Hipolina Quitamiedos, o ríete del miedo en el trabajo

 

El miedo en el trabajo —en estos momentos de vertiginosos cambios tecnológicos— se traduce, básicamente, en creer que no estamos a la altura o que no sabemos lo suficiente, o en un temor a crisis futuras.

Miedo en el trabajo

Cuando sentimos miedo, nuestro cuerpo  y nuestra mente se resienten, y el estrés se apodera de nosotros. Y el estrés es sufrimiento. Un eficaz antídoto contra el estrés es la risa. Natalia Gómez del Pozuelo lo utiliza en la novela gráfica Hipolina Quitamiedos, ilustrada por la dibujante y diseñadora gráfica  Evaduna.

HIPOLINA QUITAMIEDOS. Una historia para reírse de los miedos en el trabajo. Natalia Gómez del Pozuelo & Evaduna. Ediciones Urano (Empresa Activa), 2019. 125 páginas.

El miedo, una emoción básica

 

El miedo es una emoción básica, común a todos los seres humanos. Todos tenemos miedo, y todos lo expresamos físicamente de la misma manera. Nuestra cara y nuestro cuerpo reflejan de manera no verbal cómo nos sentimos. Lo que verdaderamente nos hace diferentes es cómo gestionamos nuestro miedo.


La mayoría de los miedos están arraigados en el pasado y tratan del futuro. No se trata de huir de ellos, sino de conocerlos e integrarlos.

—NATALIA GÓMEZ DEL POZUELO


Escribir sobre el miedo puede hacerse de maneras diferentes; desde distintos puntos de vista. Natalia Gómez del Pozuelo ha optado por un método mixto: una novela gráfica y un breve ensayo. La autora deja a la voluntad del lector cómo leerlo: como un tebeo, como un ensayo; primero el uno y luego el otro, o viceversa. O ambos a la vez.

El ensayo, que ocupa la parte inferior de cada página, al estilo de aquellas clásicas historias ilustradas, en las que se combinaban el texto con las viñetas, no pretende ser exhaustivo. Remite, sin embargo, a otros textos, estudios y autores de referencia, tales como  Pilar Jericó, Brené Brown o Amy Cuddy. Es una manera de invitar al lector a profundizar.

 

Hipolina aparece cuando alguien grita:  ¡¡No sé qué hacer!! —Ilustración de Evaduna.  (Pulsa y amplia la imagen)

Hipolina Quitamiedos, la historia

 

Hipolina es «un oráculo de inteligencia artificial», un asistente virtual al estilo de Siri o Alexa. Pero a diferencia de Siri o Alexa que aparecen a petición del usuario, nuestra Hipolina se manifiesta cuando escucha un grito de angustia.  De esta manera es como Hipolina se ha colado en los ordenadores de un pequeño negocio que se dedica a dar servicio a aseguradoras.

Junto a este personaje virtual, desfilan por las páginas de Hipolina Quitamiedos varios personajes de carne y hueso, fácilmente reconocibles. A saber: una jefa poco astuta (¡glubs!), una silenciosa becaria, la jefa de comunicación a la que despiden, un comercial que se erige en portavoz, un ingeniero tímido, un ceñudo inversor…  Y, claro, «todos los demás» que trabajan en ese pequeño negocio, y que son esos que hacen lo que pueden… O lo que les dejan.

Estoy convencido de que quien lea esta historia, pondrá (rápidamente) nombre y apellidos (y ¡cara!) a cada uno de los personajes , creados por Natalia Gómez del Pozuelo y dibujados por Evaduna.

Hipolina Quitamiedos es, en definitiva, un texto de fácil y amena lectura, que permite al lector profundizar siguiendo las notas al final del texto.

 

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Óscar Vilarroya: «El relato da sentido a la vida»

 

El relato explica lo que nos sucede. Permea todo lo que hacemos y cómo lo explicamos. El relato es un mecanismo mental básico del ser humano. Estas son algunas de las afirmaciones de Óscar Vilarroya, autor del ensayo Somos los que nos contamos (Ariel, 2019).

