contamos sobre el mundo.
    2. Las que nos contamos sobre los demás.
    3. Historias que nos contamos sobre nosotros mismos.

Si bien estos tres tipos de historias están pasadas por el filtro mágico, que es la palabra MEJOR.

El Primer Acto se convierte así en historias para relacionarnos mejor con nosotros mismos. El Segundo, en historias para relacionarnos mejor con los demás. Y, finalmente, el Tercero en historias para relacionarnos mejor con el mundo y lo que nos pasa

Y es aquí donde la autora saca al campo a su jugador estrella, el psicólogo Don McAdams, experto en identidad narrativa, que tiene como misión llevar el peso del equipo de la base teórica de Todo cuenta.


Importa mucho más la historia que te cuentas sobre lo que pasa, que lo que te pasa.

— DAN MCADAMS


 

Acompañan a Mc Adams en el equipo titular de las referencias de Diana Orero,  Byron Katie, autora del conmovedor Amar lo que es; Joseph Campbell, el mitólogo por excelencia;  y el rutilante Yuval Noah Harari, un fenómeno mundial gracias a un libro imprescindible, Sapiens.

Como un susurro

 

Todo cuenta es el segundo libro de Diana Orero. En él pueden apreciarse dos cosas que se atisbaban ya en el primero, ligadas al estilo en el que divulgan los anglosajones.

Por un lado, el estilo de escritura de Diana Orero. Muy muy personal.  Igual que su tono, la piedra filosofal de un libro. Consigue algo muy deseable en todo texto (divulgativo o no):  acercarse lo más posible  a «escribir como hablamos».

Es la suya una escritura en vaqueros y camiseta, alejada del traje sastre al que nos suelen tener acostumbrados multitud de autores de este tipo de literatura.

De otro, la necesidad de contar. En su anterior libro, Inspiritismo (Alienta, 2012), quedaba claro que la manera de comunicar de Diana Orero era contando historias, bien  personales bien de otros.

En este libro da un paso más: es la historia de cómo alguien se ha construido desde niña. Y es esto último es lo que da a Todo cuenta el tono íntimo de un susurro.

Y siempre, siempre, podemos intentar contarnos una historia mejor.

—DIANA ORERO