La tesis de Somos lo que nos contamos es, por eso, muy clara: los humanos somos una especie narrativa. En lugar de llamarnos Homo Sapiens, deberíamos en consecuencia llamarnos Homo Narrator.

foto de oscar villaroya, el relato da sentido a la vida
Óscar Vilarroya, doctor en Ciencia Cognitiva y profesor de Neurociencia en la Universidad Autónoma de Barcelona. «Me interesa mucho el conocimiento evolutivo».

Internet amplifica exponencialmente un relato.

— ÓSCAR VILARROYA


Steve Jobs, tal como refiere Walter Isaacson en una excelente biografía, solía finalizar muchas de sus presentaciones con una diapositiva en la que aparecía una señal de tráfico que mostraba la intersección de la calle de las «Humanidades» y la de la «Tecnología».

En el cultivo de los vínculos entre la neurociencia y las humanidades se afana Óscar Vilarroya, quien acaba de publicar Somos lo que nos contamos. En este ensayo, «he querido definir el origen de los relatos, su mecanismo, tal como lo han explicado los psicólogos o los filósofos, antes que hablar de datos neurocientíficos concretos».

El relato: la narrativa nos define como humanos

 

COMUNICACIÓN VITAE (CV): Políticos y periodistas, de donde se ha extendido al resto de la sociedad, suelen hablar de «el relato». ¿Está de moda el relato?

ÓSCAR VILARROYA (ÓV): El relato es un mecanismo mental básico, una herramienta específica. Apareció en un momento evolutivo, es una función adaptativa que se incorporó y nos define como humanos. Permea todo lo que hacemos y cómo lo explicamos. Nuestros primos los chimpancés y los gorilas no parecen tener esa pulsión para explicarse las cosas.

CV: ¿Qué efecto tiene entonces en nosotros el relato?

ÓV: Nos distingue. Jerome Bruner, el psicólogo que a mí más me interesa, incorpora la narratividad en la explicación psicológica de nuestra naturaleza. El relato nos permite dar sentido a lo que vivimos, interpretar lo que está sucediendo, desde nuestra más tierna infancia hasta nuestra actividad narrativa más sofisticada, como son la ficción y la política.

CV: De acuerdo con esta afirmación, ¿podemos los seres humanos vivir sin la ficción?

ÓV: Es imposible. El relato es un mecanismo mental involuntario e inconsciente. Está inscrito en nuestra manera de ver el mundo. Esto ha derivado en la creación de historias. Somos una especie ultrasocial. Necesitamos leer los estados mentales de los demás. Hemos evolucionado hacia un cerebro más grande. Nuestra capacidad sobre los demás es una condición extremadamente compleja y ha necesitado de millones de años de aprendizaje. Los relatos nos sirven para experimentar sobre nuestros papeles sociales.

Nuestras historias se han derivado en historias ficcionales. Nos gustan, las cultivamos y nos gratifica, por eso vemos las series y utilizamos videojuegos.

 

CV: Dice que el relato es como respirar, algo inconsciente e involuntario. ¿Qué ocurre cuando el relato se construye de manera consciente y voluntaria? ¿Quién domina el relato, domina el mundo?

ÓV: Exactamente. Cuando esa herramienta se hace consciente, permite crear realidades, que pueden ser más o menos creíbles, y que son las que se utilizan para convencer y persuadir, y así controlar.

el relato, libros-personas-palabras

Y en esto, llegó Internet: políticos populistas y noticias falsas

 

CV: Las noticias falsas son tan viejas como la humanidad misma. ¿Qué ha cambiado con la aparición de Internet?

ÓV: Estamos experimentando una revolución. Internet amplifica exponencialmente un relato. La tecnología permite elaborar relatos muchos más sofisticados, multimedia. Son relatos personalizados, dramatizados, que apuntan a quienes pueden consumirlos con más facilidad. Somos una especie narrativa y social, pero también corporal. Necesitamos ver la cara del otro, tocarlo, sentir empatía. Pero en las redes desaparece esta corporalidad.

CV: Íntimamente ligadas a esa corporalidad están la emociones. ¿Hay un exceso de emocionalidad, de sentimentalismo en la redes?

ÓV: Hay un cliché clásico que separa lo emocional de lo racional. Las observaciones que se han hecho del cerebro cuando este toma decisiones muestran que no está tan clara esta división. Lo emocional y lo racional están íntimamente imbricados. Las decisiones que tomamos tiene un componente emotivo y otro racional. En el caso de unas elecciones o en la propagación de noticias falsas (fakes) , las emociones que más se utilizan son el miedo y la ira, Se amplifican estas dos emociones para facilitar el consumo de noticias falsas. En estos momentos es cuando bajamos nuestra capacidad de análisis. Esto hace que nos creamos eso que nos cuentan. Es una cuestión de intensidad, de dosis. La mortalidad de un veneno está en la dosis.

CV: ¿Cómo podemos protegernos contra estas noticias falsas?

ÓV: No es tanto una cuestión neurocientífica como filosófica. Pasa como con un alcohólico. Lo primero que tiene que hacer para dejar de serlo, es querer dejar de beber. Primero, debemos estar dispuestos a dejar de creer en lo que creemos y pensar que el que discrepa de nosotros, quizá tenga razón. Todo lo demás sería pura cosmética. Lo que cuenta en los debates, por ejemplo, es como vencemos al otro. Nuestros argumentos son entonces armas para vencer no para convencer. En segundo lugar, las cosas son complejas. No hay que creer por eso en los relatos simplificadores. Y tercero, el pensamiento crítico, ser capaces de analizar los argumentos, buscar fuentes alternativas, contrastar las hipótesis de partida.

CV: En la línea que propone la filósofa Victoria Camps en su libro Elogio de la duda.

OV: Efectivamente. Dudar.

CV: Y evitar así sumergirnos en lo que denomina en su libro, «las burbujas narrativas».

OV: Para muchas personas son muy productivas. Se crean un conjunto de relatos que la gente está dispuesta a defender a capa y espada. A estas burbujas también se las ha llamado cámara de eco. El caso del Brexit es un ejemplo actual de burbuja informativa. Está teniendo unos efectos brutales.

Las burbujas narrativas surgen en situaciones de conflicto o amenaza.

 

Las guerras están llenas de burbujas narrativas.

 

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Reseña del libro Somos lo que nos contamos.

Factfulness, o nuestro mal uso de los datos

Portada de Factfulness

Factfulness es un libro sobre el uso de los datos, en lugar de nuestros sesgos inherentes a nuestra particular visión del mundo. Facilita claves para evitar los principales errores de pensamiento.

FACTFULNESS. Diez razones por las que estamos equivocados sbre el mundo. Y por qué las cosas estan mejor de los que piensas, Hans Rosling con Ola Rosling y Anna Rosling Rönnlund. Deusto, 2018. 346 páginas.

 

Libro revelador en tanto que muestra como los datos indican que el mundo, frente a la universal percepción de lo contrario, va cada vez mejor. La tesis es que la realidad económica y social es mejor de lo que pensamos. La concepción excesiavemente dramática del mundo es muy difñicil de cambiar porque tiene que ver con cómo funciona nuestro cerebro.

El factfulness, ser consciente de la realidad, puede y debe convertirse en parte de tu vida diaria, como llevar una dieta sana y hacer ejercicio de manera regular.

— HANS ROSLING

Factfulness es un estudio que incide en los sesgos inconscientes y predecibles que hacen que, incluso cuando creemos estar mejor informados, caigamos  en un pesimismo global y a la toma de decisiones erróneas. Una defensa del pensamiento crítico.

Este libro es, en definitiva, «el uso de los datos como teparia— en palabras de Hans Rosling—. La útima batalla del combate contra la devastadora ignorancia global.»

Hasn Rosling no vio este libro publicado. Falleció unos meses antes.  Terminaron de escribirlo su hijo y la mujer de este, habitales colaboradores de Rosling durante muchos años. «El sueño de Hans —escriben en las líneas finales del libro— era una visión del mundo basada en datos reales.

Factfulness fue el libro ganador de la octava edición del  Premio Know Square al Mejor Libro de Empresa del Año, el único que reconoce en España  libros orientados al mundo de la economía y la gestión.

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